Me encanta esta época de promociones y graduaciones, disfruto ver a las familias felices tomando mil fotos para compartirlas en redes sociales, esa alegría y orgullo se reflejan claramente en las caras de los papás, porque el logro no solo es de l@s hij@s, sino de toda la familia.
Siempre he pensado que una graduación no es el final, sino el comienzo de algo nuevo.
No es el final del libro, es una hoja en blanco para seguir escribiendo nuestra historia: un nuevo capítulo en la vida.
Algo que me llama la atención es la presión que tienen l@s estudiantes por parte de maestr@s y consejer@s para asistir a la universidad, porque es maravilloso pero no es el camino para tod@s.
Existen los institutos comunitarios, y por algún motivo, l@s maestr@s y consejeros les ven como algo de bajo nivel, y eso es lamentable.
No tiene nada de malo asistir al instituto, al contrario, existen muchos beneficios. Primero, es gratis, así el SBCC ofrece el Programa The Promise “La Promesa”.
Un programa maravilloso en donde l@s alumn@s asisten 2 años totalmente gratis, y las clases son pequeñas, de15-25 estudiantes.
Recuerdo mi primera clase en la universidad, una de antropología, entré a un auditorio y vi una pantalla grande, llena de personas.
Me imaginé que iban a enseñar una película así que me di la vuelta y salí, pregunté en dónde estaba mi salón de clase y me dijeron que era ese.
Mi corazón se paralizó un momento, el auditorio tenía más de 900 estudiantes.
En el escenario apareció el profesor hablando con un micrófono y nos presentó a sus 4 asistentes quienes le ayudarían a calificar los trabajos.
Algun@s alumn@s si están listos para asistir a la universidad después de la high school, lamentablemente, no es un buen paso para tod@s.
Conozco a much@s que se gradúan de high school, se van directamente a la universidad y después de un semestre regresan a casa porque no pudieron con el ritmo, los estudios en la universidad o se sentían sol@s lejos de casa.
Es decisión de cada estudiante asistir a la universidad después de graduarse de la high school o primero ir a un instituto comunitario, el cambio es radical.
Ya no suenan las campanas, ni se sientas a platicar con amigos.
Es más, yo en la universidad duraba días, semanas sin encontrarme a alguien conocid@.
Lo que sí quiero dejar bien claro es que no tiene nada de malo asistir a un instituto.
No debería ser visto como algo negativo, que solo las personas menos inteligentes asisten.
Yo tenía un promedio alto, di el discurso de mi graduación, obtuve 17 ofertas de universidades pero decidí que a mis 16 años de edad, un City College era la mejor opción para mi.
Así, dos años después, me transferí a la universidad para terminar mis estudios.
Mi carrera costó menos, asistí a clases pequeñas y recibí apoyo de los profesores.
L@s estudiantes graduad@s y sus familias deben informarse, visitar centros y considerar todo antes de tomar la decisión, y elegir cual camino tomar para continuar su educación.