Mueren 40 palestinos en Gaza; sigue la ofensiva israelí pese a conversaciones entre Trump y Netanyahu

Por Redacción
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Los bombardeos se produjeron en medio de renovadas negociaciones entre el expresidente Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quienes se reunieron por segunda vez en dos días en Washington, sin mostrar avances hacia una tregua que ponga fin a una guerra que ha dejado más de 57.000 muertos en el enclave palestino, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.

El Hospital Nasser, en la ciudad sureña de Jan Yunis, confirmó que entre las víctimas se encontraban 17 mujeres y 10 menores, en una jornada de intensos bombardeos que también afectaron instalaciones médicas y zonas residenciales. La familia Shaaban perdió a 10 de sus miembros en un ataque mientras buscaban refugio en una tienda.

Mientras sostenía los cuerpos de sus nietos envueltos en sábanas, otros miembros de la comunidad preparaban apresuradamente los entierros, temiendo nuevos bombardeos. Los ataques continuaban pese a que aumentaban las esperanzas de una posible tregua.

El sistema sanitario de Gaza está al borde del colapso. Varias instalaciones médicas han quedado fuera de servicio y médicos destacados han muerto en los ataques israelíes. Según el ejército israelí, en las últimas 24 horas se atacaron más de 100 objetivos, incluidos túneles, lanzadores de misiles y almacenes de armas.

Israel acusa al grupo islamista Hamás de operar dentro de zonas densamente pobladas, utilizando a civiles como escudos humanos. Hamás, por su parte, insiste en que no liberará a los rehenes restantes sin un alto el fuego duradero y la retirada total de las fuerzas israelíes del territorio.

En la zona costera de Muwasi, donde cientos de miles de palestinos desplazados viven en tiendas improvisadas, la situación humanitaria es crítica. Abeer al-Najjar, madre de varios niños, explicó que lucha cada día por conseguir agua y comida en medio del calor del verano.

“Rezo a Dios para que haya una pausa, y no solo una pausa donde nos mientan”, dijo, en referencia al último alto el fuego colapsado en marzo. Su esposo, Ali al-Najjar, describió la escasez de agua potable como insoportable. “Esperamos que este sea el fin de nuestro sufrimiento y podamos reconstruir nuestro país”, afirmó mientras corría con dos cubos vacíos hacia un camión cisterna.

Según testigos, los habitantes persiguieron el vehículo con desesperación. Amani Abu-Omar, otra residente de Muwasi, denunció que el camión cisterna solo llega cada cuatro días, lo que no es suficiente para mantener a sus hijos hidratados. “Sufrimos erupciones cutáneas por el calor. Solo queremos que esto termine”, afirmó.

Organizaciones internacionales de ayuda humanitaria han advertido que las restricciones israelíes, sumadas al colapso del orden público en Gaza, están impidiendo la entrega de suministros esenciales. El resultado: hambre generalizada, enfermedades y un creciente riesgo de hambruna.

Naciones Unidas considera que las cifras de muertos proporcionadas por el Ministerio de Salud de Gaza —aunque opera bajo el gobierno de Hamás— son las más fiables disponibles. Hasta el momento, la ofensiva israelí ha matado a más de 57.000 personas desde octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque sorpresa contra el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a 251.

Desde entonces, la mayoría de los rehenes han sido liberados durante treguas previas, aunque aún quedan decenas en poder de Hamás.

En Washington, Trump y Netanyahu continúan discutiendo una salida al conflicto. El martes por la noche, el primer ministro israelí declaró que ambos comparten la necesidad de “destruir a Hamás”. Netanyahu también elogió la “cooperación sin precedentes” entre ambos gobiernos.

El enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, tiene previsto viajar esta semana a Doha, Qatar, para continuar con las negociaciones indirectas con representantes de Hamás. Witkoff dijo que ya se han resuelto tres de los cuatro puntos clave de desacuerdo, pero no ofreció detalles sobre el obstáculo restante.

Tras su encuentro más reciente, Netanyahu aseguró que también discutió con Trump sobre la «gran victoria» frente a Irán durante la guerra de 12 días que concluyó hace dos semanas. Señaló que la situación actual presenta una oportunidad para ampliar los Acuerdos de Abraham, tratados de normalización entre Israel y países árabes promovidos por Trump durante su primer mandato.

Washington ha redoblado esfuerzos para incluir a Arabia Saudí en esa lista, con la esperanza de estabilizar la región a través de una mayor cooperación diplomática.

Pese a estos esfuerzos, la realidad en Gaza sigue siendo de muerte y destrucción. No hay indicios de un cese inminente de las hostilidades, y la población palestina continúa pagando el precio más alto en una guerra que parece no tener fin.

Mientras las bombas siguen cayendo y los niños mueren bajo los escombros, la comunidad internacional permanece dividida entre los llamados al alto el fuego y el respaldo a la ofensiva militar israelí. Y en medio del caos, las familias como la de los Shaaban entierran a sus muertos y esperan, una vez más, por una paz que no llega.