Por S. Saele & H. Tasoff
[email protected]
Una Supernova es la explosión catastrófica de una estrella.
Las Supernovas termonucleares, en particular, señalan la destrucción completa de una estrella enana blanca, sin dejar nada atrás, al menos eso es lo que sugieren los modelos y las observaciones.
Entonces, cuando un equipo de astrónomos de Santa Bárbara fueron a observar el sitio de la peculiar supernova termonuclear SN 2012Z con el Telescopio Espacial Hubble, se sorprendieron al descubrir que la estrella había sobrevivido a la explosión.
No solo había sobrevivido, la estrella era incluso más brillante después de la supernova que antes.
Uno de los autores del reporte, Curtis McCully, investigador en la UCSB y de Las Cumbres Observatory, publicó estos hallazgos en un artículo en The Astrophysical Journal, y los presentó en una conferencia de prensa en la 240ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense.
Los desconcertantes resultados brindan nueva información sobre los orígenes de algunas de las explosiones más comunes, pero misteriosas, en el universo.
Estas Supernovas Termonucleares, también llamadas “Supernovas de Tipo Ia”, son algunas de las herramientas más importantes en el conjunto de herramientas de los astrónomos para medir distancias cósmicas.
A partir de 1998, las observaciones de estas explosiones revelaron que el universo se ha estado expandiendo a un ritmo cada vez más acelerado.
Se cree que esto se debe a la energía oscura, cuyo descubrimiento ganó el Premio Nobel de Física en 2011.
Si bien son de vital importancia para la astronomía, los orígenes de las supernovas termonucleares son poco conocidos.
Los astrónomos están de acuerdo en que son la destrucción de las estrellas enanas blancas, estrellas del mismo tamaño del Sol, pero comprimidas en el tamaño de la Tierra.
Aún se desconoce qué hace que las estrellas exploten.
Una teoría postula que la enana blanca roba materia de una estrella compañera o adjunta, cuando la enana blanca se vuelve demasiado pesada, las reacciones termonucleares se encienden en el núcleo y conducen a una explosión descontrolada que destruye la estrella.
La SN 2012Z fue un tipo extraño de explosión termonuclear, a veces llamada supernova Tipo Iax, y son las primas más tenues y débiles del Tipo Ia más tradicional. Debido a que son explosiones menos poderosas y más lentas, algunos científicos han teorizado que son Supernovas fallidas de Tipo Ia.
Las nuevas observaciones confirman esta hipótesis.
En 2012, se detectó la Supernova 2012Z en la cercana Galaxia Espiral NGC 1309, que había sido estudiada en profundidad, y capturada en muchas imágenes del Hubble durante los años previos a la 2012Z.
Las imágenes del Hubble se tomaron en 2013 en un esfuerzo concertado para identificar qué estrella en las imágenes más antiguas correspondía a la estrella que había explotado.
El análisis de estos datos en 2014 fue exitoso: los científicos pudieron identificar la estrella en la posición exacta de la Supernova 2012Z.
Esta fue la primera vez que se identificó la estrella progenitora de una supernova enana blanca.
“Esperábamos ver una de dos cosas cuando obtuvimos los datos más recientes del Hubble, o la estrella se habría ido por completo, o tal vez todavía habría estado allí, lo que significa que la estrella que vimos en las imágenes previas a la explosión no fue la que explotó. Nadie esperaba ver una estrella superviviente más brillante, eso fue un verdadero rompecabezas”, indicó McCully.
McCully y el equipo creen que la estrella medio explotada se volvió más brillante porque se infló hasta un estado mucho más grande.
La Supernova no fue lo suficientemente fuerte como para eliminar todo el material, por lo que parte volvió a caer en lo que se llama un remanente atado.
Con el tiempo, esperan que la estrella regrese lentamente a su estado inicial, sólo que menos masiva y más grande.
Paradójicamente, para las estrellas enanas blancas, cuanto menos masa tienen, mayor es su diámetro.
«Esta estrella que sobrevive es un poco como Obi-Wan Kenobi regresando como un fantasma de la fuerza en Star Wars», indicó el otro coautor del reporte, Andy Howell, Catedrático en la UCSB y Científico Jefe del Observatorio Las Cumbres.
Howell señala que la naturaleza trató de derribar esta estrella, pero volvió más poderosa de lo que podríamos haber imaginado.
“Sigue siendo la misma estrella, pero de nuevo en una forma diferente. Básicamente, trascendió la muerte”, recalcó el astrónomo.
Durante décadas, los científicos pensaron que las supernovas de tipo Ia explotan cuando una estrella enana blanca alcanza cierto límite de tamaño, llamado límite de Chandrasekhar, aproximadamente 1.4 veces la masa solar
Ese modelo ha caído un poco en desgracia en los últimos años, ya que se ha descubierto que muchas supernovas son menos masivas que esta, y las nuevas ideas teóricas han indicado que hay otras cosas que hacen que exploten.
Los astrónomos no estaban seguros de si las estrellas alguna vez se acercaron al límite de Chandrasekhar antes de explotar.
Tanto Howell como McCully piensan que este crecimiento hasta el límite máximo, es exactamente lo que le sucedió a la Supernova 2012Z.
“Las implicaciones para las supernovas de Tipo Ia son profundas. Hemos encontrado que las Supernovas al menos pueden crecer hasta el límite y explotar. Sin embargo, las explosiones son débiles, al menos algunas veces. Ahora necesitamos entender qué hace que una Supernova falle y se convierta en Tipo Iax, y qué hace que una Supernova tenga éxito como Tipo Ia”, finalizó McCully.