Por Redacción
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Desde el Consulado de México en Oxnard he podido constatar algo que me conmueve profundamente: no importa cuánto tiempo lleven viviendo fuera de nuestro país, las mexicanas y los mexicanos mantienen siempre un lazo con su tierra.
Es un vínculo que se expresa en su idioma, en sus tradiciones y también en el deseo de seguir siendo parte de México, incluso desde lejos.
Por eso quiero dirigirme a ustedes para hablarles de un trámite que, aunque pueda parecer técnico o distante, es en realidad un puente para mantener viva esa conexión: la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes, el RFC.
Gracias a un esfuerzo conjunto del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ahora puedes obtener tu RFC sin tener que viajar a México.
Esto es posible gracias a la Oficina Virtual del SAT, que permite realizar la inscripción desde cualquier lugar del mundo.
Es un canal sencillo y confiable en el que, mediante una videollamada, recibirás atención directa del personal del SAT, que revisará tus documentos y, si todo está en orden, te inscribirá ese mismo día.
Muchos se preguntan por qué deberían obtener el RFC si viven en el extranjero y no tienen obligaciones fiscales en México.
La respuesta es clara: contar con el RFC abre muchas puertas.
Te permite, por ejemplo, abrir cuentas bancarias, acceder a créditos, registrar propiedades, hacer trámites escolares o notariales, y facilitar tu regreso e incorporación al mercado laboral si en algún momento decides volver a casa.
En pocas palabras, el RFC es una herramienta que fortalece tu plan de vida y te mantiene con un pie en México, sin importar dónde estés.
De octubre a diciembre del año pasado, más de 100 mil personas mexicanas residentes en 16 países completaron su inscripción al RFC mediante este mecanismo.
Esa cifra no sólo es alentadora, también nos habla de una comunidad que no pierde el interés por conservar sus derechos y oportunidades en México.
El trámite es sencillo, se agenda una cita en línea, se envían los documentos necesarios y, el día y hora señalados, te conectas a tu videollamada con el SAT.
Todo el proceso es gratuito y seguro.
Quiero subrayar que el Consulado está para apoyarte.
Si tienes dudas sobre los documentos, el proceso o simplemente necesitas orientación, no dudes en acercarte a nuestro equipo.
Además, el propio SAT pone a disposición de la comunidad su número de atención (MarcaSAT), y sus redes sociales para resolver cualquier inquietud.
Desde esta representación consular, reitero nuestro compromiso con la comunidad mexicana en California.
Cada vez que facilitamos un trámite como éste, no sólo ayudamos a una persona a resolver un asunto administrativo: contribuimos a que los lazos con México sigan vivos y fuertes.
Hoy más que nunca, en un mundo que a veces parece empeñado en poner fronteras, el RFC es una forma de derribarlas, de reafirmar que, donde quiera que estés, México sigue siendo tu casa.
Acércate a nosotros. Estamos aquí para servirte.
