Por Carlos Hernández
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Luego que muchos hemos estado tratando de interactuar lo menos posible en lugares públicos por meses, hemos sido responsables, puesto nuestro aporte para que esto el virus no se siga dando, hay otros que les valió un pepino poniendo en riesgo lo que tanto ha costado.
El aumento de casos del Covid-19 a nivel nacional que se dio este último fin de semana, y continúa mientras usted sigue leyendo este editorial, se ha dado, a mi punto de vista por la irresponsabilidad, pero sobre todo la ignorancia, egoísmo y la arrogancia de muchos.
Acá, incluyo desde los fanáticos republicanos de derecha de Trump, hasta los extremistas liberales que se han puesto a marchar en lo largo y ancho del país.
La verdad que el virus no es un juego, como dicen las autoridades de salud, no sólo porque estamos en verano y hemos pasado aislados, el virus se irá de vacaciones, no amig@s lectores, no el virus esta vivo y coleando, como se diría coloquialmente.
Pensar que sólo porque es soleado y temperaturas altas, el Coronavirus mágicamente se desaparecerá, es sencillamente patético.
Eso es como decir “hoy no me meto en un pantano porque es soleado y no habrán cocodrilos”, así de incoherente es el tipo de lógica con el que miles desean justificar sus irresponsables acciones.
Robándole las palabras del Gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, nadie tiene el derecho de contagiar a alguien sano debido a su irresponsabilidad, y yo le añadiría a la frase, y sobre todo a su rotundo egoísmo.
Lo peor de todo es que estos irresponsables no se ponen a pensar que el Covid-19 es una patología nunca antes vista como tal, que ha mutado de los tipos o cepas que hasta ahora se conocían, no sabemos a ciencia cierta si fue mutado naturalmente dentro de un animal y luego transmitido a los humanos, como el caso del HIV, o si ha sido genéticamente creado y modificado, como algunos especulan.
Las secuelas que dejan tampoco, se pueden medir, por ejemplo la Universidad de Mumbai en la India con el MIT de Boston, realizaron un reporte donde aseguran que los hombres son los más afectados por el virus, ya que al parecer una vez en el cuerpo se aloja en una encima que se localiza en los testículos.
Esto, según los expertos, puede traer efectos para siempre en la producción de la testosterona, inclusive si los pacientes fueron asintomáticos y se curaron por completo.
Otro hallazgo, es que puede tener consecuencias graves en el sistema cardiovascular de hombres y mujeres, que les dejaría con problemas cardíacos de por vida.
Aunque sólo son hipótesis por el momento, lo cierto es que no hay que descartarlas, precisamente porque es una enfermedad nunca antes vista, y que ha cobrado la vida de cientos de miles de personas en todo el mundo.
Lo peor de todo, es que cuando ya estábamos ante e proceso de reapertura casi total, a estos individuos irresponsables, en su egoísmo ciego y que nadie es nada para decirles qué hacer, han puesto en jaque la tan golpeada economía estadounidense.
No seamos egoístas y seamos responsables, ya que no sabemos que deparan los próximas meses, más aún sino se encuentra una vacuna contra el Covid-19. Es hora de actuar porque después podría ser inútil y muy tarde.