Por Redacción
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un paso sin precedentes en su estrategia de militarizar ciudades gobernadas por demócratas, alegando la necesidad de imponer la ley y el orden. Ordenó desplegar la Guardia Nacional en Washington D.C. y asumir el control de la policía local, con el objetivo declarado de “liberar” la ciudad de la delincuencia y de las personas sin hogar.
Agentes del FBI también reforzarán las patrullas nocturnas y apoyarán a la policía metropolitana, a pesar de que datos oficiales contradicen las afirmaciones del presidente. Según un informe del Departamento de Justicia, los delitos violentos en la capital cayeron 35% en 2024, alcanzando el nivel más bajo en tres décadas.
Un despliegue de gran alcance
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el de Interior, Doug Burgum, Trump anunció el envío inicial de 800 soldados, con posibilidad de aumentar el número. La alcaldesa Muriel Bowser calificó la medida de “desconcertante e improcedente”.
La toma del control de la policía metropolitana durará 30 días, el límite que permite la ley que regula la autonomía del Distrito de Columbia. Pam Bondi, fiscal general, confirmó que agentes de otros cuerpos ya patrullan la ciudad desde el fin de semana.
Reacciones y críticas
El anuncio generó reacciones inmediatas. La demócrata Nancy Pelosi recordó que el 6 de enero de 2021, durante el asalto al Capitolio, Trump retrasó el despliegue de la Guardia Nacional. En su opinión, la medida busca “distraer de su gestión incompetente” en temas como aranceles, salud, educación e inmigración.
Organizaciones como Human Rights Watch advirtieron que el uso de fuerzas militares para tareas policiales es “peligroso e injustificado”, especialmente en ciudades con poblaciones mayoritariamente racializadas.
Trump ya había ordenado un despliegue similar en Los Ángeles en la primavera pasada, argumentando que las protestas contra redadas migratorias se habían descontrolado. El gobernador de California, Gavin Newsom, demandó la decisión alegando que viola la ley que prohíbe el uso de las Fuerzas Armadas con fines policiales.
El presidente también amenazó con aplicar la misma estrategia en Chicago y Los Ángeles. Washington D.C., a diferencia de los estados, carece de control total sobre su Guardia Nacional, lo que permite al presidente asumir el mando directo.
Trump mantiene una relación complicada con la capital, que históricamente ha votado en su contra. Durante su primer mandato, adquirió un histórico edificio postal para convertirlo en hotel, pero lo vendió tras perder las elecciones de 2020 frente a Joe Biden. Sus críticas hacia la ciudad se intensificaron después de un intento de robo contra Edward Coristine, un exmiembro del Departamento de Eficiencia Gubernamental liderado por Elon Musk.
La alcaldesa Bowser advirtió que el despliegue de la Guardia Nacional no sería el uso más eficiente de sus recursos. “No son agentes de policía”, señaló en entrevista con MSNBC.
