Por Redacción
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Robert Redford, el icónico actor y director ganador del Oscar que convirtió su fama de galán de Hollywood en una plataforma para el cine independiente y la defensa del medio ambiente, murió el martes a los 89 años.
Redford se destacó por sus papeles protagónicos en clásicos como Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969) y All the President’s Men (1976). Como director, ganó un Oscar por Ordinary People (1980), y en 2002 recibió un premio honorario de la Academia por su contribución al cine independiente, incluyendo la creación del Festival de Cine de Sundance.
Inició su carrera actoral en 1960 con un pequeño papel en la serie televisiva Maverick, pero rápidamente se convirtió en una de las figuras más reconocibles de Hollywood. Fue nominado al Oscar como mejor actor principal en 1974 por The Sting, y en 1995 recibió nominaciones simultáneas como director y productor por Quiz Show.
Pionero del cine independiente
Apasionado por el arte cinematográfico, Redford fundó el Instituto Sundance, una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar el cine y el teatro independiente. Su festival anual, el Festival de Cine de Sundance, se ha convertido en uno de los eventos más importantes del cine independiente a nivel mundial, lanzando carreras de numerosos directores y actores.
“Robert Redford no solo fue un actor brillante, sino un defensor incansable del cine independiente”, dijo un portavoz del Instituto Sundance. “Su legado vivirá en las historias que ayudó a contar y en los cineastas que inspiró”.
Compromiso ambiental
Redford también fue un activista ambiental de larga data. Se mudó a las montañas de Utah en 1961 y dedicó gran parte de su vida a la preservación de los paisajes naturales del estado y del oeste estadounidense. Lideró iniciativas para proteger parques nacionales, ríos y bosques, y promovió políticas de sostenibilidad y conservación a nivel local y nacional.
“Siempre creyó que la cultura y la naturaleza podían coexistir y enriquecerse mutuamente”, destacó un colega cercano. “Robert veía el cine como una forma de contar historias que inspiraran a la gente a valorar y proteger nuestro planeta”.
Legado en Hollywood y más allá
A lo largo de más de seis décadas de carrera, Redford se mantuvo fiel a sus convicciones, evitando los escándalos típicos de Hollywood y priorizando proyectos con contenido significativo. Su estilo, tanto frente como detrás de cámaras, combinó elegancia, disciplina y una mirada profunda hacia la sociedad y la naturaleza.
El actor también utilizó su fama para abogar por causas sociales y políticas, y fue un referente para generaciones de cineastas que buscan equilibrar éxito comercial con integridad artística y compromiso social.
La noticia de su muerte ha generado múltiples homenajes en redes sociales y medios de comunicación, donde colegas, cineastas y fanáticos destacan su talento, su humanidad y su impacto duradero en la industria cinematográfica.
Redford deja un legado que trasciende la pantalla: un cine más consciente, independiente y comprometido con la cultura y el medio ambiente, que continúa inspirando a actores, directores y activistas en todo el mundo.
