
Por Redacción
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El gobierno de Donald Trump deportó a cientos de migrantes tras invocar la Ley de Enemigos Extranjeros, una medida rara vez utilizada.
A pesar de una orden judicial que bloqueaba la acción, los detenidos fueron enviados a El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele acordó recibirlos en sus prisiones.
Deportaciones masivas bajo ley de guerra
El gobierno del expresidente Donald Trump deportó a cientos de personas tras invocar la Ley de Enemigos Extranjeros, una facultad reservada para tiempos de guerra y utilizada solo en tres ocasiones anteriores. A pesar de una orden judicial que bloqueaba su aplicación, la Casa Blanca confirmó la expulsión de presuntos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua (TDA).
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, justificó la medida en un comunicado en el que calificó a la pandilla como “una de las organizaciones criminales más violentas del planeta”. Según Leavitt, el grupo ha cometido delitos atroces en suelo estadounidense, incluyendo los asesinatos de Laken Riley y Jocelyn Nungaray, lo que representa una amenaza directa para la seguridad nacional.
El Departamento de Seguridad Nacional, bajo órdenes de Trump, arrestó a casi 300 presuntos integrantes del Tren de Aragua y los trasladó a El Salvador.
“Gracias al gran trabajo del Departamento de Estado, estos monstruos atroces fueron extraídos y ya no representarán un peligro para el pueblo estadounidense”, afirmó Leavitt.
Juez bloquea la orden, pero expulsiones siguen
Las deportaciones ocurrieron horas después de que un juez federal bloqueara temporalmente el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros. La decisión ordenaba el regreso de los migrantes deportados en vuelos ya en curso y establecía una restricción de 14 días.
Sin embargo, el secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que “cientos de criminales violentos” ya habían sido expulsados cuando se emitió la orden. Rubio también agradeció al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por aceptar encarcelar a los deportados. Además, confirmó que el país centroamericano recibió a dos líderes de la MS-13 y a 21 salvadoreños detenidos en Estados Unidos.
Rubio subrayó en X (antes Twitter) que la deportación masiva también representó un ahorro para los contribuyentes estadounidenses. “El Salvador se ha comprometido a mantener a estos criminales en sus cárceles a un precio justo”, escribió.
El domingo, Bukele confirmó la llegada de los deportados y su traslado al Centro de Confinamiento para Terroristas (CECOT), donde permanecerán al menos un año. Según informes el empresario Erik Prince, aliado de Trump, ha estado en conversaciones con Bukele desde 2023 para recibir migrantes indocumentados en caso de que Trump regrese a la presidencia.