Por y para los adolescentes

Programa busca mejorar situación de jóvenes en riesgo

Por Carlos Hernández

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Crear mejores oportunidades para los jóvenes de bajos recursos, pandilleros y en riesgo son las razones principales por las que un grupo de líderes de Santa Bárbara desde hace dos meses se dieron a la tarea de formar el Pro-Youth Movement (PYM).

La idea original fue de la concejal local Cathy Murillo, quien llamó a varios miembros activos de la comunidad local en julio para poner en marcha un ambicioso proyecto que abarca varias áreas.

“Lo que me inspiro fue el tema del ‘Mandato Antipandillas’, algo a lo que muchos se oponen en la comunidad, entonces le pregunte que era lo que querían y me dijeron: “darle más oportunidad y participación a los jóvenes y los niños” en la sociedad para evitarles caer en las pandillas”, indicó la concejal.

El Mandato Antipandillas o Gang Injuction en inglés, fue presentado hace dos años y medio a la Municipalidad y se enfoca en 30 individuos registrados como pandilleros peligrosos, de los cuales más de la mitad están en la cárcel o ya han sido deportados.

La enmienda les prohibiría a los “enlistados” comunicarse con otros pandilleros, mantenerse alejados de las escuelas y estudiantes, así como aplicar severas penas en caso reincidan en algún tipo de crimen por muy leve que este sea.

La medida que aún no ha sido puesta en marcha, ya representa unos $500 mil en gastos públicos relacionados con costos legales y administrativos ya que actualmente está siendo analizada por la Alcaldía antes de ser enviada a la Corte Suprema, donde un juez tendrá la decisión final si es implementada o no en Santa Bárbara.

Así, la concejal y las 50 personas que se han comprometido desde julio con el innovador PYM, han identificado que el problema de las pandillas o maras se puede originar por dificultades en varias áreas, principalmente e la escuela y el hogar.

“En las escuelas el problema es muy complejo, ya que muchas veces estos jóvenes una vez son identificados como pandilleros o problemáticos, se les aísla y segregan lo que hace casi imposible su reintegración, y es por ello que nosotros estamos buscando alternativas constructivas”, justificó la funcionaria de ascendencia mexicana.

Así, el Pro-Youth Movement cuenta con cinco sub grupos a los cuales les denominan comités los cuales trabajan en diferentes temas pero con un mismo objetivo, encontrar mayor participación de los jóvenes en riesgo y de hogares de padres inmigrantes.

Los cinco comités son: el de Educación, de Justicia Juvenil, de Proyección Social, de Investigación, las Abuelitas y el de Empleos.

Pat Hardy, una de las responsables del Comité de Justicia Juvenil, durante la última reunión que tuvo el PYM, donde se trató el impacto que tendría el “Mandato Antipandillas”, sostuvo que muchos jóvenes desean salirse de estos grupo violentos y solamente necesitan ayuda para lograrlo.

“Nosotros buscamos alternativas que sirvan tanto para los jóvenes como para sus familias, la educación de padres y en general es una excelente solución para combatir el problema y encarrilar a estos jóvenes nuevamente a una vida normal”, indicó Hardy.

Al mismo tiempo, la líder comunitaria resaltó que trabajarán en crear una unión entre la policía y la juventud de las áreas más afectadas como las del Eastside y del Westside.

“Buscamos identificar y usar lo que otras personas y organizaciones talvez pasan por alto, sobre todo en los recursos humanos disponibles en la comunidad que sabemos harán una gran diferencia en la vida de estos jóvenes”, explicó Hardy quien además es presidenta del Proyecto de Alternativas Contra la Violencia de California.

LAS CLAVES: EJEMPLO Y GUÍAS

Para Hardy uno de esos recursos indispensables para el éxito del proyecto los aporta el Comité de las Abuelitas, el cual es formada por mujeres, y ahora también buscan a hombres, de la tercera edad para que sirvan como mentores y ejemplos de las nuevas generaciones.

Bárbara Lotito de 76 años, quien ha pasado gran parte de su vida entre Santa Bárbara y México y es la encargada de este subgrupo, enfatiza en la importancia del rol activo que personas mayores aún pueden tener en la sociedad, y como el concepto de Las Abuelitas se inició en su país natal.

“Trabaje como voluntaria en un centro que se dedicaba a rescatar las costumbres y la cultura indígenas mexicanas, allí me di cuenta como la formación de una persona es un trabajo conjunto que envuelve no sólo a padres sino también a los abuelos”, sostiene.

Según la líder, en el circulo sagrado de los indígenas hay cuatro ciclos de vida: la niñez, adolescencia, ser padres y abuelos, donde los abuelos están en el polo opuesto de los jóvenes, “por lo que en las tribus, los padres se encargaban de darles todo y los abuelos eran los guías y sabios”.

Al mismo tiempo, Lotito asegura que debido al hecho que muchos padres, sobre todos los inmigrantes quienes por tener dos o tres trabajos carecen de tiempo para sus hijos, los niños y adolescentes no tienen guía en años que son críticos en su formación como personas.

“Estos niños viven al vilo de dos culturas. En la casa hablan español y tienen costumbres latinas, mientras que en la escuela y allá afuera están en un mundo anglo y en una etapa como la adolescencia, donde es instintivo la exploración de eventos y circunstancias, sino se tiene un buen guía les puede llevar a malos pasos”, explicó Lotito.

La “abuelita” también explico como el tratar de encarrilar y guiar a los adolescentes a una vida productiva es algo beneficioso para las personas de la tercera edad.

“ Es un esfuerzo donde se a dos grupos marginados, porque las abuelas también están segregadas, no tenemos el respeto que si hay en Latinoamérica y otras partes, pero haciendo esto nos da el poder de aportar y construir algo positivo en nuestra comunidad”.

De acuerdo a un reporte publicado en julio de este año por la South Coast Task Force, el número de pandilleros en la Ciudad ha disminuido desde 2009.

Según el documento ese año habían unos 368 adolescentes detenidos en centros juveniles de los cuales 306 habían cometido faltas relacionadas con pandillas, y de los cuales se habían reintegrado a la sociedad.

Para este año, el total de jóvenes en los mismos recintos fue de 296, de los cuales 203 pagaban condena por pertenecer a pandillas y de los cuales 79 salieron de ese mundo y ahora viven una vida normal.

Por su parte, Andrew Rodríguez de 16 años y quien se enteró del programa por medio del Concejo Juvenil de la Ciudad del cual es parte, se interesó en formar parte del PYM para ayudar a otros jóvenes latinos, especialmente aquellos de bajos recursos.

“Vengo de un hogar así y es bastante difícil superarse en este sistema par alguien como nosotros. Mi caso es diferente porque me críe rodeado de amigos blancos, pero entonces vi que hay oportunidades en las escuelas para salir adelante, y es algo que deseo que los demás sepan”, sostuvo.

Para el joven, quien desea ser ingeniero una vez termine su preparatoria, desgraciadamente “muchos otros latinos no corren con la misma suerte y descarrilan sus vidas por falta de apoyo”.

RETOS

La participación de los jóvenes es algo esencial en el grupo, como explica la concejal Murillo.

“Esto es por y para ellos, ahora la mayoría (formando el PYM) somos adultos pero nuestra meta es integrar más adolescentes para que vayan aprendiendo y valorando su importante rol en la sociedad”, explica.

La inclusión de jóvenes, principalmente los que hablan sólo español, es a su vez uno de los retos más grandes que enfrenta el grupo actualmente, sin embargo Murillo manifiesta que gracias a Andrew y otros jóvenes que ya son parte, el número de participantes va en aumento.

“Tener mas adolescentes inmigrantes activos con el programa es una de nuestras metas a corto plazo. Hemos tenido sólo tres reuniones desde que nos formamos, empezamos con solamente dos adolescentes pero ellos se han encargado de regar la voz y ahora ya son 10. Esperamos que en el futuro ese número sigan creciendo”, indicó la funcionaria quien espera que el PYM este rindiendo sus frutos en unos cinco meses.

Los 50 miembros con que cuenta actualmente el PYM y el cual está abierto al público en general, se reúnen el tercer sábado de cada mes, y según Murillo uno de sus objetivos es que el proyecto no se convierta en una institución sin fines de lucro registrada.

‘No queremos competir (por fondos) con otras instituciones para nada, ya hay muchas otras que hacen un buen papel, nosotros sólo queremos ayudarlas para alcanzar sus objetivos. Los comités son compuestos por puros voluntarios y serán como una herramienta para las otras organizaciones”, indicó.

Por último, la concejal indicó que no están buscando crear conflictos con instituciones públicas como los distritos escolares o el SBPD, sino que “deseamos aportar a lo que ellos hacen de una manera constructiva que beneficie a ambas partes”.

Para mayor información sobre el PYM o sus comités por favor enviar un correo electrónico a, [email protected] o a [email protected].