Por Redacción
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Los Dodgers de Los Ángeles resistieron un angustioso intento de remontada de los Toronto Blue Jays y se impusieron 3-1 el viernes por la noche, forzando un séptimo y decisivo juego de la Serie Mundial que se disputará este sábado en el Rogers Centre de Toronto.
La victoria mantiene con vida a los angelinos, que evitaron ser eliminados gracias a una sólida actuación de su cuerpo de lanzadores y un resurgimiento ofensivo liderado por Mookie Betts, quien rompió una prolongada mala racha en el momento más crucial de la temporada.
El turno de los héroes inesperados
Los Dodgers tomaron la delantera en la tercera entrada ante el abridor de Toronto, Kevin Gausman. El receptor Will Smith abrió el marcador con un doble productor, y luego Betts conectó un sencillo de dos carreras que amplió la ventaja a 3-0.
El batazo de Betts, apenas su cuarto hit en toda la Serie Mundial, representó sus primeras carreras impulsadas de la serie. El ocho veces All-Star, que había sido relegado en el orden al bate por decisión del mánager Dave Roberts, se reivindicó con una actuación que recordó por qué sigue siendo uno de los jugadores más completos de las Grandes Ligas.
“Mi esposa me recordó que debía disfrutar el juego, sin pensar tanto”, dijo Betts tras el encuentro en declaraciones a FOX Sports. “Salí con esa mentalidad, y todo empezó a fluir.”
Los Blue Jays recortaron la diferencia en la parte baja del tercer episodio con una carrera impulsada por un golpeado George Springer, quien jugó visiblemente limitado por una molestia física. Sin embargo, esa sería la única anotación de Toronto en toda la noche.
Drama en la novena entrada y decisión clave de Roberts
El verdadero suspenso llegó en el cierre del noveno inning. Con el marcador 3-1, el cerrador japonés Roki Sasaki permitió que los dos primeros bateadores se embasaran sin outs, poniendo en peligro la ventaja. Roberts no dudó y recurrió a Tyler Glasnow, quien respondió con nervios de acero.
Glasnow obligó a un elevado al segunda base y luego provocó una espectacular doble matanza iniciada por Kiké Hernández, quien atrapó un batazo suave de Andrés Giménez y lanzó con precisión a la segunda base para eliminar a Addison Barger y sellar el triunfo.
“Simplemente quise apostar por él”, explicó Roberts sobre su decisión de colocar a Glasnow en ese momento. “Sabía que podía darnos los tres outs que necesitábamos.”
Y así fue. Los Dodgers celebraron en el campo mientras los fanáticos de Toronto observaban con incredulidad cómo la serie, que parecía encaminarse a su fin, cobraba nueva vida.
El japonés Yoshinobu Yamamoto, quien ya había dominado a los Blue Jays en su anterior salida, volvió a brillar. Lanzó seis entradas de calidad, permitiendo solo cinco hits, una carrera y ponchando a seis. No logró su tercer juego completo consecutivo, pero su consistencia y control fueron decisivos para mantener a su equipo en ventaja.
El bullpen de Los Ángeles —con Glasnow en el cierre y contribuciones intermedias de Brusdar Graterol y Alex Vesia— hizo el resto para asegurar el triunfo.
El último capítulo se escribirá en Toronto
El mánager de los Blue Jays, John Schneider, se mostró sereno pese a la derrota y recordó la magnitud del momento que se avecina. “Son las dos mejores palabras del deporte: Juego 7”, dijo con una sonrisa.
El enfrentamiento final de la Serie Mundial 2025 promete emociones fuertes. Los Dodgers buscarán completar la remontada y conquistar su segundo título en cinco años, mientras que Toronto intentará cerrar una temporada histórica ante su público.
La gran incógnita es si Shohei Ohtani, quien ha jugado solo como bateador designado durante la serie, será utilizado como lanzador en algún punto del juego decisivo. Aunque Roberts no lo confirmó, dejó entrever que “todo está sobre la mesa” para el sábado por la noche.
Los fanáticos de ambos equipos aguardan un desenlace digno de una Serie Mundial memorable, con estrellas en ambos lados y un trofeo que podría definirse por un solo lanzamiento.
“Es lo que soñamos desde niños”, concluyó Betts. “Un Juego 7, todo en juego, y millones mirando. No hay nada mejor que eso.”
