Por Agencias
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El presidente Emmanuel Macron permanecerá otros cinco años en El Elíseo tras ser reelegido este domingo la segunda vuelta de las elecciones en Francia.
Con el 58,55%% de los votos, Macron se impuso otra vez a la candidata de ultraderecha Marine Le Pen, quien obtuvo el 41,45%, una cantidad que representa el apoyo más fuerte recibido por su partido en su historia.
Macron se convierte así en el primer presidente que revalida en el cargo en los últimos 20 años, después de Jacques Chirac en 2002.
En un emotivo discurso de celebración, el mandatario aseguró que agradecía a todos los que le dieron su apoyo y reconoció que su victoria se debía no solo a los que seguían sus ideas, sino también a aquellos que habían votado por él para evitar que la extrema derecha obtuviera el poder.
«Yo entiendo los deberes que vienen con esa confianza por los próximos años», dijo.
Aseguró, además, que tratará de gobernar con un nuevo método y que tratará de atender las preocupaciones de los que votaron en su contra.
«A los que votaron por la extrema derecha les digo que mi responsabilidad y la de mi equipo será atender sus inquietudes», dijo desde el Campo de Marte.
Tras darse a conocer las primeras estimaciones, Le Pen reconoció la derrota, aunque aseguró que los resultados eran una victoria para su partido, Agrupación Nacional (RN).
«Pudo haber soplado una gran viento de libertad en el país. Los resultados de la votación, los cuales respeto, quisieron otra cosa. A pesar de dos semanas de métodos (de campaña) desleales (…), las ideas que representamos alcanzaron su punto máximo en la noche de las elecciones presidenciales. Con más del 43% de los votos, los resultados de esta noche representan, en sí mismos, una brillante victoria», dijo.
Indicó, además, que el objetivo de su partido ahora son las elecciones parlamentarias de junio.
«Más que nunca continuaré mi trabajo por los franceses. El paisaje de la política francesa se está recomponiendo», dijo.
El porcentaje de participación se situó por debajo del 72%, la más baja desde 1969.
Aunque Macron llegó a la segunda vuelta con una ventaja estable en las encuestas de opinión, los analistas alertaron que no se debía dar por segura su victoria.
Sin embargo, su posición mejoró en los últimos días de campaña, principalmente tras el debate preelectoral del miércoles.
Televisoras locales mostraban a miles de partidarios de Macron celebrando en las calles y alrededor de lugares emblemáticos de la capital francesa, como la Torre Eiffel.
De acuerdo con el periodista, Hugh Schofield, quien se encuentra en París, «la amenaza de la extrema derecha resultó exagerada en las encuestas».
«Sin embargo, sigue siendo la mayor votación jamás obtenida por los nacionalistas. Combinado con la altísima tasa de abstenciones y votos nulos, se confirma la impresión de un país dividido e infeliz», indica.
La segunda vuelta de esto domingo mostró una diferencia más estrecha entre los candidatos que los resultados obtenidos en 2017, cuando el centrista obtuvo el 66% de los votos, frente al 33.9 % de la candidata de ultraderecha.
En la primera vuelta de hace dos semanas, Macron obtuvo el 27,6% de los votos, mientras que su oponente se llevó el 23,4%.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y numerosos líderes europeos felicitaron a Macron por su victoria.
Y es que los resultados han sido vistos como un respiro para el bloque regional por la posición pro-europea de Macron y los comentarios críticos de Le Pen hacia el bloque.
Aunque la candidata se retractó de sus ideas iniciales de buscar la salida de Francia del bloque, existía el temor de que sus políticas afectaran la unidad de la UE, sacudida en los últimos años por la salida de Reino Unido, la elección en 2016 de Donald Trump y el ascenso de una nueva generación de líderes nacionalistas.
«El mayor suspiro de alivio ha venido de los líderes de la UE. Como presidente, Le Pen habría sido vista como una amenaza existencial para la Unión, ya que es una euroescéptica abierta, mientras que es difícil encontrar a alguien más entusiasta de la UE que Emmanuel Macron», escribe desde París la periodista Katya Adler.
No obsante, la preocupación por los resultados de la extrema derecha llegó incluso del propio gobierno de Macron.
El ministro de Salud, Olivier Véran, aseguró que no quería «estropear la victoria», pero que estaba preocupado por el número de votos obtenidos por Le Pen.
«También hemos escuchado el mensaje del pueblo francés. Habrá un cambio de método, se consultará al pueblo francés», dijo.
La nueva victoria
Cuando hace cinco años se convirtió en el líder francés más joven en llegar al poder desde Napoleón, bajo el partido En Marche! (¡En marcha!), Macrón prometió alejarse de los espectros políticos, fortalecer los lazos con Europa e implementar importantes reformas en materia social y económica.
El descontento contra las élites políticas que, por años, habían administrado el país europeo hizo que el electorado se volcara a favor de aquel joven exbanquero que participaba en su primera elección.
Cuando venció a Le Pen en segunda vuelta en esa ocasión, su única experiencia en el gobierno había sido como asesor económico y ministro de Economía del expresidente socialista François Hollande.
Sin embargo, el mandatario vio su popularidad caer en los últimos tiempos, principalente por su posición frente las protestas de los llamados «chalecos amarillos», sus políticas y algunas de las medidas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
Algunos sectores lo criticaron por considerarlo un «presidente de los ricos» y de no estar en contacto con los sectores más desfavorecidos de la sociedad francesa.
Proyectos y desafíos
El nuevo período de gobierno de Macron comenzará el 13 de mayo.
El mandatario ha prometido pleno empleo dentro de cinco años, un recorte de impuestos de US$16.000 millones al año para los hogares y las empresas, lo que planea financiar aumentando gradualmente la edad de jubilación de 62 a 65 años.
En términos de defensa, afirmó que aumentaría el gasto militar con miras a una mayor soberanía francesa, sobre todo en el contexto de la invasión rusa a Ucrania.
En cuanto a la energía, propone crear seis reactores nucleares, mientras que en la educación buscará darles mayor independencia a las universidades.
Sin embargo, su primer gran reto serán las elecciones parlamentarias de junio, dado que otros rivales, desde Le Pen hasta el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (quien pidió ahora a sus seguidores votar por Macron para impedir el triunfo de Le Pen), han llamado a no darle una mayoría legislativa.
El candidato de extrema derecha Eric Zemmour (eliminado en primera vuelta) también ha pedido una alianza de agrupaciones derechistas de cara a las elecciones legislativas de junio.
«Lucharemos por nuestras ideas en todos los pueblos y aldeas de Francia, en Internet y en los medios. Pero no habrá victoria sin alianzas. Hago un llamado a la unión nacional para las elecciones legislativas de junio», dijo.