Por Agencias
[email protected]
Arizona empezó a colocar contenedores de carga el viernes para cerrar una brecha de unos 300 metros (1.000 pies) en el muro fronterizo cerca de la comunidad agrícola de Yuma, en el sur del estado, y los funcionarios dijeron que lo hacían para detener a los migrantes tras las reiteradas e incumplidas promesas del gobierno del presidente Joe Biden de sellar la zona.
La instalación de los contenedores se lleva a cabo sin un permiso explícito en tierras federales, y los contratistas estatales comenzaron a poner los contenedores de 18,3 x 2,7 metros (60 x 9 pies) y a apilarlos desde la mañana.
Planean completar el trabajo en cuestión de días, y los contenedores serán rematados con 1,2 metros (4 pies) de alambre de púas, dijo Katie Ratlief, subjefa de despacho del gobernador republicano Doug Ducey.
El estado tiene previsto cerrar tres huecos en el muro fronterizo construido durante el mandato del expresidente Donald Trump que suman unos 914 metros (3.000 pies).
“El gobierno federal se ha comprometido a hacerlo, pero no podemos esperar a que actúen”, dijo Ratlief.
John Mennell, un vocero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dijo que la agencia acababa de enterarse de dicha acción de Arizona y “no está preparada para hacer comentarios en este momento”.
La decisión de cerrar los huecos fue tomada después que se anunció que el programa “Permanecer en México” terminaría esta semana, dijo la principal abogada de Ducey, Annie Foster.
Dicho programa exige que los solicitantes de asilo regresen a México y esperen su cita con la corte, aunque miles de migrantes que logran entrar en Estados Unidos no son devueltos.
En los últimos meses, Arizona ha enviado a solicitantes de asilo desde Yuma a Washington, ya que el número de migrantes que llegan supera los recursos locales.
Ducey puso en marcha el programa en mayo y afirma que todos los que viajan a la capital van voluntariamente, con destinos finales en ciudades de la costa este de Estados Unidos.
Texas también está enviando migrantes en autobuses al este, y el mes pasado los alcaldes de Nueva York y Washington solicitaron ayuda federal para hacer frente a la llegada de dichos migrantes, una petición que fue bien recibida por los republicanos, que dicen que es prueba de que Estados Unidos enfrenta una crisis migratoria.
Hasta el 11 de agosto, el estado de Arizona había enviado 1.425 solicitantes de asilo a Washington, según la oficina del gobernador.
Para el proyecto de muro fronterizo, Ducey utilizará 6 millones de los 335 millones de dólares que la legislatura autorizó en junio para construir vallas virtuales o físicas a lo largo de la frontera con México.
Ducey, quien copreside la Asociación de Gobernadores Republicanos, y otros miembros de su partido han usado la seguridad fronteriza como un potente elemento político en un año electoral.
“Arizona no se quedará de brazos cruzados mientras la administración Biden no hace su trabajo ni protege a nuestro estado ni a la nación del peligro claro y presente de una frontera insegura”, manifestó Ducey en una carta de firma del presupuesto.
El gobierno federal anunció a finales del mes pasado que había autorizado completar el muro que financió Trump para la frontera con México cerca de Yuma.
El área se ha convertido en uno de los corredores más transitados para los cruces ilegales, por lo que planeaban cerrar cuatro huecos de gran tamaño.
Los funcionarios de Arizona dijeron desconocer el motivo de la discrepancia entre las tres brechas que identificaron y los planes del gobierno federal.
Durante su campaña, Biden se comprometió a poner fin a cualquier construcción futura del muro, pero posteriormente la administración aceptó algunas barreras, alegando razones de seguridad.
El Departamento de Seguridad Nacional planeó obras para cerrar cuatro amplias brechas en el muro cerca de Yuma con el fin de proteger a los migrantes, que pueden resbalar por una pendiente o ahogarse al caminar por un tramo bajo del río Colorado.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, autorizó en julio la finalización del proyecto cerca de la presa Morelos, una medida que, según los funcionarios, refleja la “prioridad de la administración de desplegar medidas fronterizas modernas y eficaces, y también de mejorar la seguridad a lo largo de la frontera suroeste”.
Arizona señala el aumento en el número de migrantes que llegan al estado y el contrabando de drogas que lo acompaña como una de las principales razones de su decisión.
Los agentes fronterizos hicieron más de 160.000 detenciones de migrantes entre enero y junio en el sector Yuma, una cifra casi cuatro veces superior a la del mismo periodo del año pasado.
Los únicos dos sectores de la Patrulla Fronteriza con mayor actividad fueron Del Rio y Rio Grande Valley, en el sur de Texas.
A pesar de la promesa federal de cerrar las brechas, los funcionarios de Arizona dijeron que no se había tomado ninguna medida para cerrarlas realmente. Al parecer, el gobierno federal sometió el proyecto a licitación esta semana, pero eso puede llevar semanas o meses.
Foster dijo que el gobernador decidió tomar medidas incluso si el gobierno federal se opone más tarde.
“En este momento, estamos cerrando esa brecha y ya veremos las consecuencias a medida que avancemos”, dijo Foster en una conferencia de prensa. “Pero la conclusión es que el gobierno federal tiene el deber de proteger a los estados: eso es parte del contrato, es parte de la Constitución. No lo han hecho”.