Recientemente le preguntaron a mi hijo si cuando creciera iba a ser maestro como yo. Aunque tiene cualidades de maestro cuando es voluntario en mi salón de clases no creo que le interesa esa profesión.
Aún está indeciso y no sabe o que quiere ser cuando sea grande, al fin y al cabo tiene 14 años y a su edad esto es normal.
Nunca trato de influenciarlo ni mucho menos forzarlo a que elija la misma carrera que yo.
Curiosamente muchos padres si insisten en que sus hijos sean enfermeras, bomberos, policías.
Conozco padres que piensan y dicen: “Mi hijo será ingeniero ya que yo no pude serlo”. Los muchachos se frustran al estudiar algo que no quieren, que no desean.
Como es de esperarse, abandonan la carrera a la mitad del camino y lamentablemente terminan trabajando en otra cosa.
Es por ello que es importantísimo hablar con sus hijos sobre el futuro que ellos desean. Me encanta cuando los niños del preescolar visitan la estación de bomberos y todos saliendo de ahí quieren ser bomberos cuando sean grandes.
Según van creciendo cambian de idea… mi hijo, por ejemplo quería ser policía de ni˜õ y ahora ya ha cambiado de idea.
Le aconsejo no reírse de los niños al compartir sus ideas, los pequeñitos quieren ser astronautas, magos, cantantes y hasta sirenas en el mar.
Todo es posible, no le corte los sueños o las alas, ellos tienen derecho a soñar y que mejor si sus padres son sus más grandes pilares para alcanzar sus metas.
Si sus hijos no saben que serán de “grandes”, no se preocupe, para eso están la universidad o los institutos de educación superior.
Los estudiantes toman una variedad de clases que los ayuda a descubrir lo que verdaderamente les gusta.
Supe que yo quería ser maestra desde que tenía 5 anos de edad, pero no todos somos iguales, ya que algunos cambian de idea, de carrera incluso después de graduarse.
Cuando hablo con mis hijos del futuro, siempre les digo que deben estudiar algo que les apasiona, eso que les guste.
A mi encanta ser maestra y que maravilloso que me pagan por hacer eso. Durante el día no siento que estoy trabajando.
Claro que educar y enseñar a los niños no es fácil.
En ocasiones es estresante pero disfruto lo que hago. Eso es importante.
Cuantas persona se quejan de su trabajo, porque no les gusta en lo que trabajan.
Los días se hacen largos y miran el reloj deseando que sea hora de ir a casa.
Que no le pase eso a sus hijos, que elijan la carrera que a ellos les apasione.
¿Usted quiere que su hija sea doctora pero a ella sólo le encanta maquillarse?
Apóyela para que sea estilista, y en el futuro habrá su propia estética.
Tristemente no todos los muchachos irán a la universidad y obtener maestrías y doctorados.
Es la realidad, pero eso no quiere decir que no pueden tener éxito en la vida, pues pueden abrir su propio negocio, compañía o ser el mejor mecánico de la ciudad.
No estoy diciendo que no es importante tener una educación superior, claro que lo es, ya que un certificado universitario vale mucho, pero para los que no tienen planes de ejercer carreras largas, pueden tener éxito en otras cosas que les apasione.
Tenemos que vivir el presente pero hacer planes para el futuro, por ello ialogue con sus hijos sobre lo que desean ser de grandes.
No los forcé a que realicen el sueño que usted tuvo un día y que por algún motivo nunca realizó, mejor asegúrese de que ellos sepan que cuentan con el apoyo de sus padres. ν
La maestra Sonia Aguila es una experta en educación que enseña en la Escuela Canalino de Carpintería.