Me gustaría saber si soy la única persona a la que le cuesta no estar pensando constantemente en la situación que vivimos debido a esta pandemia, todos los temas que se me vienen a la mente, se ven afectados directa o indirectamente por lo que podemos o no hacer durante las nuevas reglas durante estos tiempos de COVID-19.
Es difícil mantener una conversación con seres queridos o estar conectados en las redes sociales sin que pasen un par de minutos en los que no veamos algo con referencia al virus, el miedo, o la ansiedad que está generando a diferentes niveles.
Es por eso que quiero enfocarme en la importancia de construir la resiliencia emocional, ya que como hemos escuchado antes, la mayoría de los niños van a recordar como su familia y hogar se sintieron durante estos tiempos inciertos del COVID-19, más de lo que se acordarán de nada en específico sobre el virus, por lo que la manera en que nosotros respondamos como madres de familia, es crítico en este momento ya que los niños nos están observando y están aprendiendo con nuestro ejemplo el cómo responder ante el estrés y la incertidumbre.
Es importante aprender como conectarnos con la resiliencia y no con el pánico, y este momento que estamos viviendo es una oportunidad idónea, que podemos tomar como un regalo que debemos de aprovechar para practicar esas herramientas y aprender cómo hacerlo.
La mejor manera de crear resiliencia es entender dónde estamos y aceptar que las cosas van a empeorar un poco antes de que mejoren, hay que aceptar que estamos tristes, hartos o enojados de que todo se está cancelando y estamos en casa y que los hijos quieren salir y no podemos hacerlo.
Una vez que aceptamos como nos sentimos, esto hará que los sentimientos de malestar irán desapareciendo al acoplarnos a nuestra nueva normalidad.
Otro factor importante para desarrollar la resiliencia emocional es crear una nueva rutina y ponernos a nosotros y nuestra familia en horarios establecidos y estos pueden ser tener una hora de despertarnos, ejercitarnos y arreglarnos, no vivir en pijamas todo el día comer sanamente y organizar actividades sociales de manera virtual para adultos y para niños y que estas actividades estén registradas en el calendario.
Es sumamente importante tratar de recuperar el aspecto social y emocional que es lo que más se está perdiendo en el aislamiento físico.
La nueva tecnología y aplicaciones tales como Facetime, WhatsApp y zoom hacen posible video llamadas grupales donde niños y adultos por igual pueden gozar de un tiempo con personas a las que extrañamos y entender que estamos juntos viviendo esta experiencia y sentirnos menos solos.
En lo personal, desde que hemos estado en casa, mis hijos están cansados de la escuela en línea y las múltiples actividades que esto representa, pero cuando es momento de reunirse con sus amigos sin maestros o adultos, lo han disfrutado muchísimo y se ponen a jugar cartas a distancia, en el caso de Lenny sus amigos y él estaban jugando pokemom a distancia, y en el caso de Padme, ella y sus amiguitas estaban platicando de sus muñequitos de peluche y teniendo un picnic virtual.
En mi caso, el saber que todos estamos en esta misma situación en diferentes lugares del mundo, me ha llevado a reconectar con amigas desde la secundaria y preparatoria, donde por medio de zoom nos reunimos semanalmente para compartir y disfrutar a distancia juntas.
Si podemos poner este tipo de rutinas dentro de nuestro horario, tendemos una sensación de predictibilidad que limitará la sensación de falta de control que podría desatar ansiedad o depresión.
Hay que encontrar una nueva manera de encontrar algo que nos motive y devuelva la sensación de cuidado personal y darle prioridad, esto puede ser encontrar un nuevo hábito, salir a caminar a solas por la mañana, cocinar, plantar o cuidar del jardín, escribir o tomar un baño de manera consiente.
En estos tiempos donde parece que no tenemos control de nada, el cultivar nuestra inteligencia emocional nos da la capacidad de estar conscientes, expresar nuestras emociones de manera adecuada y mantener relaciones con otros de manera más empática.
La resiliencia emocional es algo que una vez que la adoptemos, permanecerá como una poderosa herramienta que nos ayudará a estar motivados y nos hará propensos a actuar con una actitud positiva y consciente.