Black Friday: el origen del nombre y 5 datos curiosos sobre el día de compras más esperado

Por Redacción
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Independientemente de si tienen intención de gastar o no, es difícil escapar a los llamativos anuncios que saturan los escaparates y correos electrónicos, invitando con frases como “¡No se pierda las mejores ofertas!” y “¡Compre ahora!”.

Esta tradición, que comenzó como un fenómeno estadounidense, ha evolucionado hasta convertirse en un evento global impulsado por las compras en línea. Pero, ¿cómo surgió el término “Black Friday”? ¿Qué significado tiene y cómo se ha convertido en una de las fechas más destacadas para el comercio? Aquí te contamos cinco datos curiosos sobre este día.

Aunque hoy “Black Friday” es sinónimo de descuentos, sus raíces están lejos de las compras. Según el lingüista Benjamin Zimmer, el término “negro” se ha asociado históricamente con calamidades. La primera mención de “Viernes Negro” se remonta a 1869, durante una crisis financiera causada por la caída del precio del oro tras la especulación de dos inversores, Jay Gould y James Fisk.

En la década de 1950, la expresión comenzó a utilizarse para describir el caos que generaban las multitudes en Filadelfia después de Acción de Gracias. Sin embargo, fue en los años 80 cuando los minoristas le dieron un giro positivo, vinculándolo con el cambio de sus cuentas “en rojo” (pérdidas) a “en negro” (ganancias). Desde entonces, se popularizó como símbolo de grandes descuentos y compras masivas.

Hasta principios del siglo XX, Acción de Gracias en Estados Unidos se celebraba el último jueves de noviembre. Sin embargo, en 1939, cuando esta fecha coincidió con el 30 de noviembre, los comerciantes pidieron al presidente Franklin D. Roosevelt que la adelantara una semana para extender el periodo de compras navideñas.

Esto generó confusión, ya que durante tres años se celebró en diferentes días según el estado. Finalmente, en 1941, una resolución del Congreso estableció que Acción de Gracias sería el cuarto jueves de noviembre, fijando así el inicio oficial de la temporada de compras navideñas.

En 1951, un boletín laboral estadounidense acuñó el término “síndrome del viernes después de Acción de Gracias” para describir el ausentismo laboral masivo ese día. Según Bonnie Taylor-Blake, investigadora de la Universidad de Carolina del Norte, el boletín señalaba con humor que trabajar ese viernes era casi tan grave como sufrir una plaga. Para muchos empleados, este día marcaba el inicio de un puente festivo no oficial.

Aunque el término se popularizó en Filadelfia durante los años 50, su fama nacional e internacional no llegó sino hasta los años 2000. Durante décadas, los estadounidenses no consideraban el viernes como el mejor día para aprovechar descuentos, sino que preferían esperar al sábado para iniciar sus compras navideñas.

Con el tiempo, los minoristas estadounidenses impulsaron promociones agresivas, consolidando el Black Friday como el día de mayores ventas del año. Este fenómeno también dio lugar al Cyber Monday, una versión en línea que se celebra el lunes siguiente.

El Black Friday ha trascendido fronteras. En Canadá, los comerciantes adoptaron la fecha para competir con las tiendas estadounidenses, mientras que en México se lanzó el “Buen Fin”, un evento de promociones que coincide con el aniversario de la Revolución Mexicana.

En Brasil, a pesar de no celebrarse Acción de Gracias, los minoristas incorporaron el Black Friday a su calendario comercial. En países como España, Argentina y Perú, esta jornada también ha ganado popularidad. Por ejemplo, en Argentina, el comercio electrónico registró un aumento del 104% en transacciones durante el Black Friday del año pasado, según la empresa de pagos en línea PayU.

El Black Friday no solo es un día de compras, sino también un fenómeno cultural que refleja el impacto de la globalización y el poder de las ofertas para movilizar a millones de consumidores alrededor del mundo.