Por Agencias
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El sueco de 22 años, que empezó a saltar a los cuatro, franquea en Belgrado el listón en 6,19 metros, el brinco con pértiga más alto de la historia.
El Ícaro de la pértiga se acerca aún más al sol tras sobrepasar el listón de 6,19 metros en el Stark Arena de Belgrado, el vuelo más alto de la historia de la especialidad.
Armand ‘Mondo’ Duplantis quería llegar con esa marca al Mundial de la próxima semana para intentar redondear el 6,20 en la cita estrella de la pista cubierta 2022.
El sueco de 22 años, que se inició en esta difícil especialidad con 4 años usando una pértiga muy pequeña hecha a medida por su padre, voló, festejó y se fue a celebrarlo a la grada con su novia Desire Inglander.
Duplantis que logró la gesta en su tercer intento en la capital de Serbia lleva 20 victorias consecutivas y las siete últimas con brincos por encima de los 6 metros, un hito sólo al alcance del prodigio nacido en Louisiana (EE UU) el 10 de noviembre de 1999 que tiene doble nacionalidad: sueca por su madre, de soltera Helena Hedlund, qye fue heptatleta y jugadora de voleibol; y estadounidense por parte de su padre Greg (ahora su entrenador) que también fue pertiguista y llegó a franquear el listón en 5,80.
El niño volador, ese que ha borrado a Sergei Bubka de todos los libros de números (aunque los éxitos y lo conseguido por el ucraniano, en su época momento atleta soviético, siempre perdurará), sigue sumando capítulos en su historia con la pértiga, una sucesión de proezas que anunciaban en lo que se ha convertido.
Con 9 años superó los 3 metros, con 13 los 4, con 15 los 5, con 18 los 6,05… mientras Bubka con esa edad hacía historia en 1983 al proclamarse campeón del mundo con su mejor marca, 5,70.
En Roma 2020, Mondo franqueó el listón en 6,15 igualando el récord del mundo al aire libre que aún conservaba Bubka dese 1994.
En los últimos años nadie ha osado retarlo, quizá únicamente el francés Renaud Lavillenie en algún concurso en 2021.
Ahora el norteamericano Chris Nilsen, subcampeón olímpico en Tokio tras Duplantis, parecía retarle para el Mundial indoor tras saltar el pasado fin de semana 6,05… pero el último vuelo del fabuloso sueco parece zanjarlo.
Un prodigio que a finales de 2021 se quitó su único miedo en competición. «Mi mayor temor siempre ha sido que hubiera algún problema con las lentillas en medio de una competición. Siempre lo he tenido en mente y me estresaba ese pensamiento. Además nunca me he sentido cómodo con las lentillas, siempre me han irritado los ojos, pero era imposible saltar sin lentillas. No veía el cajetín ni la barra. Todo estaba borroso, tenía un defecto de visión muy grave. Era como una desventaja con la que tenía que vivir. Solo levantarme e intentar ir a por un vaso de agua en la madrugada era una aventura».
Es absolutamente maravilloso poder ver bien. Es como si se hubiera abierto un mundo completamente nuevo para mí», explicaba Mondo a ‘aftonbladet.se’.
Duplantis es una estrella atípica.
Vive en Kungsholmen (una isla en el centro de la capital de Suecia), es cercano, casi accesible y responde de forma sincera aunque su amplitud de sonrisa desvela que se guarda los datos técnicos fundamentales siempre que habla de sus cambios, mejoras o estrategia ante la competición.
Además, su físico se sale del parámetro habitual del pertiguista ya que mide 1,81, cuando la media de los que han superado los seis metros es de 1,88.
Para 2022 tenía varios objetivos y ya ha empezado a cumplirlos… para desazón de sus rivales. «El objetivo es ganarlo todo, quiero ser el mejor saltador de pértiga de todos los tiempos.
Quiero un nuevo récord mundial bajo techo y ganar el Mundial en Belgrado y al aire libre en Eugene. Nunca me he sentido más preparado.
Soy más fuerte y más rápido. Y no he tenido ningún contratiempo con lesiones o enfermedades.
Es hora de saltar 6,19 aunque 6,20 suena mejor, es una meta más grande que también espero poder afrontar.
Intentaré lograr el récord mundial cada vez que tenga la oportunidad», anunciaba.