Por Redacción
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El papa Francisco alcanzó este viernes las dos semanas de recuperación tras su diagnóstico de neumonía, con señales de mejoría que sugieren que ha superado la fase más crítica de la infección.
Sin embargo, los médicos aún no lo declaran fuera de peligro. En este contexto, el Vaticano ha tomado medidas para reorganizar la ceremonia del Miércoles de Ceniza, programada para el 5 de marzo. El cardenal Angelo De Donatis, ex vicario de Roma, será el encargado de presidir la procesión y la misa que marcan el inicio de la Cuaresma, en una señal de que Francisco aún enfrenta un proceso de recuperación prolongado.
Evolución positiva, pero con cautela
El Vaticano informó el viernes que la salud del pontífice de 88 años sigue evolucionando favorablemente en el hospital Gemelli de Roma. Según el comunicado, Francisco tuvo una noche tranquila, desayunó, leyó los periódicos y continuó con su terapia respiratoria.
El jueves por la noche, los médicos señalaron que el estado clínico del papa mostraba mejoras, permitiéndole alternar entre una mascarilla y el oxígeno de alto flujo que recibía a través de una cánula nasal. Además, abandonó su habitación brevemente para orar en su capilla privada, una señal alentadora de su recuperación.
Aunque los médicos han dejado de referirse a su estado como crítico, han insistido en que se requieren “varios días de estabilidad clínica” antes de considerarlo fuera de peligro. Francisco ingresó al hospital el 14 de febrero, luego de que su bronquitis se agravara y desarrollara complicaciones respiratorias y renales que generaron preocupación sobre su estado de salud.
Mientras tanto, continúan las muestras de apoyo y oración por su recuperación. En la Catedral Metropolitana de Ciudad de México, decenas de fieles se congregaron la noche del jueves para pedir por su salud. “Es como parte de nuestra familia”, dijo Araceli Gutiérrez, recordando la visita del papa a México en 2016. María Teresa Sánchez, una peregrina colombiana, destacó la cercanía que siente con Francisco: “Es como tener un familiar entre los altos mandos de Dios”.
Ajustes en la agenda del Vaticano
Pese a la mejoría del papa, el Vaticano ha modificado algunos eventos en su agenda. La audiencia del Año Santo, prevista para el sábado, fue cancelada, y aún se desconoce si Francisco participará en la bendición dominical del Ángelus, lo que significaría la tercera semana consecutiva sin su presencia.
La Semana Santa y la Pascua, que este año se celebrará el 20 de abril, son los próximos compromisos importantes en la agenda papal. En años anteriores, Francisco ha limitado su participación en eventos al aire libre durante el invierno debido a problemas respiratorios, lo que podría influir en su presencia en las celebraciones litúrgicas de los próximos meses.
Más adelante, el papa tiene dos eventos de gran relevancia. El 27 de abril está programada la canonización de Carlo Acutis, un joven italiano fallecido en 2006 y considerado el primer santo de la era digital. Además, el 24 de mayo, Francisco ha sido invitado por el patriarca Bartolomé I a Iznik, Turquía, para conmemorar los 1,700 años del Concilio de Nicea, un encuentro clave en la historia del cristianismo. Aunque antes de enfermar expresó su deseo de asistir, el Vaticano aún no ha confirmado su participación.
