Por Agencias
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Doblete del primero y golazo del segundo en el último amistoso de Portugal previo a la Eurocopa. Roberto Martínez probó con tres centrales.
Portugal es otra con Cristiano Ronaldo y da igual que tenga 39 años o que esté a las puertas de su sexta Eurocopa. Su conexión con João Félix, brillante también, resultó letal para que los portugueses golearan a Irlanda y lleguen a la Euro con las energías renovadas pese a haber caído en su prueba anterior contra Croacia.
Roberto Martínez probó con tres centrales. Pepe hizo de líbero y junto a él actuaron los jóvenes, pero ya asentados, Antonio Silva y Gonçalo Inácio. Los carriles fueron para Cancelo, por la izquierda, y Dalot, por la derecha. El ataque lo ocuparon Leao y los más móviles João Félix y Cristiano, que se desenvolvieron muy bien y dejaron claro que se entienden a la perfección.
A balón parado abrió la lata Portugal. João estuvo vivo para pedir rápido el balón y su zurdazo se coló en la portería de Kelleher. Tiene ganas de fiesta en la Eurocopa el jugador del Atlético, cedido este año en el Barça, cuyo futuro no está claro ni en un sitio ni en otro.
Poco después, Cristiano estrelló la pelota en el poste en un lanzamiento poderoso que constata que al crack de Madeira no se le agota el apetito por hacer historia. De hecho, en el segundo tiempo se erigió en el otro gran protagonista del choque.
Marcó dos goles, el primero por la escuadra, en un recital encomiable para un delantero al que su apetito le lleva siempre a más. Portugal quiere la Euro. Con Cristiano todo es más fácil. Hasta recuperar a João lo parece con él.