Por Redacción
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El presidente Donald Trump anunció la imposición de nuevos aranceles a México y Canadá a partir del 4 de marzo, además de duplicar al 20% el impuesto del 10% sobre las importaciones chinas.
La medida, según el mandatario, busca frenar el tráfico de fentanilo y reforzar la seguridad en la frontera, pero ha generado preocupación en los mercados y entre líderes comerciales.
Impacto en el comercio y la economía
Los aranceles incluyen un 25% sobre bienes importados desde México y Canadá, además de un impuesto del 10% a productos energéticos canadienses como petróleo y electricidad. La decisión de Trump llega en un momento en que el comercio entre estos países sigue siendo crucial para la economía estadounidense, con un volumen de intercambios que supera el billón de dólares anuales.
Las medidas han causado inquietud en los mercados, ya que podrían afectar el costo de bienes de consumo y provocar represalias comerciales. El índice de confianza del consumidor cayó 7 puntos en febrero, su mayor descenso desde agosto de 2021, según el Conference Board. Además, el S&P 500 registró pérdidas, revirtiendo algunas de las ganancias obtenidas tras la victoria de Trump en las elecciones de noviembre.
Por su parte, China enfrenta un aumento de sus aranceles debido a su presunto papel en la producción de productos químicos utilizados para fabricar fentanilo. Trump ha insistido en que estos impuestos buscan presionar a otros países para que tomen medidas más enérgicas contra el tráfico de drogas.
Reacciones y perspectivas
En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su intención de dialogar con Trump para evitar la aplicación de los aranceles. Mientras tanto, el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, se reunió con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, para discutir la situación. México también ha intensificado su cooperación en seguridad, desplegando 10.000 miembros de la Guardia Nacional en la frontera.
Canadá, por su parte, ha designado un “zar del fentanilo” para coordinar esfuerzos contra el tráfico de drogas, mientras evalúa posibles represalias comerciales. El gobierno canadiense ha señalado que cualquier impuesto sobre sus exportaciones de energía podría tener consecuencias en los costos para los consumidores estadounidenses.
Trump, quien durante su campaña presidencial prometió reducir la inflación, ha defendido su estrategia comercial, asegurando que su objetivo es equilibrar el comercio global. También anunció que el 2 de abril implementará un “arancel recíproco” para igualar los impuestos que otros países aplican a los productos estadounidenses. Entre los sectores que enfrentarán impuestos adicionales están el automotriz, el de chips de computadora y el farmacéutico.
Si bien el presidente ya impuso aranceles al acero y aluminio en 2018, ahora planea eliminar exenciones y añadir impuestos sobre importaciones de cobre. Estas medidas han generado incertidumbre sobre un posible conflicto comercial si otros países responden con represalias.
A medida que se acerca la fecha de implementación de los aranceles, la Casa Blanca se mantiene firme en su postura, mientras los líderes empresariales y analistas advierten sobre el impacto en la inflación y el crecimiento económico.
