Por Agencias
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Desde que empezó el brote más reciente de viruela símica en mayo, casi una veintena de países de las Américas han reportado más de 5.000 casos, pero por ahora no se recomienda una vacunación masiva porque el riesgo de contagio en la población general es muy bajo, dijo el miércoles en conferencia de prensa la Organización Panamericana de la Salud.
La mayoría de los casos han sido detectados en Estados Unidos, Canadá y Brasil entre hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, y que tienen entre 25 y 45 años, dijo la OPS.
Sin embargo, aclaró, por ahora no se han registrado muertes en la región.
“Estamos también trabajando con la sociedad civil y con las comunidades LGBTQ+ para alertar a los grupos de más riesgos sobre los síntomas de la viruela del mono y para suministrar información sobre cómo pueden protegerse”, expresó Mary Lou Valdez, directora adjunta de la OPS. “Quiero advertir a los países sobre el potencial de estigma, homofobia y discriminación que pueden obstaculizar nuestras respuestas de salud pública”.
Durante el fin de semana, la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia mundial por la viruela símica, el nivel de alerta más elevado que ha sido ya utilizado en el pasado en brotes similares del zika en Latinoamérica en 2016 y en la pandemia de coronavirus, entre otros.
La declaración no significa necesariamente que la enfermedad sea particularmente transmisible o letal.
La viruela símica lleva décadas circulando en África central y occidental, y no se sabía de grandes brotes en países de otros continentes o de que se propagara ampliamente entre las personas hasta mayo, cuando comenzaron a reportarse docenas de casos en Europa y América del Norte.
Hasta ahora se han registrado 5.300 casos en las Américas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, desde mayo se han reportado a nivel mundial más de 16.000 casos en 74 países.
Por ahora, sólo se han registrado muertes en África.
De acuerdo con la OMS, el 99% de los casos fuera de África se registraron en varones.
De ellos, el 98% involucró a hombres que tuvieron sexo con hombres.
En la rueda de prensa virtual desde la sede de la organización en Washington, el doctor Marcos Espinal, subdirector interino de la OPS, explicó que la vacuna contra la viruela del mono no está recomendada para la población general.
Dijo que existen otras medidas más importantes para contener la transmisión, entre ellas evitar el contacto con la piel de personas y animales afectados, la comunicación con los grupos más vulnerables, y el entrenamiento al personal sanitario para que sepan detectarla.
Entre los síntomas de la enfermedad están las lesiones en la piel a manera de salpullidos en la cara, la boca, las manos y el pecho, entre otros lugares; fiebre, inflamación de los ganglios, y dolor de cabeza.
A diferencia del COVID-19, la viruela del mono no se contagia a través del aire sino cuando una persona entra en contacto físico con una que ya está enferma, o con un animal.
Unos diez países de la región han reportado interés en adquirir vacunas y la OPS está en negociaciones avanzadas con el productor.
“Tenemos esperanzas de que vamos a tener vacunas este año”, dijo Espinal, y aclaró que serán limitadas porque sólo hay un fabricante.