Por Redacción
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A pesar de las críticas de algunos de sus aliados por los comentarios racistas y ofensivos hechos durante un mitin el fin de semana, Donald Trump declaró el martes que fue un “honor estar involucrado” en el evento, describiéndolo como un “festival de amor.”
Esta misma expresión la ha utilizado anteriormente para referirse al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Trump, quien se reunió con seguidores y periodistas en su finca de Mar-a-Lago, hizo estas declaraciones dos días después de un mitin en el Madison Square Garden, en Nueva York, en el que varios oradores lanzaron comentarios insultantes, incluyendo una broma del comediante Tony Hinchcliffe, quien describió a Puerto Rico como una “isla flotante de basura.” La campaña de Trump se distanció de este comentario, aunque no criticó otros dichos de los oradores.
En lugar de disculparse, tanto en Mar-a-Lago como en una entrevista con ABC News, Trump sostuvo que el evento fue “hermoso.” “El amor en esa sala era impresionante”, dijo. “Fue como un festival de amor, un auténtico festival de amor, y fue un honor para mí estar involucrado.”
A tan solo una semana de las elecciones, algunos republicanos expresaron preocupación de que el mitin, que debía reforzar el mensaje de cierre de la campaña de Trump en Nueva York, haya desviado la atención e incluso provocado una reacción negativa. Esto es relevante dada la importancia electoral de los puertorriqueños que residen en estados clave como Pensilvania.
El martes, Trump tenía programado otro mitin en Allentown, Pensilvania, una ciudad con una gran población latina. Se esperaba la presencia de Zoraida Buxo, senadora sombra de Puerto Rico. Buxo, quien apoya abiertamente a Trump, declaró en la red social X que él es el “líder fuerte” que Puerto Rico necesita.
Las reacciones tras el mitin en Nueva York subrayan la preocupación de algunos votantes respecto a la retórica de Trump, quien es conocido por sus comentarios controvertidos. Durante el evento, otros oradores también emitieron comentarios racistas sobre latinos, afroamericanos, judíos y palestinos, además de comentarios sexistas hacia la vicepresidenta Kamala Harris y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
El martes, Trump intentó desviar la atención de la controversia y dirigió sus críticas hacia Harris, centrándose en su historial sobre la economía y la política migratoria. Acusó a Harris de llevar a cabo una “campaña de odio absoluto” y de “hablar de Hitler y los nazis” debido a un “desempeño horrible.”
En su entrevista con ABC, Trump trató de tomar distancia de Hinchcliffe, afirmando que no lo conocía y que no sabía quién lo había incluido en el evento. Aun así, cuando se le pidió una opinión sobre los comentarios, Trump reiteró que no los había escuchado y no aprovechó la oportunidad para rechazarlos.
Los comentarios de Hinchcliffe provocaron una ola de críticas entre los líderes puertorriqueños. El arzobispo de Puerto Rico pidió a Trump que rechazara abiertamente el insulto, argumentando que la condena de la campaña no era suficiente. El presidente del Partido Republicano de Puerto Rico también se pronunció, calificando la “broma” de Hinchcliffe como “vergonzosa e ignorante.”
En Pensilvania, el número de votantes latinos se ha triplicado desde el año 2000, y más de la mitad de ellos son puertorriqueños. Angelo Ortega, residente de Allentown y exrepublicano, expresó su indignación al enterarse de los comentarios. “No sabía qué sentir: si enfado o incredulidad,” dijo Ortega, quien ha estado apoyando la campaña de Harris y mencionó que algunos republicanos latinos podrían reconsiderar su apoyo a Trump tras este incidente.
Sin embargo, otros republicanos puertorriqueños no se mostraron afectados. Lydia Maldonado, quien asistió al evento de Trump en Florida, argumentó que el expresidente no fue el autor de los comentarios y minimizó la controversia. “Es un comediante, y un comediante vive de hacer gracia y decir tonterías,” dijo Maldonado.
Por su parte, la campaña de Harris lanzó un anuncio digital en estados clave dirigido a votantes puertorriqueños, que destaca los comentarios hechos en el mitin del Madison Square Garden, intentando aprovechar la controversia en beneficio de la campaña demócrata.