Por Agencias
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La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió la salida de Maduro, afirmando este jueves que el gobernante de Venezuela, “debe irse, cuanto más rápido mejor”, y urgió a dar cuanto antes un beneficio migratorio a los venezolanos llegados a este país, conocido como TPS.
En el transcurso de un encuentro sostenido en la ciudad de Weston, Florida, con la comunidad venezolana, Pelosi señaló que Maduro y sus aliados, entre ellos Rusia y Cuba, “quieren destrozar la fe en la democracia” y, por ello, “la batalla por Venezuela es por la democracia en todos lados y ciertamente en el hemisferio”, reseñó la agencia EFE.
Pelosi se refirió al proyecto aprobado en la cámara baja del Congreso, controlada por los demócratas, para otorgar un Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos huidos de la crisis en su país para que puedan trabajar y vivir legalmente en EE.UU.
El proyecto debe pasar ahora por el Senado, que está ahora bajo el control de los republicanos.
Precisamente este el senador republicano por Florida Rick Scott pidió a Pelosi a través de Twitter que los demócratas den luz verde a la enmienda a este proyecto que presentó la semana pasada en el Senado y fue rechazada.
Dicha enmienda propone que se otorgue el TPS por un periodo de 18 meses y requiere aprobación del Congreso para ampliaciones de este permiso y por no más de 18 meses.
La Presidenta de la Cámara bBja recordó que el TPS es temporal en relación a la condición del país del que provienen sus beneficiarios y en el caso de Venezuela se cuestionó si es que hay una garantía de que en 18 meses se arreglará la crisis política y social que sufre.
Manifestó que un “te ayudo por el momento” como lo plantean algunos políticos “no es suficiente”, y que la enmienda propuesta viene a ser casi “temporalmente temporal”.
En la reunión con miembros de la comunidad venezolana, que se estima asciende a 200,000 personas en Florida, Pelosi estuvo acompañada, entre otros de las legisladoras demócratas Donna Shalala, Debbie Wasserman Schultz y Debbie Mucarsel-Powell, quienes también criticaron la postura de los republicanos en el Senado.
Wasserman señaló incluso que la enmienda de Scott supone alinearse con la “torcida política migratoria” de Trump, lo cual es “inaceptable”, más en vista de las recientes eliminaciones de los TPS a los inmigrantes de otros países anunciadas por la Administración federal.
Pelosi indicó que su partido ha emitido otras iniciativas destinadas a aliviar la situación de los venezolanos de dentro y fuera del país ante “un régimen canceroso”.
Señaló que desde que los demócratas tuvieron mayoría en la Cámara Baja, no dudaron en reconocer como interlocutor a la Asamblea Nacional venezolana, que es liderada por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino del país latinoamericano por más de medio centenar de países.
También participó en la reunión en Weston el embajador del Gobierno “interino” de Venezuela en Washington, Carlos Vecchio.
La creación de lo que definió como “la más importante coalición internacional desde la II Guerra Mundial”, creada en contra de Maduro, fue uno de los aspectos que resaltó Vecchio.
El representante de Guaidó defendió la necesidad de una unidad bipartidista en EE.UU. para abordar la situación en Venezuela que ha dado pie a la “más grande crisis de refugiados en este continente”.
“Debemos incrementar la presión al régimen de Maduro y recuperar nuestro país, de eso depende el futuro de América Latina en los próximos 20 o 30 años”, advirtió Vecchio, tras resaltar que Estados Unidos no debe subestimar la amenaza que supone Maduro.
Las legisladoras señalaron la prioridad que supone para el Partido Demócrata la situación en Venezuela, bajo el mando de un “narco régimen”, como dijo Mucarsel-Powell, mientras que Wasserman y Shalala resaltaron la necesidad de presionar para que Rusia y Cuba no intervengan en los asuntos venezolanos.