Involucrándose más en el futuro de sus hijos
[email protected]La semana pasada celebramos el día 100 de clases.
Es increíble lo rápido que pasa el tiempo… recuerdo la emoción y entusiasmo de los niños con sus mochilas y lápices nuevos en el mes de agosto cuando comenzó el año escolar.
Ahora, tras 100 días de aprendizaje que han transcurrido ya y tristemente existen padres que no saben el nombre del maestro(a) de su hijos.
Hace algunos días, al pasar por la oficina, note que la secretaria estaba bastante ocupada contestando el teléfono.
Eran las ocho de la mañana y había muchas llamadas, entonces decidí ayudarle. Llamó una madre para notificar que su hija “estaba enferma y no asistiría a la escuela”. Al preguntare quién era la maestra de la niña contesto:
“Hay…¿Cómo es qué se llama? Se me olvida…”.
¿Cómo olvidar el nombre de la persona con la que sus hijos pasan más de 6 horas todos los días?
¿Cómo no acordarse de la persona que usted ha puesto total confianza en enseñar a su hijo a leer, escribir, y hacer matemáticas?
Eso me da la idea, o mejor dicho, la preocupación que los padres y madres de familia no están muy involucrados en la educación y formación académica de su hijo(a)s.
Que tal vez no lee las notas que manda la maestra, y peor aún que no se comunica con los profesores.
Anote en un papelito el nombre de la maestra, el número del aula, el teléfono de la escuela.
Si tiene correo electrónico, anote también el correo electrónico de la maestra.
Esa información es importante.
Ándela siempre en su bolso o cartera, otra buena recomendación es grabar en su celular el número de teléfono de la escuela.
Y es que devbe haber constante comunicación entre padres y maestros, no sólo dos veces al año en las conferencias de noviembre y marzo.
Como les he compartido en varias ocasiones, los padres y maestros deben trabajar juntos en equipo.
Nada de pensar que educar a los niños es trabajo único y exclusivo del maestro o maestra.
“Para eso les pagan”, dicen algunas personas.
Al trabajar juntos, padres y maestros pueden compartir ideas, preocupaciones y analizar juntos el progreso académico de sus hijos.
Los beneficiados son los hijos.
Si solamente va a la conferencia dos veces al año, no esta participando lo suficiente en la educación de su hijo.
Tengo padres que me llaman y me dicen: “Disculpe maestra que la moleste”.
No es ninguna molestia, al contrario.
¡Gracias por llamarme!, porque es excelente saber que los dos nos preocupamos por su hijo.
Nos quedan aproximadamente 80 días de clases para que termine el año escolar. Así que aún es tiempo para involucrarse un poco más en todo lo que realicen sus hijos.
Si tiene un día de descanso, visite y ayude en el salón de clases.
Sus hijos se sentirán alegres de que sus padres los visiten en la escuela.
Nunca es tarde para comenzar a mejorar la comunicación y la relación que tiene con los maestros de sus hijos.
Sonia Aguila, es una experta en educación y además maestra de la Escuela Canalino de Carpintería.