Por Agencias
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Así fue la llegada y así ha sido el abrupto final de la etapa del montenegrino en el Barcelona. Negociaciones, contratos, desencuentros…
Circula por ahí un documental sobre Nikola Mirotic que nunca salió a la luz. Nadie sabe la razón, porque el producto está completo. En el Barça, club que ahora quiere despedirlo, sí lo han visto.
La historia de Nikola Mirotic como azulgrana terminará sin la Euroliga, el gran objetivo con el que aterrizó en el verano de 2019, después de renunciar además al Mundial de China con la Selección para centrar sus esfuerzos en el que ha sido su club estos cuatro años.
Pero también con agradecimiento del Palau. Mirotic ha sido el jugador mejor pagado de Europa estas temporadas, pero también hizo un gran esfuerzo en su día para jugar en el Barcelona.
El famoso documental que (de momento) nunca se emitió comienza a rodarse en enero de 2019, en Milwaukee. Mirotic empieza a darle vueltas a la idea de regresar a Europa por motivos personales.
Ese runrún circula en el Barça, que además empezó a tratar en los primeros meses de 2019 el posible retorno de Álex Abrines, que había sufrido un episodio de depresión en la NBA. El representante del alero mallorquín, Igor Crespo, es el mismo que el de Mirotic. La chispa la enciende un viaje de Josep Maria Bartomeu a Miami para reunirse con Crespo.
El encuentro se produce gracias a una tercera persona, un amigo común de ambos que es quien tiende los puentes para que la operación se ponga en marcha.
El primer contrato con el Barça
Inmediatamente después de la reunión en Florida, Bartomeu llama al entonces mánager general de la sección del Barça, Nacho Rodríguez, constructor del equipo de los títulos de Sarunas Jasikevicius. Bartomeu le informa de las condiciones del contrato que ha pactado con Crespo y le pide, además de discreción (nadie, ni siquiera Albert Soler, entonces director general de las secciones del club, accedió a esa información), celeridad: “Coge un avión a Boston”, la primera ciudad en la que jugaba Mirotic con los Bucks y que tenía enlace directo con Barcelona.
Pero Rodríguez hace reflexionar a Bartomeu. Los números del contrato, el doble de por lo que acabará firmando, son desorbitados. Para un jugador de baloncesto en Europa y para la sección del Barça. Rodríguez está de acuerdo en que su salario sea el mejor del continente junto al de jugadores como Will Clyburn o Mike James, pero si Mirotic quiere ser jugador del Barça no se puede desequilibrar el presupuesto de la plantilla, poniéndolo además en contexto con la situación del club. El control económico de la Euroliga, además, lo prohíbe.
No hay viaje a Boston y, entre marzo y mayo de 2019, la negociación se rompe radicalmente. Pero la puerta vuelve a abrirse. Mirotic quiere volver a Europa, aunque no sea en esas primeras condiciones que ha negociado por el Barça.
El montenegrino le comunica a su agente que su primera opción es… el Real Madrid. Igor Crespo se pone en contacto con Juan Carlos Sánchez, responsable de la sección en el club blanco, para que este le haga saber a Florentino Pérez que Niko quiere estar de vuelta en el Palacio. En el Madrid le dan largas. Nadie llama. Es cuando Mirotic da orden a Crespo de que se reactiven nuevas opciones en Europa, ya que el club que lo fiche no tendrá que pagar porque el Real Madrid, en una mala operación, no se quedó con los derechos del jugador cuando se fue a la NBA en 2014.
El Barça vuelve a estar en la pomada e Igor Crespo le pide a Nacho Rodríguez un gesto. Es un asunto personal porque se está jugando perder la representación del jugador. Aprovechando esa situación de debilidad del agente, Nacho Rodríguez le ofrece al montenegrino un contrato de tres millones de euros netos por temporada sin los extras que ponen otros clubes europeos como el CSKA (piso, chófer, billetes de avión…). Una oferta razonable.
Mirotic es, además de un gran jugador, un proyecto de reclamo para enganchar al Palau con vistas a la que entonces se suponía inauguración del Nou Palau entre 2024 y 2025. Hay contraoferta: Mirotic pide 3,5 millones netos y el Barça lo ve viable.
La tentación final de Utah Jazz
Es la primera vez que un club europeo le va a quitar a la NBA un jugador que todavía es importante allí (esto es, que no ha fracasado y es titular) y tiene ofertas por mucho más dinero. Los contratos se empiezan a intercambiar hasta que, poco antes de cerrarse, Crespo comunica al Barça que Mirotic está dando marcha atrás.
Ha recibido una propuesta de tres años de Utah Jazz por unos 45 millones de dólares para ser titular en la mítica franquicia de John Stockton y Karl Malone y va a aceptarla. Durante una noche, Mirotic no viene al Barça y cunde la frustración por la que se consideraba una gran operación y, por supuesto, un golpe al Real Madrid.
Pero, en un giro de guion inesperado, a las seis de la mañana del día siguiente Nacho Rodríguez recibe una llamada de Igor Crespo en la que le comunica que Nikola Mirotic será jugador del Barça.
El primer contrato que Mirotic firma con el Barça es de unos siete millones de euros brutos por temporada, bonus de fidelidad y por el título de Euroliga aparte. Se extendía por tres cursos más un cuarto que podía ejecutar el jugador de manera unilateral. Pero llegó la pandemia y el Barça se vio obligado a reestructurar el acuerdo, así que en agosto de 2020 se firmó un segundo contrato, este hasta 2025 y que es el que ahora está vigente según las fuentes consultadas por AS, por un total de 46 millones de euros. Mirotic ‘perdonó’ un millón y medio al club en la temporada 2020-21 aunque, eso sí, exigió ganar más dinero en los últimos dos años de contrato. A día de hoy, y dado que su compromiso se extiende hasta 2025, le quedan por cobrar, según ha podido saber AS, unos 22 millones de euros.
Salvo sorpresa monumental, Mirotic se marchará del Barça después de que el club le haya ofrecido hasta en tres ocasiones bajar su contrato para continuar sin que el jugador haya aceptado porque considera que ya ha hecho suficientes esfuerzos, aunque estos no fueron del conocimiento de la actual directiva. El montenegrino ha ganado dos Ligas y dos Copas con el Barça. Ha sido el MVP de la Euroliga en la temporada 2021-22 y llevó siempre al Barça a la Final Four. Eso sí, sin éxito en el gran escenario europeo.
También ha luchado contra algunas dudas de Jasikevicius, que durante sus primeros años en el Barça consideraba que el líder real del equipo era Cory Higgins. El compromiso, el esfuerzo, y, finalmente, los números de Mirotic, han hecho cambiar de opinión a un entrenador que no siempre estuvo al cien por cien con él. Laporta, caliente después de la mala actuación de su capitán y jugador franquicia en la semifinal de Kaunas contra el Madrid, pidió a Juan Carlos Navarro y Mario Bruno Fernández que le comunicasen al jugador que no iba a seguir.
Mirotic ha sido mucho más que un fichaje en un plan que era tanto económico como deportivo. Dentro de los limitados ingresos del baloncesto, los del Barça han aumentado exponencialmente desde que la sección, perdida durante unos cuantos años, recuperó el norte en el plano competitivo. La sección, con una política más ambiciosa de fichajes, ha llegado a meter en caja más de cuatro millones de euros este curso en la Euroliga y también ha aumentado sus ganancias en la ACB. No sólo eso. El Palau se ha llenado y se ha creado fidelización con vistas a un Nou Palau que, esté cuando esté, reclamará una gran plantilla. Algo que ahora, con vistas al futuro, parece una incógnita.