Colisión aérea en Washington DC deja 64 muertos

Por Redacción
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Autoridades locales y federales iniciaron una investigación para determinar las causas del accidente, que ha conmocionado a la nación.

El vuelo 5342 de American Airlines, un Bombardier CRJ700 con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo, cubría la ruta de Wichita, Kansas, a Washington DC. El helicóptero militar, un Black Hawk, transportaba a tres soldados del Ejército de Estados Unidos. No hubo sobrevivientes.

“Trabajaremos incansablemente para averiguar qué sucedió”, dijo el presidente Donald Trump en una conferencia de prensa. Ofreció sus condolencias a las víctimas y anunció que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y el Ejército liderarán la investigación.

Las autoridades han recuperado más de 30 cuerpos del avión y uno del helicóptero, según informó John Donnelly, jefe del Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia de Washington DC.

Todd Inman, portavoz de la NTSB, señaló que esperan emitir un informe preliminar en los próximos 30 días, mientras que el informe final tomará más tiempo. La investigación se centrará en la actuación de la torre de control, las tripulaciones y posibles fallas en los protocolos de vuelo.

Jennifer Homendy, también de la NTSB, informó que aún no se han recuperado las cajas negras del avión y el helicóptero, aunque aclaró que esto “no es inusual”.

La FAA indicó que la torre de control tenía menos personal del habitual en el momento del accidente, con solo un controlador encargado de gestionar tanto aviones comerciales como helicópteros militares, cuando normalmente habría dos.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, confirmó que el fuselaje del avión estaba boca abajo y partido en tres secciones. “Es evidente que algo ocurrió”, dijo Duffy, quien aseguró que las autoridades no descansarán hasta esclarecer lo sucedido.

American Airlines emitió un comunicado expresando su “profundo dolor” por el accidente. Su director ejecutivo, Robert Isom, aseguró que la aerolínea brindará apoyo a los familiares de las víctimas.

Desde el aeropuerto, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, describió la colisión como una “tragedia” y destacó el trabajo de los equipos de rescate, que operan en condiciones adversas debido a la oscuridad y el frío extremo.

La prioridad inicial era la búsqueda de sobrevivientes, pero con el paso de las horas la operación se convirtió en una misión de recuperación de cuerpos, informó Donnelly. Unos 300 socorristas trabajan en la zona, enfrentando fuertes vientos y trozos de hielo en el agua.

Entre las víctimas se encuentran deportistas, entrenadores y miembros de la Federación de Patinaje Artístico de EE.UU., que regresaban de un campamento de entrenamiento. También había ciudadanos rusos entre los pasajeros, según confirmó el Kremlin.

El presidente Trump insistió en que el avión realizaba un procedimiento normal de aproximación cuando ocurrió la colisión. “El helicóptero estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado”, afirmó, sugiriendo que hubo errores en los momentos previos al impacto.

En su red social Truth Social, Trump cuestionó por qué el helicóptero no modificó su trayectoria. “Es una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas. ¿Por qué el helicóptero no subió, bajó o giró? ¿Por qué la torre de control no le dio instrucciones claras?”, escribió.

El consultor de aviación Geoffrey Thomas señaló que este tipo de colisiones son extremadamente raras gracias a los sistemas de alerta de tráfico y evasión de colisión (TCAS). “Técnicamente, esto no debería haber ocurrido. Es desconcertante y trágico”, señaló.

Datos de seguimiento muestran que ambas aeronaves transmitían señales sobre su trayectoria y altitud antes del accidente. Sin embargo, el sistema TCAS tiene limitaciones por debajo de los 700 pies (213 metros), lo que podría haber sido un factor en la colisión.

Ari Schulman, testigo del accidente, declaró a NBC Washington que vio el avión desviarse bruscamente hacia la derecha, con “regueros de chispas” iluminando su parte inferior. “En ese momento supe que algo estaba muy mal”, dijo.

Jimmy Mazeo, otro testigo, relató que vio una “bengala blanca” en el cielo mientras cenaba en un parque cercano. “Los aviones parecían volar en patrones irregulares”, afirmó.

El tráfico aéreo en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan fue suspendido temporalmente tras el accidente, pero las operaciones se reanudaron la mañana del jueves.

Las autoridades continúan las labores de recuperación y recopilación de pruebas en busca de respuestas sobre lo que pudo haber causado esta tragedia.