Por Agencias
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La biografía de Scottie Pippen arroja más críticas a Michael Jordan: «No quería pasar el balón, pero quería que hiciéramos todo por él».
Siguen las reprobaciones de Scottie Pippen hacia Michael Jordan.
Además de las semanas en las que viene soltando comentarios contra el que era su compañero ahora debe ayudar a vender su libro de memorias, que ya está a la venta.
En él Pippen hace un repaso, ayudado por un escritor como Michael Arkush, por las experiencias que ha tenido en su carrera deportiva, en la que Jordan tiene un papel absolutamente fundamental.
El debate recurrente sobre quién es el mejor jugador de la historia de la NBA no tiene freno.
Todo el mundo opina sobre ello.
El documental The Last Dance, emitido el año pasado, ayudó al lado de Jordan, pero la salvajada de curriculum vitae que está amasando LeBron James, ahora en los Lakers, amplía las opciones según va pasando el tiempo.
En Unguarded, ya en las librerías, Pippen también participa.
El que era el mejor aliado de Michael Jordan se pasa, sin saber con qué propósito, al lado de LeBron James, asegurando que es el mejor que jamás haya jugado al baloncesto.
Para ello utiliza una experiencia personal sobre el traslado del deporte en el terreno profesional al que no lo es por culpa de la mala praxis de Jordan con los Bulls, en lo cual se explaya.
«Iré tan lejos como para decir que Mike arruinó el baloncesto. En los 80, en los parques, tenías a todo el mundo moviendo el balón y pasando para ayudar al equipo. Eso paró en los 90. Los niños querían ‘ser como Mike’. Bueno, pues Mike no quería pasar el balón, pero es que tampoco quería coger rebotes o defender al mejor jugador del equipo rival. Él quería que lo hiciéramos todo por él. Por ello es por lo que siempre he creído que LeBron James es el mejor que haya jugado a este deporte, hace de todo y representa todo de lo que va este juego»
La percepción de Pippen no se traslada a los números ni a los reconocimientos que tiene Jordan tras su carrera en la NBA.
Si hablamos de defender… El primer MVP de la Temporada lo consiguió de la mano del premio a Jugador Defensivo del Año, en 1988.
Ha estado nueve veces en el mejor quinteto a nivel defensivo, por lo que no era casualidad.
Ha estado dos veces en el top-20 de la temporada en tapones sin ser ni siquiera jugador interior.
Su especialidad eran los robos, una categoría que lideró en tres cursos distintos.
Si hablamos de pasar… Normal que priorizara el jugársela él cuando hasta su primera retirada promedió 32,3 puntos por encuentro con un 51,6% de acierto.
En las tres temporadas de su primer triplete con Chicago superó la media de su carrera, que es de 5,7, en asistencias por partido durante las series por el título.