Por Agencias
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Una trifulca estalló el miércoles en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) después de que manifestantes proisraelíes intentaron retirar barricadas de un campamento de protesta propalestino, mientras que activistas en la Universidad de Wisconsin, campus Madison, se enfrentaron a los policías que destruyeron sus tiendas de campaña durante una jornada de intensa violencia en algunas instalaciones universitarias debido a la guerra en Gaza.
Quince personas resultaron heridas durante el enfrentamiento en la UCLA, una de las cuales fue hospitalizada, según el presidente del sistema de la Universidad de California.
Las caóticas escenas del miércoles se produjeron después de que la policía irrumpió la noche del martes en un edificio de la Universidad Columbia ocupado por manifestantes que se oponen a la guerra, dispersando una protesta que había paralizado a la institución.
El canciller de la UCLA, Gene Block, afirmó en un comunicado que “un grupo de instigadores” se presentó en el campus el martes para “atacar con violencia” el campamento propalestino, lo que llevó a la escuela a pedir ayuda a las fuerzas de seguridad externas.
Los manifestantes proisraelíes arrojaron señalizaciones de tránsito y sillas, lanzaron gas pimienta y derribaron las barricadas que rodeaban el campamento. Algunos miembros del campamento propalestino saltaron las barricadas y se enfrentaron a golpes con miembros del bando opuesto.
Tras un par de horas de escaramuzas entre manifestantes propalestinos y proisraelíes en la UCLA, policías con cascos y escudos formaron vallas, separaron la los grupos y restauraron la calma. Horas más tarde el miércoles, manifestantes opuestos a la guerra en Gaza reconstruyeron una barricada alrededor de su campamento. No había activistas proisraelíes en el lugar y se desplegó a fuerzas policiales por todo el campus.
En Madison, policías con escudos retiraron el miércoles todas las casas de campaña, con excepción de una, y empujaron a los manifestantes, lo que resultó en una trifulca. Cuatro agentes resultaron heridos, incluido un patrullero estatal que recibió un golpe en la cabeza con una patineta, según Marc Lovicott, portavoz de la policía de la Universidad de Wisconsin.
Los manifestantes instalaron más tiendas de campaña en el lugar en cuestión de horas.
Más de 30 personas fueron detenidas, la mayoría de las cuales fueron liberadas sin cargos, pero cuatro de ellas fueron acusadas de agredir a personal policial, informó la policía.
Los campamentos de protesta que exigen a las universidades que dejen de hacer negocios con Israel o compañías que apoyan la guerra en Gaza se han extendido por los campus de todo el país, en un movimiento estudiantil que no se había visto este siglo. La respuesta policial ha sido similar a la de hace varias décadas en contra de movimientos mucho más grandes que protestaban contra la Guerra de Vietnam.
Todo esto ocurre durante un año electoral en Estados Unidos, lo que plantea dudas de si los votantes más jóvenes —que critican a los demócratas— respaldarán el intento de reelección del presidente Joe Biden, considerando el firme apoyo que ha dado su gobierno a Israel.
Ha habido confrontaciones con las autoridades y más de 1.300 personas han sido arrestadas. En algunos casos, los funcionarios universitarios y los líderes de las protestas han establecido acuerdos para restringir las perturbaciones a la vida universitaria y a las ceremonias de graduación venideras.
No se reportaron detenciones en la UCLA. Las autoridades no indicaron si todos los manifestantes eran estudiantes.
Block prometió que la universidad llevará a cabo una investigación exhaustiva.
“Independientemente de lo que uno piense sobre el campamento, este ataque contra nuestros estudiantes, profesores y miembros de la comunidad fue totalmente inaceptable”, dijo Block. “Ha sacudido nuestro campus hasta la médula”.
Edgar Gomez, una estudiante de último año en la UCLA, salió de su dormitorio para ver la trifulca.
“Nunca había visto algo así”, dijo Gomez, quien subrayó que no pertenece a ninguno de los grupos. “Nunca había visto a personas tan enojadas”.
La universidad solicitó asistencia y la alcaldesa de Los Ángeles Karen Bass dijo que se enviaron agentes de policía al lugar. Un portavoz del gobernador Gavin Newsom dijo que también se enviaron elementos de la Patrulla de Caminos de California después de la “inaceptable” demora en la respuesta de la fuerza policial de la universidad a los enfrentamientos.
Las manifestaciones en campus universitarios de todo el país comenzaron en Columbia en protesta por la ofensiva de Israel en Gaza que se lanzó después de que Hamas atacó Israel el 7 de octubre. Los combatientes mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a cerca de 250 como rehenes. Israel ha matado a más de 34.000 palestinos en la Franja de Gaza, según el ministerio de Salud del territorio palestino.
El martes por la noche, policías de Nueva York entraron en el campus de Columbia y desalojaron un campamento en los terrenos de la escuela y el edificio Hamilton Hall. Los policías usaron una escalera para ingresar por una ventana del segundo piso, y señalaron posteriormente que los manifestantes que se encontraban en el interior no opusieron gran resistencia. Habían ocupado el edificio unas 20 horas antes.
El primer campamento de protesta en Columbia fue instalado hace casi dos semanas. Al día siguiente la escuela envió a la policía para desalojar el lugar, que arrestó a más de 100 personas. Pero los manifestantes regresaron.
Las negociaciones entre manifestantes y la universidad quedaron suspendidas en los últimos días, y la escuela fijó el lunes como fecha límite para que los estudiantes desalojaran el campamento o se enfrentarían a la posibilidad de ser suspendidos.
En lugar de ello, los manifestantes tomaron Hamilton Hall a primeras horas del martes, llevando consigo mobiliario y barricadas metálicas.
En una carta dirigida a altos mandos policiales, la presidenta de Columbia Nemat Shafik, dijo que, “con el más profundo pesar”, la dirección solicitó a los agentes que retiraran a los manifestantes del edificio y de un campamento.
Columbia se refirió el miércoles a Hamilton Hall como “una escena del crimen en activo” que está siendo investigada por el Departamento de Policía de Nueva York y únicamente otorgó acceso al campus a personas con identificación de la institución y personal esencial. No se permitió que la prensa ingresara a las instalaciones.
A unas cuadras de distancia de Columbia, en The City College of New York, un video mostraba a agentes que derribaban a personas y empujaban a otras mientras despejaban la calle y las aceras el martes por la noche.
Tras la llegada de la policía, los agentes retiraron una bandera palestina que ondeaba del asta de City College y la tiraron al suelo para izar una bandera estadounidense.
Unas 300 personas fueron arrestadas durante la represión policial en la Universidad de Columbia y el City College, indicaron las autoridades.
La Universidad de Brown, otro miembro del prestigioso grupo de universidades de la Ivy League, alcanzó un acuerdo el martes con los manifestantes en su campus de Rhode Island. Los inconformes cerraron su campamento después de que los administradores accedieron a debatir una votación para desinvertir en Israel en octubre. Aparentemente sería la primera universidad estadounidense que accede a este tipo de demandas.
En tanto, en la Universidad del Norte de Arizona en Flagstaff, policías antimotines rodearon un campamento la noche del martes y detuvieron a unas 20 personas por invasión de propiedad privada. Funcionarios universitarios había advertido a los estudiantes que enfrentarían cargos penales si no se retiraban.
Brayden Lang, estudiante de primer año, vio la escena a la distancia. “Aún no se mucho sobre este conflicto”, declaró. “Pero no puedo defender la muerte de miles de personas”.
La policía también desalojó un campamento la mañana del miércoles en la Universidad Tulane, en Nueva Orleans.
Israel y sus aliados han tachado las protestas estudiantiles de antisemitas, mientras que los críticos de Israel dicen que esas acusaciones se emplean para silenciar a la oposición. Aunque algunos manifestantes han sido grabados haciendo comentarios antisemitas, los organizadores de las protestas, algunos de los cuales son judíos, dicen que se trata de un movimiento pacífico para defender los derechos de los palestinos y denunciar la guerra.