Por Abg. Gianna Barrotto
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Quienes se oponen a la inmigración a menudo afirman que los inmigrantes europeos que llegaron a los Estados Unidos a fines del siglo XIX y principios del XX son radicalmente diferentes a los latinoamericanos y asiáticos que inmigran aquí hoy.
Un nuevo libro de dos historiadores económicos lo refuta al examinar varios de los mitos más difundidos sobre el éxito económico y la integración cultural entre los inmigrantes y sus hijos.
El libro Streets of Gold: America’s Untold Story of Immigrant Success, fue escrito por Ran Abramitzky y Leah Boustan.
Los autores discutieron recientemente su libro en un seminario virtual realizado por el Consejo Estadounidense de Inmigración.
Los autores se basan en su propia investigación innovadora que compara a los europeos que llegaron a este país entre 1880 y 1920, con los inmigrantes latinoamericanos y asiáticos que han llegado desde 1965.
Contrariamente a la creencia popular, de acuerdo a los historiadores, encuentran que los inmigrantes de hoy en día son, de hecho, muy similares a los inmigrantes de hace un siglo.
Ascienden en la escala económica y se integran a la cultura estadounidense al mismo ritmo.
Su investigación también indica que la inmigración durante el último siglo y medio no ha perjudicado a la mayoría de los trabajadores nacidos en los Estados Unidos.
Estos hallazgos contradicen las afirmaciones de los activistas antiinmigrantes, sobre todo los republicanos, de que los inmigrantes de hoy tienen menos éxito y están menos dispuestos a asimilarse que los inmigrantes europeos que los precedieron.
Los críticos que además tratan de diseminar la teoría de que el gobierno quiere acabar con la raza anglosajona, aseguran erróneamente que los inmigrantes inevitablemente desplazan a los trabajadores nacidos en Estados Unidos en el mercado laboral.
Los autores de Streets of Gold dedicaron más de una década a construir la base de datos de inmigración más grande que jamás haya existido.
Comenzaron por extraer los millones de registros genealógicos disponibles a través de Ancestry.com y luego vincularon estos registros con datos históricos del Censo de 2022, actas de nacimiento, registros del Seguro Social, registros de impuestos, entrevistas con inmigrantes y discursos del Congreso sobre inmigración.
Combinados, todas esas bases de datos permitieron a los autores rastrear el progreso socioeconómico de millones de inmigrantes a nivel individual, y al de sus hij@s a lo largo del tiempo, desde la década de 1880 hasta el presente.
Este conjunto de datos cubre dos períodos pico en la historia de la inmigración a los Estados Unidos.
El primero comenzó alrededor de 1880 y duró hasta aproximadamente 1920.
Durante este período, la mayoría de los inmigrantes procedían de Europa, después de que el gobierno de los EE. UU. implementara cuotas de inmigración altamente restrictivas en 1924, la inmigración se desplomó.
Una vez que se levantaron esas cuotas en 1965, la inmigración comenzó a aumentar nuevamente.
Este segundo período de auge de la inmigración se ha prolongado hasta nuestros días. Así, la mayoría de los inmigrantes durante este período más reciente han venido de América Latina y de Asia, aunque los de áfrica y el Medio Oriente, debido a conflictos bélicos, van en aumento.
Los inmigrantes y sus hij@s tienen movilidad ascendente, revela el libro que se puede conseguir en Amazon.
“Streets of Gold” revela que los inmigrantes de hoy en día de América Latina y Asia ascienden en la escala económica tan rápido como los inmigrantes que llegaron de Europa a fines del siglo XIX y principios del XX.
Sin embargo, esta nunca ha sido una historia rápida de pobreza a riqueza para la vasta mayoría de los inmigrantes, y es que se comprobó que los foráneos europeos tardaron décadas en pasar de trabajos mal pagados a trabajos con una mejor paga, tal como lo hacen los inmigrantes latinoamericanos y asiáticos en la actualidad.
Otra similitud sorprendente entre los inmigrantes del pasado y los del presente, es que sus hij@s tienen una mayor movilidad ascendente que l@s hij@s de estadounidenses nacidos en Estados Unidos con circunstancias económicas similares.
Esto fue cierto en el pasado para l@s hij@s de inmigrantes que vinieron aquí desde Italia o Rusia, y es cierto hoy en día para l@s de los inmigrantes que vinieron provenientes de México o Laos.
Una razón de esto es que los padres inmigrantes tienen más probabilidades que los padres nacidos en los EE.UU., de establecerse en lugares económicamente dinámicos con más oportunidades de movilidad ascendente.