Por Redacción
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El Comité Noruego del Nobel otorgó el Premio Nobel de la Paz 2025 a la opositora venezolana María Corina Machado, de 58 años, “por su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y su lucha por una transición pacífica hacia la democracia”.
Machado, líder del movimiento opositor, permanece en la clandestinidad desde 2024, tras la represión del régimen de Nicolás Maduro luego de las elecciones presidenciales de julio de ese año.
Al anunciar el galardón, el presidente del comité, Jorgen Watne Frydnes, la calificó como “uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina”. Agregó que Machado “ha logrado unificar a una oposición antes fragmentada bajo la demanda común de elecciones libres y un gobierno representativo”.
“Este premio pertenece al pueblo venezolano”
En un mensaje difundido en redes sociales, Machado dedicó el premio “al pueblo de Venezuela, que ha luchado por su libertad con admirable coraje, dignidad e inteligencia”.
“Durante 26 años, los venezolanos hemos enfrentado una maquinaria de opresión brutal y sistemática”, escribió. “Pero nuestra respuesta ha sido firme e indoblegable. Hemos forjado un movimiento cívico poderoso y unido en el anhelo de una paz en libertad”.
Machado consideró el galardón “un impulso único que inyecta energía y confianza” en la causa democrática e hizo un llamado a concretar “de inmediato la transición a la democracia”. También agradeció el apoyo internacional y dedicó el premio al expresidente Donald Trump, a quien definió como “un aliado en la lucha por la libertad de Venezuela”.
Una trayectoria marcada por resistencia
María Corina Machado ha sido una de las voces más firmes contra el chavismo desde los tiempos de Hugo Chávez, quien llegó a descalificarla públicamente. En 2023, su liderazgo resurgió cuando obtuvo el 92,5% de los votos en las primarias opositoras, convirtiéndose en la figura unificadora del antichavismo.
Pese a su inhabilitación política impuesta por la Contraloría —controlada por el oficialismo—, logró movilizar a millones de venezolanos en torno al diplomático Edmundo González Urrutia, quien fue su reemplazo en las elecciones presidenciales de 2024.
Tras los comicios, que Maduro se adjudicó sin mostrar pruebas, la oposición presentó actas que apuntaban a la victoria de González, lo que desencadenó protestas y represión estatal. Desde entonces, Machado vive oculta, denunciando persecución y amenazas de desaparición forzada.
Organismos internacionales como Human Rights Watch celebraron el premio, considerándolo un reconocimiento a la resistencia del pueblo venezolano. “El Nobel a María Corina Machado debería revitalizar los esfuerzos internacionales por una transición pacífica”, afirmó Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW.
