Por Agencias
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Uno de los temas que ha dominado la agenda económica en Estados Unidos es la inflación, que se ha situado en el 7%, el nivel más alto en 39 años.
En otros países (como Argentina o Venezuela) puede parecer un nivel normal, pero en la mayor economía del mundo es un gran problema.
Los salarios han aumentado, pero como el incremento ha sido menor al de la inflación, la gente lo siente directamente en el bolsillo, especialmente las familias más vulnerables que destinan gran parte de su presupuesto a necesidades básicas.
El resultado es que la vida está cada día más cara en la medida que sigue aumentando el consumo de los hogares, poniendo más presión en las redes de suministro globales de los productos que ya estaban atascadas por los efectos de la pandemia.
Así, una parte importante de la población tiene dinero para gastar, pero no hay suficiente oferta de productos para satisfacer la demanda.
Pero, más allá de la inflación, hay otros indicadores económicos que muestran que las cosas no van tan mal como parece.
Este viernes se publicó un dato bastante alentador: la economía agregó 467.000 puestos de trabajo en enero, una cifra superó las expectativas de los expertos.
«Es bastante extraordinario que pese a la pandemia la economía de Estados Unidos lo ha hecho bastante bien», dice el economista Gian Maria Milesi-Ferretti, investigador senior del Hutchins Center on Fiscal and Monetary Policy del centro de estudios Brookings Institution, en Washington, D.C.
Al dar una mirada a lo que está pasando con el crecimiento económico, el desempleo, la pobreza y el consumo, aparece la otra cara de la moneda.
El presidente Joe Biden ha insistido en que las políticas que ha implementado su gobierno -que incluyen un gran aumento del gasto público- han permitido amortiguar los golpes de la pandemia, especialmente en lo que se refiere al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
«Los números del PIB de mi primer año muestran que finalmente estamos construyendo la economía estadounidense para el siglo XXI», declaró recientemente.
La oposición republicana, en cambio, no está conforme con que el gasto público siga creciendo, ni con que se mantengan las extraordinarias ayudas fiscales que han estado inyectando dinero a la economía.
Aquí te presentamos 4 cifras que muestran el buen estado de la ecnomía estadounidense:
1. Alto crecimiento económico
Ya en el tercer trimestre de 2021, el Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense había superado los niveles registrados antes de la pandemia.
También aumentaron los niveles de ahorro de los hogares, el salario promedio de los trabajadores y, en general, el consumo y la demanda interna.
Esta recuperación económica acelerada es atribuida, en parte, a las políticas y ayudas económicas impulsadas por el gobierno de Biden, incluyendo los cheques de estímulo que recibieron los ciudadanos, el refuerzo de las ayudas por desempleo y el Programa de Cupones para Alimentos, así como las ayudas fiscales para familias con hijos menores de edad.
Estas medidas estaban incluidas en el plan de estímulo económico (Ley Estadounidense de Rescate) valorado en US$1,9 billones aprobado por el Congreso y promulgado por Biden en marzo de 2021.
«La economía ha tenido un mejor desempeño al compararla con otros países desarrollados», como los del llamado G7, que también incluye a Canadá, Francia, Alemannia, Italia, Japón y Reino Unido, argumenta Milesi-Ferretti.
«Al analizar la tendencia, si no hubiésemos tenido la pandemia, el crecimiento tampoco sería mucho más alto», apunta.
En cifras, el incremento del PIB en 2021 fue de 5,7% (el nivel más alto en 37 años), mientras que el crecimiento económico de 2019 (antes de la pandemia) fue de 2,2%.
Eso ocurrió luego de que EE.UU. sufriera una espectacular contracción del 3,4% en 2020 -cuando la pandemia provocó una recesión global-, la peor caída desde finales de la Segunda Guerra Mundial.
2. Disminución del desempleo
A fines de 2021 el desempleo bajó en EE.UU. desde un 6,4% a un 3,9%, la mayor caída de la desocupación en un mismo año ocurrida en la historia del país.
Antes del inicio de la pandemia, en febrero de 2020, el desempleo se encontraba en el 3,5%, es decir, no tan lejos del nivel actual.
En los dos últimos años el mercado de trabajo ha experimentado algunos problemas, como la disminución de la fuerza laboral y la escasez de empleados, aunque en medio de las dificultades, la economía ha logrado recuperar casi 19 millones de los 22 millones perdidos por la pandemia.
3. Disminución de la pobreza
Otro de los indicadores que muestran la buena salud de la economía estadounidense es la disminución de la pobreza.
Gracias al apoyo de las ayudas fiscales, las familias más vulnerables lograron resistir los efectos de la pandemia en la economía.
Aunque las estadísticas oficiales de la Oficina del Censo para 2021 aún no están disponibles, un equipo de expertos del Center on Poverty and Social Policy de la Universidad de Columbia, proyectó que la pobreza habría llegado a cerca de un 12,6% el año pasado.
Comparado con el 10,5% de 2019, el último año sin pandemia, se ve que la situación no escaló a niveles difíciles de controlar como sí ocurrió en otros países.
En EE.UU. se considera que una familia de cuatro personas -dos adultos y dos niños- vive bajo la línea de pobreza si su ingreso es inferior a US$27.000 al año.
El caso de la pobreza infantil, que en diciembre llegó all 12,1%, según las estimaciones del equipo de la Universidad de Columbia, es bastante sorprendente.
Lo habitual es que la pobreza afecte más a los niños pero, si se confirma la proyección de la Universidad de Columbia, se demostraría la efectividad de las ayudas fiscales entregadas en 2021 directamente a las familias con hijos.
Lo que advierten los expertos es que, como están llegando a su fin muchos de los beneficios entregados en los últimos meses, es probable que la pobreza infantil aumente.
4. Aumento del consumo
Se estima que el gasto de los consumidores en 2021 llegó a los US$47.528per cápita, un nivel más alto que el de 2019, cuando fue de US$43.919.
«Al consumo le ha ido muy bien en un momento difícil», señala Milesi-Ferretti.
Además, ha experimentado un giro, agrega, porque los estadounidenses están comprando más bienes que servicios.
Tanto el consumo como la inversión privada se han estado recuperando a pesar de la nueva ola de la variante ómicron.
Los bancos JPMorgan y Bank of America informaron que las finanzas de los hogares están técnicamente en una mejor posición que antes de la pandemia.
Ahora bien, algunos economistas han advertido que esos ahorros que muchos pudieron acumular durante la pandemia han comenzado a disminuir.
Mirando hacia el futuro, el crecimiento económico de EE.UU. se situará en torno a un 4%, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).