Por Agencias
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Pese a las críticas y los últimos acontecimientos con Jordi Alba, Frenkie de De Jong, Piqué y Sergio Busquets, Xavi se alinea incondicionalmente con sus pesos pesados.
En los días malos, nada como la comunión y el discurso único en un vestuario para poder salir de situaciones peliagudas.
Este domingo, después de ganar en Vitoria, dio la sensación de que jugadores y cuerpo técnico del Barça han decidido blindar a cal y canto la puerta de la caseta y, más allá del caso Dembélé, cerrar filas, especialmente con sus vacas sagradas, discutidísimas en los últimos días después de las caídas ante el Madrid y el Athletic.
La primera, con un error grueso de Busquets en el primer gol de Vinicius; la de San Mamés, con una noche para olvidar de Jordi Alba, ampliamente superado por Nico Williams y autor del penalti que decidió del partido.
Jugadores como Frenkie de Jong, también entre las vacas sagradas discutidas, y Jordi Alba se sintieron con fuerza para reivindicarse.
El holandés discutió el análisis que se hace de sus partidos y tiró con bala.
«Ahora dirán que si marco un gol, juego bien. Mucha gente no ve mis partidos bien. Yo tengo que mejorar mucho, pero tampoco soy un desastre».
Luego le tocó al lateral, que se quejó de estar en una diana. «Me siento señalado hace muchos años, pero acepto todas las críticas. Es parte de este circo y sé que, cuando hay un mal partido, siempre se señala a quienes se tiene que señalar (…). Si juego bien no se habla de mí, si doy dos asistencias será normal y si no juego bien, se me va a matar (…). Nadie me ha regalado jugar diez años en el Barça». Los capitanes se sienten aludidos por las críticas hace tiempo.
«Siempre se señala a los veteranos cuando se pierde, pero hay veteranos en todos lados. Parece que sólo hay veteranos en el Barça. De los veteranos se habla desde hace cuatro o cinco años, y yo tenía 28 o 29 años…».
Lo que sí queda claro es que Xavi se ha puesto de parte de sus capitanes de manera incondicional y, en un momento en el que están discutidos, dejó claro que él no va a ser quien haga el relevo, al menos esta temporada.
«El entorno no ayuda a veces. Por ejemplo, Alba ha hecho un gran partido; o Busquets y Piqué que han sido criticados; Frenkie ha hecho un partido mejor también», explicó este domingo en Vitoria, dando continuidad a las palabras de otras semanas, en las que ha hablado de «compromiso brutal» de sus capitanes.
Queda claro que el objetivo del técnico del Barça es mantener sano el vestuario.
Xavi admitió que están «sufriendo» y cualquier grieta en la caseta sería dramática para un equipo al que, deportivamente, no le sobra nada. Deben ser ellos contra el mundo.
Xavi reconoció que el Barça celebró a lo grande la victoria en el vestuario.
No es el triunfo más importante de la historia del club, pero mejor celebrar victorias que derrotas.