Giro en la agenda de Milei: el presidente de Argentina acorta su viaje a Europa y se enfoca en asuntos locales

Por Agencias
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Originalmente, Milei tenía previsto visitar el Viejo Continente para participar del G7 y de la Cumbre por la Paz, eventos que tendrán lugar desde el 12 de junio en Italia y Suiza, respectivamente. Sin embargo, la compleja situación interna de su país sumada a las críticas por sus ausencias lo llevaron a recortar la que será su octava gira internacional.

Ante los cuestionamientos por sus múltiples partidas, respondió, fiel a su estilo confrontativo: “Si a Moisés, que fue el máximo libertador de la historia de la humanidad, lo criticaban todo el tiempo, a mí me pueden decir lo que se les dé la gana”, dijo en una entrevista a Radio Mitre, y añadió que siente pena por quienes lo objetan.

La decisión de cambiar su agenda llegó por la tarde del jueves después de algunas idas y venidas, en las que incluso se barajó la posibilidad de que suspendiera por completo su viaje. Finalmente, una fuente de Casa Rosada confirmó cuál será, hasta ahora, el itinerario del presidente: estará en Roma para el G7, y regresará a Argentina el 15 de junio.

Tiene contemplado regresar a Europa, puntualmente a España, el 21 de junio para recibir un premio otorgado por el Instituto Juan de Mariana.

Lo cierto es que la agitada coyuntura argentina, que incluye escándalos por la distribución de alimentos y una reestructuración ministerial, demanda mucha más presencia del presidente en territorio nacional.

Dentro de su más de media docena de viajes, su destino favorito fue Estados Unidos, país que visitó cuatro veces desde que asumió la presidencia, aunque no fue el único.

En enero expuso en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Semanas después visitó Roma para reunirse con el papa Francisco y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, e hizo lo propio en Israel, donde se encontró con Benjamin Netanyahu.

En mayo visitó España para presentar su nuevo libro y participar en la cumbre del partido de ultraderecha Vox, Su última parada fue en El Salvador, donde se hizo presente para acompañar a Nayib Bukele durante su asunción presidencial, tras completar su última gira por Estados Unidos.

Entre los conflictos que enfrenta el gobierno, el escándalo más resonante es el de los alimentos no distribuidos por el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.

A través de un pedido de información pública, el medio digital El Destape reveló el 22 de mayo que al menos 5.000 toneladas de productos como yerba mate, leche en polvo, aceite, puré de tomate, garbanzos, y harina, comprados durante la gestión de Alberto Fernández, no fueron repartidos desde la asunción de Javier Milei, y parte de ellos estaban próximos a vencerse.

El Gobierno dio distintos argumentos ante este panorama. En primera instancia explicó que la distribución no se hizo por la existencia de “comedores fantasmas” que habían sido descubiertos en una auditoría realizada por Capital Humano, aunque después el vocero presidencial, Manuel Adorni, aclaró que la comida se estaba reservando para prevenir catástrofes.

La polémica escaló, y durante semanas hubo denuncias cruzadas y hasta una denuncia judicial, por la cual un juez ordenó al Gobierno a presentar un plan para la distribución de esos alimentos. El Gobierno anunció este lunes el plan de acción para ejecutar esa tarea.

Como parte de esta crisis, el Gobierno desplazó al secretario Pablo de la Torre, pero eso no alcanzó para aplacar la situación, porque las miradas y el escrutinio público quedaron fijos sobre el ministerio.

Esto ubicó a Pettovello en el ojo de la tormenta, y debió ser respaldada por Javier Milei, quien, mientras todo ocurría se encontraba, en su cuarto viaje por Estados Unidos.

De todas maneras, la salida de De la Torre no fue el único cambio en la composición del gabinete nacional, sino más bien significó otro síntoma de una crisis en esta área.

El 27 de mayo se oficializó la renuncia del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, por “diferencias de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas”, según explicó la Casa Rosada.

Esto implicó una reestructuración en el organigrama del Estado. El Ministerio del Interior se convirtió en una secretaría a cargo de Lisandro Catalán, que a su vez fue absorbida por la Jefatura de Gabinete, que pasó a tener al hasta entonces ministro del Interior, Guillermo Francos, como cabeza.

Días atrás, Milei conversó con periodistas durante la habitual conferencia de prensa del vocero presidencial y confirmó que estos cambios son parte de una reconfiguración que buscará hacer al Estado más eficiente.

Allí ratificó su apoyo al ministro de Economía, Luis Caputo, y a Sandra Pettovello, a quien calificó de ser “la mejor ministra de la historia”. Además, confirmó que está definiendo la incorporación del expresidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, a una nueva área de gobierno.

En paralelo, el 29 de mayo el Senado finalizó el debate en comisiones y dio dictamen a una de las principales apuestas y uno de los primeros fracasos legislativos del Ejecutivo: la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos.

Se trata de un paquete que contiene una ambiciosa serie de reformas estructurales y fundamentales para el Gobierno. Una vez más, Milei celebró este paso desde el exterior.

La ley fue presentada durante los primeros días de la actual gestión. Inicialmente contaba con 664 artículos y el Ejecutivo había empujado su tratamiento durante las sesiones extraordinarias del Congreso, entre enero y febrero, pero todo terminó con su rechazo en la Cámara de Diputados.

Una vez iniciado el período legislativo ordinario en marzo, el oficialismo envió otra versión mucho más acotada de la Ley Ómnibus – como se la conoce por su gran extensión – con 232 artículos, que fue aprobada por la Cámara Baja y pasó al Senado, que ahora deberá tratarla en su recinto.

De seguir este camino, la Ley de Bases se convertiría en la primera norma impulsada por este Gobierno en alcanzar la aprobación del Congreso Nacional.

A este contexto, se le suma el ya habitual fantasma de la crisis económica. La próxima semana se conocerá el índice de inflación de mayo, que, si bien se espera que marque una tendencia a la baja, rondaría el 5,2% y conduciría a un 143,5% a fines de 2024.

Es en estas condiciones con tanto en juego, y ante las críticas por sus múltiples viajes, es que se gestó la decisión de Milei de abreviar su visita a Europa y quedarse a controlar la delicada situación interna.