Por Agencias
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El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu rechazó las exigencias de Hamás para un cese del fuego y prometió seguir adelante con la ofensiva militar en la Franja de Gaza hasta que consiga “la victoria absoluta”.
Netanyahu hizo los comentarios el miércoles poco después de reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que ha estado viajando en la región con la esperanza de conseguir una tregua.
“Estamos en camino de conseguir una victoria absoluta”, dijo Netanyahu y añadió que el operativo durará meses, no años. “No hay otra solución”.
Descartó cualquier acuerdo que deje a Hamás en control parcial o total de Gaza. También dijo que Israel es la “única potencia” capaz de garantizar la seguridad a largo plazo.
Netanyahu también pidió que se reemplace la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Se tiene previsto que Blinken ofrezca una conferencia de prensa el miércoles por la tarde.
Previamente, Blinken había dicho que “hay mucho trabajo por delante” para resolver las discrepancias entre Israel y Hamás sobre un nuevo cese al fuego y una liberación de rehenes, luego que la milicia palestina presentó las condiciones que contradicen los objetivos del operativo militar israelí.
Hamás presentó un plan de tres fases que se desarrollaría a lo largo de cuatro meses y medio, en respuesta a la propuesta elaborada por Estados Unidos, Israel, Qatar y Egipto. Según éste, todos los rehenes quedarían libres a cambio de cientos de palestinos encarcelados por Israel, incluyendo insurgentes destacados, y el final de la guerra.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que las exigencias del grupo insurgente eran “un poco exageradas” pero que las negociaciones continuarán.
En el enfrentamiento más letal en la historia del conflicto entre israelíes y palestinos han muerto más de 27.000 palestinos, vecindarios enteros ha sido arrasados, la inmensa mayoría de la población de Gaza se ha visto obligada a abandonar sus hogares y un cuarto de la población no tiene qué comer.
Grupos insurgentes de la región respaldados por Irán han perpetrado ataques, principalmente contra objetivos estadounidenses e israelíes, en solidaridad con los palestinos, lo que provocó represalias mientras aumenta el riesgo de que el conflicto se expanda.
Israel sigue profundamente conmocionado por el ataque de Hamás el 7 de octubre que dejó unas 1.200 personas muertas, en su mayoría civiles, además de tomar unos 250 rehenes, de los cuales casi la mitad siguen cautivos en Gaza.
CRECE LA MISERIA EN GAZA
En Gaza, donde los palestinos anhelan el final de unos combates que han sacudido todos los aspectos de sus vidas, se habla poco de los grandes acuerdos diplomáticos.
“Rezamos a Dios para que esto termine”, dijo Ghazi Abu Issa, quien huyó de su casa y se refugió en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro del enclave. “No hay agua, ni electricidad, ni comida ni baños”.
Quienes viven en tiendas de campaña se han visto afectados por las lluvias y las inundaciones invernales. “Nos han humillado”, agregó.
Madres con bebés recién nacidos no ha conseguido leche ni pañales, y si se consiguen son a precios sumamente inflados. Algunas les están dando comida sólida a los bebés menores de 6 meses a pesar de los riesgos a la salud que eso conlleva.
La cifra de palestinos muertos en el conflicto ascendía a 27.707 personas, indicó el Ministerio de Salud en Gaza, controlado por Hamás. Eso incluye 123 cadáveres traídos a hospitales en las últimas 24 horas, dijo el ministerio el miércoles. Por lo menos 11.000 heridos necesitan ser evacuados con urgencia de Gaza, añadió.
El ministerio no distingue entre víctimas civiles y combatientes, pero sostiene que dos tercios de los fallecidos son mujeres y menores.
Israel ha ordenado a los palestinos evacuar áreas que conforman dos tercios del pequeño enclave costero. La mayoría de los desplazados están atestados en el pueblo sureño de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, muchos de ellos en saturados albergues administrados por la ONU.
Hamás sigue oponiendo una firme resistencia en todo el territorio y su policía ha regresado a las calles en los lugares donde las tropas israelíes se han retirado. Hamás retiene a más de 130 rehenes, pero se cree que unos 30 de ellos estarían muertos, la mayoría desde el mismo 7 de octubre.
HAMÁS PRESENTA CONDICIONES PARA ACUERDO POR REHENES
La respuesta de Hamás a la propuesta de alto el fuego fue publicada por el periódico libanés Al-Akhbar, próximo a la poderosa milicia libanesa, Hezbollah. Un responsable de Hamás y dos funcionarios egipcios confirmaron su autenticidad. Un cuarto funcionario, enterado de las negociaciones, luego aclaró la secuencia de las liberaciones. Todos hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa acerca de las delicadas negociaciones.
En la primera fase, con una duración de 45 días, Hamás liberaría a las mujeres y niños que siguen cautivos, además de a hombres mayores y enfermos a cambio de un número no especificado de presos palestinos retenidos por Israel. Israel también se retiraría de las zonas pobladas, cesaría sus operaciones aéreas, permitiría la entrada de mucha más ayuda así como el regreso de los palestinos a sus casas, incluyendo en la devastada zona norte del enclave.
La segunda fase, que se negociaría durante la primera, incluiría la liberación del resto de los rehenes, en su mayoría soldados, a cambio de todos los detenidos palestinos mayores de 50 años, incluyendo insurgentes de alto rango. Israel dejaría libres a otros 1.500 prisioneros, 500 de los cuales serían elegidos por Hamás, y completaría su retirada de Gaza.
En la tercera fase, ambas partes intercambiarían los cuerpos de los rehenes y presos muertos.
Netanyahu ha dicho que no buscaría un acuerdo a cualquier costo, señalando que no aceptará la liberación de milicianos de alto rango.
ISRAELÍES AGONIZAN POR LA SUERTE DE LOS REHENES
En Israel, la atención se centra en la difícil situación de los rehenes. Las familias y la población exigen un acuerdo con Hamás, temerosos de que el tiempo se esté agotando. Las fuerzas israelíes solo han rescatado a un rehén, mientras que el grupo insurgente dijo que varios fallecieron en ataques aéreos de Israel y en misiones de rescate fallidas.
Más de 100 cautivos, en su mayoría mujeres y niños, regresaron a casa durante un alto el fuego de una semana en noviembre a cambio de la liberación de 240 palestinos encarcelados en Israel.
Miles de personas han participado en protestas semanales para pedir la liberación de los rehenes y la convocatoria de nuevas elecciones. Pero Netanyahu está en deuda con sus aliados de ultraderecha de la coalición, que han amenazado con derribar el gobierno si cede demasiado en las negociaciones.