Por Max Vásquez
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Más de 60 años después de que Jack Kirby y Stan Lee crearan la primera familia de Marvel, los Cuatro Fantásticos finalmente reciben una adaptación cinematográfica que captura parte del encanto y la magia de sus orígenes en los cómics.
“Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos” de Matt Shakman llega como una aventura nostálgica y retrofuturista, impregnada del estilo y el optimismo de los años 60, que evoca la era del programa Apolo de la NASA y la fascinación estadounidense por la era espacial.
Los Cuatro Fantásticos tienen una historia cinematográfica convulsa.
Desde la versión inédita de 1994 producida por Roger Corman hasta los reinicios que tuvieron poca acogida, el equipo se ha sentido durante mucho tiempo como una franquicia de superhéroes a la espera de su película definitiva.
Con Marvel Studios finalmente al mando, “Primeros Pasos” es la primera entrada oficial de la franquicia en el Universo Cinematográfico de Marvel.
Su título es un guiño a las famosas palabras de Neil Armstrong, y la película se adentra en las raíces de la exploración espacial de los personajes.
La historia comienza con Reed Richards (Pedro Pascal), Sue Storm (Vanessa Kirby), Johnny Storm (Joseph Quinn) y Ben Grimm (Ebon Moss-Bachrach) como astronautas que se aventuran en el espacio solo para ser transformados por rayos cósmicos.
Regresan a la Tierra transformados: Reed se expande como Mister Fantástico, Sue puede desvanecerse como la Mujer Invisible, Johnny se enciende como la Antorcha Humana y Ben se convierte en la Cosa escarpada.
Sus secuencias de origen, inspiradas en imágenes de archivo del Apolo 11, le dan a la película una autenticidad clásica que combina la ciencia ficción con una sensación de asombro histórico.
Shakman se asegura de recordar al público que los Cuatro Fantásticos son, en esencia, una familia.
Se pelean, se bromean y se apoyan mutuamente, aunque la película nunca logra capturar la química íntima que hace tan querido al equipo en los cómics.
Vanessa Kirby ofrece la interpretación más realista como Sue, y el guion la destaca de una forma particularmente humana: en las primeras escenas, sorprende a Reed con un test de embarazo positivo.
El tema de la paternidad inminente se entrelaza discretamente con la aventura cósmica, convirtiéndose finalmente en un elemento central de la trama.
La película se desarrolla en la Tierra-828, una versión paralela de nuestro mundo donde la Fundación Futuro funciona como una especie de Naciones Unidas para asuntos científicos e interestelares.
El escenario rebosa de toques retro: La Mole luce una gorra de los Brooklyn Dodgers, una voz al estilo de Walter Cronkite da la noticia y el horizonte de la ciudad tiene un sutil brillo inspirado en Los Supersónicos.
Esa atmósfera retro se ve interrumpida por la llegada de Silver Surfer, interpretada con una gracia sobrenatural por Julia Garner. Sobrevolando la ciudad, anuncia: “Anunciamos tu fin. Anunciamos a Galactus”.
Si los Cuatro Fantásticos son el corazón de la película, los villanos son su alma.
La elegante figura cromada de Silver Surfer, como un Chrysler esculpido en movimiento, se roba cada escena en la que aparece.
Su advertencia conduce a la revelación de Galactus, el coloso devorador de planetas con la voz de Ralph Ineson.
En lugar de recurrir al Doctor Doom, quien está reservado para Vengadores: Día del Juicio Final, esta entrega se centra en Galactus como una amenaza creíble y visualmente impactante.
Su interés en el hijo no nacido de Sue Storm eleva la apuesta a un nivel cósmico, entrelazando temas de maternidad y sacrificio con el espectáculo de superhéroes.
El diseño de producción de Kasra Farahani es meticuloso, la banda sonora de Michael Giacchino es espectacular y la paleta de colores espacial es irresistible.
Sin embargo, la película a veces se siente más enamorada de su estética que de la vida interior de sus héroes.
Momentos que deberían tener una gran carga emocional, como cuando el equipo se enfrenta a la posibilidad de perder a su hijo para salvar la Tierra, se ven eclipsados por el espectáculo de Galactus y Silver Surfer.
Aun así, Shakman demuestra su habilidad para capturar la magnitud y la maravilla.
Cuando Galactus se cierne sobre un planeta o Surfer surca las estrellas, “Primeros Pasos” evoca la grandeza de una película kaiju, reinterpretando viñetas clásicas de cómics para la gran pantalla.
En definitiva, Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos triunfa como un lanzamiento sólido y largamente esperado para la primera familia de Marvel.
Puede que se base más en el espectáculo superficial que en una narrativa conmovedora, pero para una franquicia que ha tropezado repetidamente, esta aventura retrofuturista se siente como un paso en la dirección correcta.
Con su toque nostálgico, su sólida actuación de villanos y la promesa de futuros enfrentamientos cósmicos, los Cuatro Fantásticos finalmente parecen estar listos para alzar el vuelo en el Universo Cinematográfico de Marvel.
