Misión Imposible: Sentencia Mortal, Parte 1

Geoffrey Cowper es oriundo de Barcelona, donde se graduó en Dirección Cinematográfica. Es director de varios films que ha presentado en numerosos festivales de cine./EL LATINO-NURIA PUENTES

Tom Cruise cumple su promesa y trae al público un gran espectáculo, esta vez para salvar al mundo de la Inteligencia Artificial en la entrega más cara, larga y épica de la saga.

A sus 61 años, Tom Cruise vuelve a ser ‘Ethan Hunt’, uno de sus personajes más icónicos, con otra “misión imposible” de la mano de su director de confianza, Christopher McQuarrie, quien no ha podido acabarla en una sola película, aunque sí ha encarrilado el desenlace.

Tras haber sufrido muchos problemas de producción en 2020 debido a la pandemia, tres años más tarde llega por fin la séptima entrega de una de las mejores sagas cinematográficas de la historia: “Misión Imposible”. 

La primera parte de “sentencia mortal” es uno de los títulos más esperados del año. Al timón está Christopher McQuarrie (quien se hizo con el control de la franquicia en “Nación Secreta”). 

El film arranca con una secuencia al más puro estilo cine bélico clásico, con un submarino cargando con el arma más poderosa del mundo. Intriga, suspense y acción en los primeros minutos con un espectacular desenlace que deja al submarino en lo más hondo del Océano Ártico.

Kittridge (Henry Czerny), jefe de la organización secreta FMI (Fuerza de Misión Imposible), encarga a ‘Hunt’ la búsqueda de dos mitades de una llave necesaria para poder acceder al corazón de ese submarino y destruir el arma más poderosa jamás creada, un programa de Inteligencia Artificial autoconsciente que quiere controlar todos los gobiernos, denominado ‘La Entidad’. 

‘Hunt’ se embarca en una carrera casi mortal alrededor de medio mundo, ya que está en juego el control del futuro y el destino del planeta. 

Su primera parada es para encontrar a ‘Ilsa Faust’ (la fascinante Rebecca Ferguson), quien al poseer una mitad de la llave es perseguida por el desierto hasta un espectacular tiroteo en medio de una tormenta de arena que nos advierte del espectáculo que estamos a punto a ver. 

A continuación, ‘Hunt’ se reúne con sus aliados en el aeropuerto de Abu Dabi; ‘Luther Stickell’ (Ving Rhames) y ‘Benji Dunn’ (Simon Pegg), en una compleja secuencia de espionaje llena de humor y suspense donde se nos presenta la nueva incorporación de la saga, ‘Grace’ (Hayley Atwell) una ladrona que también quiere hacerse con la llave, que traerá de cabeza a ‘Hunt’ y que añade una chispa tremenda a la película. 

Una química en escena que sigue en una persecución al más puro estilo John Frankenheimer (“Ronin”) esposados a la fuerza al volante de un Fiat 500 por las calles de Roma a toda velocidad.

Pero ‘La entidad’ supera al equipo de ‘Hunt’ al manipular la realidad haciéndose pasar por sus compañeros y dando falsas indicaciones, mostrando el peligro que tiene la Inteligencia Artificial si acaba siendo autoconsciente, como ‘HAL 9000’ o ‘Skynet’. 

‘La entidad’ también emplea agentes humanos para neutralizar a ‘Hunt’, como ‘Gabriel’ (Esai Morales, quien resulta ser un gran villano), y la letal ‘Paris’ (Pom Klementieff) a los que podemos ver unas magistrales escenas de lucha en las calles de Venecia. 

Y por otro lado está la mítica traficante de armas ‘la Viuda Blanca’ (Vanessa Kirby), quien intenta hacerse con la llave para poder venderla al mejor postor. 

‘La Entidad’ puede prever el futuro haciendo millones de cálculos instantáneos con sus algoritmos, y pronostica que ‘Gabriel’ conseguirá la llave a bordo del Orient Express. 

Aquí es donde los responsables de la película, Cruise y McQuarrie, muestran todo lo aprendido en las anteriores entregas para crear un clímax perfecto en donde el balance entre aventura, espectacularidad, pozo dramático y diversión están en perfecta armonía. 

‘Grace’, convertida ahora en aliada, se infiltra en el tren y se hace pasar por la ‘viuda blanca’ gracias a la icónica máscara de camuflaje. 

El final te mantiene al borde del asiento, y es que en él se encuentra la mayor escena de riesgo que ha hecho Tom Cruise en su carrera, jugándose el pellejo en pro de ofrecer al mundo el mayor espectáculo posible.

Ahí, ‘Hunt’ se arroja desde lo alto de un precipicio al vacío con su moto sin ninguna protección más allá de un paracaídas, para llegar al tren y seguir allí el agónico clímax que lo lleva a luchar con ‘Gabriel’ encima del tren al más puro estilo “Brian De Palma”, para intentar conseguir la llave. 

El tren viaja sin freno hacía un puente que acaba de explotar, poniendo in extremis a ‘Hunt’ y ‘Grace’, que intentan salvarse trepando por los vagones que están colgando del puente, mientras van cayendo uno a uno. 

Una secuencia nunca vista antes en cine que pone el broche de oro a esta clase magistral de cine acción contemporánea que habla entre otras cosas de la importancia vital de la amistad y la fidelidad entre ‘Hunt’ y su equipo del FMI. 

Una de las mejores decisiones es hacer de la IA un villano aterrador y de rabiosa actualidad, que además funciona como metáfora de los tiempos en que vivimos, en los que cada vez cuesta más discernir entre lo que es real y lo que no.

Con un presupuesto de $290 millones de dólares, “Sentencia Mortal, Parte 1” es la más cara de la saga, pero seguro que recuperará su inversión gasta esta semana ya llegó casi a los $400 millones combinados de salas domésticas y de todo el mundo. 

Para saber cómo acaba “Sentencia Mortal” tendremos que esperar al estreno de su segunda parte el 28 de junio de 2024.

Puntuación 4,5 estrellas de 5.