Por Agencias
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Los migrantes hallados esta semana dentro de un tractocamión ya iban en el vehículo cuando éste pasó por un retén carretero de la Patrulla Fronteriza antes de llegar a San Antonio, donde decenas de ellos fueron encontrados muertos, dijo un funcionario el jueves.
El camión pasó por el puesto de control de la carretera interestatal 35, situado a 42 kilómetros (26 millas) al noreste de la ciudad fronteriza de Laredo, Texas.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir una investigación en curso, dijo que había 73 personas en el camión cuando fue descubierto el lunes en San Antonio, incluidas las 53 que murieron.
No estaba claro si los agentes detuvieron al conductor para interrogarlo en el puesto de control o si el camión pasó sin problema.
La revelación atrae la atención a una vieja cuestión de políticas sobre si los alrededor de 110 retenes carreteros dentro del país a lo largo de las fronteras con México y Canadá son lo suficientemente eficaces para detectar a personas que entran ilegalmente en el país a bordo de vehículos.
Generalmente están ubicados a 160 kilómetros (100 millas) de la frontera.
La Corte Suprema de Estados Unidos falló en 1976 que los agentes de la Patrulla Fronteriza podían detener vehículos para un interrogatorio breve sin orden judicial, aun si no había motivo para creer que estuvieran transportando personas que entraron ilegalmente en el país.
Sin embargo, la práctica es censurada por defensores de los inmigrantes y de los derechos civiles, que consideran que los retenes se prestan al encasillamiento racial y al abuso de autoridad.
Algunos automovilistas publican videos en redes sociales en los que acusan a los agentes de efectuar interrogatorios severos e inapropiados.
El puesto de control en el área de Laredo es uno de los más transitados de la frontera sur, especialmente por camiones, lo que eleva la posibilidad de trabar el comercio si todo automovilista es parado e interrogado.
Funcionarios de la Patrulla Fronteriza describen los retenes como imperfectos pero como una eficaz segunda línea de defensa después de la frontera, y reconocen que los agentes deben equilibrar la labor policiaca con evitar obstruir el comercio y los viajes legítimos.
El volumen y la configuración varían ampliamente entre los retenes, pero los agentes en general tienen entre cinco y siete segundos para decidir si hacen preguntas a un conductor, dijo Roy Villareal, exjefe de la Patrulla Fronteriza en el sector Tucson, en Arizona.
“En última instancia es muy difícil hacer una determinación con la delincuencia en general. Es difícil decir si se es 100% efectivo, o 50%, o 10%.
El representante federal Henry Cuellar, quien pasa por el retén mencionado casi todas las semanas, dijo que los investigadores creen que los migrantes abordaron el camión en Laredo o sus alrededores, aunque eso no ha sido confirmado.
Eso se correspondería con los patrones de contrabando humano: los migrantes cruzan la frontera a pie y se esconden en una casa o en la maleza en suelo estadounidense para luego ser recogidos y llevados a la ciudad grande más próxima.
Incluso si el camión estuviese vacío, ello crearía interrogantes sobre los puntos de control.
Los migrantes a menudo mueren tratando de evadirlos, bajándose de los camiones antes de llegar a ellos con planes de ser recogidos más adelante.
En Rio Grande Valley, el corredor más transitado para cruces ilegales, los migrantes caminan en medio de un calor sofocante para evitar el puesto de control en Falfurrias, Texas, situado a unos 112 kilómetros (70 millas) al norte de la frontera.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO por sus siglas en inglés) informó este mes que los agentes en retenes detuvieron a unas 35.700 personas que se cree vivían en Estados Unidos de manera ilegal entre los años fiscales 2016 y 2020, apenas un 2% de todos los arrestos de la Patrulla Fronteriza.
Los agentes decomisaron drogas casi en 18.000 ocasiones durante ese periodo y en más de 9 de cada 10 arrestos estuvieron implicados ciudadanos estadounidenses.