Por Agencias
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México apostó este lunes por la ampliación del programa migratorio recién anunciado por Estados Unidos que ya suponía incrementar el número de visas temporales que podría dar ese país pero también el de migrantes expulsados por la frontera común.
La declaración del presidente Manuel López Obrador se produjo horas antes del inicio de la reunión bilateral con el Presidente estadounidense Joe Biden, que será seguida por la cumbre tripartita de líderes norteamericanos, en la que también estará presente el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien aterrizó en Ciudad de México el lunes por la tarde.
“No nos queremos adelantar, pero es parte de lo que vamos a tratar en la cumbre”, dijo López Obrador al anunciar que estaría a favor de que “se amplíe el número” de migrantes incluidos en dicho programa.
Antes de la cita en la capital mexicana Biden anunció un importante cambio en la política fronteriza y el sábado pasó cuatro horas en El Paso, Texas, su primer viaje a la frontera como presidente.
Según el acuerdo del fin de semana, que contó con el beneplácito del gobierno mexicano, México aceptó recibir cada mes a 30 mil cubanos, nicaragüenses, venezolanos y haitianos devueltos desde Estados Unidos y a cambio Washington ofrecerá cada mes visas temporales de trabajo al mismo número de personas de esas cuatro nacionalidades si cumplen con ciertos requisitos, como llegar en avión.
“Apoyamos todas estas medidas de dar opciones, dar alternativas”, agregó López Obrador. “Si esto se consolida, va a generar una esperanza en la gente que quiere salir” de sus países. En su opinión, podría ser “un inicio” para tener una migración más ordenada y por eso consideró viable su eventual ampliación.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, declaró a los periodistas que las conversaciones continuaban y fue cauto con un tema muy controvertido en la política interna estadounidense y que grupos de derechos humanos consideran que recuerda la línea dura del expresidente Donald Trump.
“Lo que necesitamos es ver cómo funciona en la práctica el programa anunciado la semana pasada, qué ajustes hay que hacer a ese programa, si es que hay que hacer alguno, y entonces podremos hablar de dar los siguientes pasos”, indicó Sullivan.
El envío de más inmigrantes a México podría ayudar a resolver el problema de la deportación de personas a sus países de origen con los que Estados Unidos mantiene relaciones poco sólidas.
Pero una autoridad estadounidense integrante en la delegación de la cumbre y que pidió el anonimato para hablar de negociaciones en marcha, indicó a la AP que los tres países están explorando distintas vías para abordar la cuestión migratoria y una de las áreas en las que podría haber anuncios es en cooperación.
Estados Unidos, México y Canadá intentan gestionar mejor el creciente flujo migratorio que llega a América del Norte y luchar de forma más efectiva contra los traficantes de migrantes, aunque temas económicos, comerciales o relativos al cambio climático tendrán también mucho peso en sus conversaciones.
Pero los mandatarios, a pesar de las diferencias entre los gobiernos, quisieron enfatizar los puntos en común. López Obrador, tras dar la bienvenida a Trudeau, subrayó a través su cuenta de Twitter que las relaciones con Canadá “son más que buenas”, que empresas de ese país “invierten en México sin obstáculos y el gobierno de ese país ha sido generoso al otorgar visas temporales de trabajo a nuestros compatriotas”.
Pero, pese al interés de los tres países por una mayor integración norteamericana en otros temas sobre la mesa, el cambio climático, la energía y las cadenas de suministro, también existen diferencias.
Por ejemplo, tanto Canadá como Estados Unidos mantienen abiertas conversaciones para solucionar una fuerte controversia con México por leyes energéticas que privilegian a compañías estatales mexicanas en detrimento de las empresas privadas, lo que viola el tratado de libre comercio norteamericano.
Además de la agenda dura de trabajo, el asesor de Seguridad Nacional de Biden indicó que la cita será “una buena oportunidad para que el presidente Biden profundice su compromiso personal con el presidente López Obrador y el primer ministro Trudeau”.
Biden, el primer jefe de la Casa Blanca que visita México en casi una década, aterrizó en la capital el domingo por la noche y fue recibido por su par mexicano.
Luego se subieron a la “Bestia” para cruzar la Ciudad de México hasta al lugar donde pernotaría Biden. Esa conversación fue el primer contacto privado y directo de los mandatarios, dos políticos que necesitan entenderse pero que tienen distintas visiones y prioridades.
“Hablamos en muy buenos términos. Platicamos sobre temas que vamos a tratar en la reunión de hoy”, dijo el mexicano en su conferencia matutina del lunes.
Además de migración, López Obrador dijo que hablaron del desarrollo y la integración no sólo de América del Norte sino de todo el continente, tanto en lo económico como en lo social.
“Que se logre la unión entre todos los países del continente americano, que podamos complementarnos, porque es el continente con más potencial, con más recursos”, afirmó.