Por Redacción
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El pasado martes se llevó a cabo la presentación oficial emitida por la Congresista Republicana por Florida María Elvira Salazar y la representante Demócrata por Texas Verónica Escobar, en búsqueda de regularizar la inmigración aplicando cuota a indocumentados.
Según anunciaron varias agencias de prensa, la propuesta legislativa, presentada ante la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, incluye también más fondos para seguridad fronteriza, reformar la manera en la que las personas pueden pedir asilo, al igual que reforzar la seguridad en la frontera.
Bajo la propuesta, las personas que se encuentran en una situación migratoria irregular en EE.UU., que hayan vivido por cinco años en el país y que no tengan antecedentes penales pueden entrar a un programa que les ofrece permiso de trabajo y de viaje por siete años.
En ese periodo, deberán pagar una suma de $5,000 dólares en “restitución” al gobierno.
Estos fondos, explicó la congresista, se usarán para “asegurar la frontera” y para compensar a los ciudadanos estadounidenses que consideren que han sido reemplazados en sus puestos de trabajo por migrantes indocumentados.
Durante el periodo del “estatus de dignidad”, las personas no podrán tener acceso a servicios o programas sociales, explicó Salazar y, después de completar los siete años, deberán esperar otros cinco para solicitar la ciudadanía estadounidense.
El proyecto de ley contempla a su vez ofrecer un camino a la ciudadanía para las personas que estén en el Programa de Acción Diferida para los llegados en la infancia (Dreamers), y los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Con respecto a la situación en la frontera sur, la propuesta de ley propone la creación de unos “campus humanitarios” para detener a quienes buscan pedir asilo en EE.UU. y donde deberán esperar a que un oficial de asilo resuelva su caso en un periodo de 60 días.
Una de las principales ventajas de este enfoque es brindar a los inmigrantes indocumentados la oportunidad de salir de las sombras y contribuir plenamente a la sociedad estadounidense.
Muchos de estos inmigrantes han construido vidas en Estados Unidos, tienen familias, trabajos y contribuyen a sus comunidades.
La regularización les permitiría vivir y trabajar legalmente en el país, lo que a su vez generaría beneficios económicos y sociales.
De acuerdo a las oficinas de las dos funcionarias, en primer lugar, la regularización de los inmigrantes indocumentados les proporcionaría seguridad y estabilidad.
“Muchos de ell@s viven con temor constante a la deportación y enfrentan una falta de acceso a servicios básicos y derechos laborales”, explicó Salazar.
Además, ambas recalcan que esta medida beneficiaría a la economía estadounidense como nunca se ha visto antes con ningún otro tipo de propuestas de ley.
“Los inmigrantes indocumentados representan una parte significativa de la fuerza laboral en diversos sectores, como la agricultura, la construcción y los servicios.
Al regularizar su situación, se eliminaría la explotación laboral y se aseguraría que los trabajadores reciban salarios justos y condiciones de trabajo adecuadas”, indicó Guevara.
Asimismo, la regularización gradual fomentaría la integración de los inmigrantes en la sociedad estadounidense.
Esto fortalecería los lazos sociales y ayudaría a crear una sociedad más inclusiva y diversa.
Por otro lado, el proyecto bipartidista también tiene en cuenta los intereses nacionales al establecer requisitos y condiciones para la regularización