En la primavera de 2013, Marvel Studios empezó a desarrollar una película basada en el personaje de ‘Carol Denvers’, pero hubo que esperar a la escena post créditos de Avengers: Infinity War (2018), en la que, tras el final más dramático de un blockbuster desde Titanic (1997), ‘Nick Fury’ manda una desesperada llamada de socorro a la ‘Capitana Marvel’, para fijarnos en Brie Larson.
Al confirmarse que sería ella la que daría vida a la súper heroína más poderosa de todos los tiempos, la nueva esperanza para poner orden en el desenlace de la saga Avengers.
Quizás las expectativas estaban demasiado elevadas, ya que su tráiler tuvo $100 millones de visualizaciones a nivel mundial a las 24 horas de haber sido publicado.
Marvel Studios nos tiene muy mal acostumbrados, aunque hagan una película menor siempre es entretenida, espectacular, divertida y a momentos absolutamente brillante.
En esta ocasión, en su 21ª película, quizás ni el guión ni la dirección brillan con la misma excelencia que la mayoría de sus anteriores films, pero sí es un acierto la elección como protagonista de la joven ganadora del Oscar por su increíble papel de ‘Ma’ en Room (2015) como lo es Larson.
Además, es un placer volver a ver a los míticos ‘Nick Fury’ (Samuel L. Jackson) y ‘Agente Coulson’ (Clark Gregg), rejuvenecidos, y no en una escena cómo en anteriores ocasiones, sino durante todo el metraje, ya que la película se da en el maravilloso año 1995.
Así que abróchense los cinturones y prepárense para un apasionante viaje al pasado con esta nostálgica recreación de los 90 que, sin duda alguna, no tiene ningún desperdicio.
El amor que siente la pareja de directores Anna Boden y Ryan Fleck por las películas de acción de esa época es enorme, y lo deja claro con homenajes y gags a icónicos films que marcaron un antes y un después de la era dorada del cine de acción mainstream de Hollywood.
La pareja de directores, responsables de films de renombre en el panorama indie como Half Nelson (2006), Una historia Casi Divertida (2010) o La última Apuesta (2015), ya ha demostrado en varias ocasiones su valía como dupla.
Ambos han liderado proyectos de gran calidad, pero no de esta magnitud, la cual quizás todavía les queda un poco grande.
Sin duda ponen su oficio y talento en la película, y al final salen bien parados con su trabajo, pero desafortunadamente no han podido añadir a esta superproducción lo que directores como Jon Favreau, Joss Whedon James Gunn y Anthony y Joe Russo aportaron en fantásticos films como “Iron Man” (2008), “Avengers” (2012), “Guardianes de la Galaxia” (2014) y “Capitán América: El Soldado de Invierno” (2014), respectivamente.
El punto positivo es que finalmente una mujer ha dirigido una película Marvel, como hace dos años hizo Patty Jenkins dirigiendo Wonder Woman (2017) para DC.
En esta ocasión no se trata de la típica película en la que nos cuenta el origen de la historia, pues la heroína ya posee sus poderes desde el inicio.
La aventura aquí será encontrarse a sí misma en un mundo que cree desconocer, para descubrir quién es en realidad.
El film arranca en el planeta Hala, capital del Imperio Kree. ‘Vers’ (Brie Larson) tiene recurrentes pesadillas en las que aparece una misteriosa mujer mayor (Annette Bening).
Un día, mientras entrena duramente con su mentor y comandante ‘Yon-Rogg’ (Jude Law), éste le advierte de que debe aprender a controlar sus poderes.
Durante una misión para rescatar a un agente Kree, ‘Vers’ es secuestrada por ‘Talos’ (el actor australiano Ben Mendelsohn, experto en encarnar a perturbadores villanos), que la sujeta a la fuerza a una sonda de memoria para extraer sus más profundos y valiosos recuerdos.
‘Vers’ logra escapar gracias a sus espectaculares poderes, y casi sin darse cuenta pilota una nave hasta el planeta Tierra, estrellándose contra el techo de un símbolo de los 90, un mítico videoclub Blockbuster de Los Ángeles, a rebosar de VHS de culto en los que aparece varias veces el rostro de Arnold Schwarzenegger.
El estruendo llama la atención de los agentes de S.H.I.E.L.D, pero su investigación es interrumpida por un inesperado ataque Skrull a modo de “La Invasión de los ladrones de Cuerpos” (1956), tomando forma de humanos.
A partir de aquí empieza una aventura por todo lo alto, con espectaculares persecuciones por las calles y dentro del metro de L.A. que recuerdan mucho a la mítica persecución de Terminator 2: El juicio Final (1991), una de las principales influencias de esta película.
‘Capitana Marvel’ es la primera película de Marvel estrenada después de la muerte de Stan Lee, que aparece en ella en el que será su penúltimo cameo, y le vemos ensayando sus líneas de diálogo para del rodaje de Mallrats (1995). Por suerte, ya han confirmado que el último cameo de Stan Lee será en la esperadísima Avengers: End Game (2019), que incluirá a la ‘Capitana Marvel’ y reventará la taquilla del mundo entero.
‘Capitana Marvel’ costó $152 millones de dólares y se estrenó mundialmente el 8 de marzo, el día internacional de la mujer.
Por el momento ya ha recaudado en todo el mundo más de $700 millones de dólares.