Por Agencias
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Tras la dura eliminación en Champions, fue uno de los mejores en el último partido. Es uno de los menos señalados en el enfrentamiento entre club y afición.
El PSG pasa uno de los momentos más críticos desde la llegada del dinero Qatarí.
El club francés se ha visto apeado de la UEFA Champions League por el Real Madrid, en el año en el que probablemente, su proyecto estaba más enfocado que nunca a conseguir de inmediato la ‘orejona’.
Tras esta dura caída, el enfrentamiento entre aficionados y directiva es tan candente, que varias de las estrellas de la plantilla, que se han visto envueltas en el conflicto, están pensando abandonar el proyecto a final de temporada.
Entre todas estas alarmas, hay pocas cosas que despiertan optimismo en la afición, una de ellas es un argentino, aunque no el que todo el mundo esperaba.
Leandro Paredes se ha convertido en uno de los seguros de un club que pide a voces, una mayor solidez en el juego ofensivo, y un plus de solidaridad y trabajo en defensa.
El último partido del ex de Boca es una clara muestra de lo que ofrece al equipo: 80% de duelos ganados, y 99% de precisión en el pase, sumando a esto un plus convertido en un tanto y dos pases clave en la victoria por 3 a 0 ante el Girondins de Burdeos.
En la presentación de los jugadores antes del encuentro, los nombres de todo el equipo titular a excepción de Mbappe, fueron acompañados por silbídos desde la grada, aunque el de Leandro Paredes fue uno de los menos silbados, en clara comprensión de la poca culpa que tuvo un Leandro Paredes que abandonó el campo en el partido de vuelta ante el Real Madrid, con un global favorable (2-1) en el marcador, y que sus compañeros desaprovecharon en tan solo 7 minutos.
Un clavo al que agarrarse
Paredes es una de las pocas cosas que no parecen una incógnita para el club parisino de cara a rehacerse en la próxima campaña, es uno de los insustituibles, y pieza clave en uno de los roles más importantes dentro de estos colosos surgidos en el planeta fútbol a raíz del dinero del petróleo.
Manchester City o Chelsea son proyectos de una dimensión similar, con el mismo inicial problema que parece que frena al PSG cada año: Muchos nombres ‘arriba’, muchos nombres ‘abajo’, pero falta el pegamento que haga que el equipo funcione como un equipo, y no como una constelación de estrellas.
Ambos clubes ingleses han construido una regularidad dentro del fútbol europeo, tras darle prioridad a un centro del campo dominante en el fútbol de élite.
Fernandinho, Gundogan, De Bruyne, Kanté o Jorginho, son piezas fundamentales para la prosperidad de estos proyectos, y parece que Leandro Paredes es la piedra sobre la que puede empezar a cimentarse el nuevo PSG.
