Por Agencias
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Los Archivos Nacionales de Estados Unidos le han pedido a los expresidentes y ex vicepresidentes del país revisar sus pertenencias personales para ver si tienen documentos secretos todavía consigo, dijeron dos fuentes enteradas del tema el jueves.
La decisión se produce luego de reportarse que el presidente Joe Biden y el ex vicepresidente Mike Pence tenían consigo documentos confidenciales.
Los Archivos enviaron una carta el jueves a representantes de expresidentes y ex vicepresidentes hasta la era de Ronald Reagan para garantizar el cumplimiento de la Ley de Documentos Presidenciales.
La ley establece que todos los documentos creados o recibidos por el presidente son propiedad del gobierno y serán administrados por los Archivos al final de la administración, según las dos fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a informar al respecto.
Los Archivos enviaron la carta a los representantes de los expresidentes Trump, Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton, George H.W. Bush y Ronald Reagan, y los ex vicepresidentes Pence, Biden, Dick Cheney, Al Gore y Dan Quayle.
Los portavoces de Obama, Bush, Clinton, Pence, Cheney, Gore y Quayle no han comentado al respecto.
El manejo de documentos clasificados ha sido un problema intermitente durante décadas, pero el problema cobró mayor importancia desde que Trump retuvo deliberadamente material clasificado en su propiedad en Florida, lo que provocó la incautación sin precedentes del FBI de miles de páginas de archivos el año pasado.
El fiscal general Merrick Garland nombró a un fiscal especial para investigar el manejo de los documentos por parte de Trump y Biden.
Hablando el jueves en una conferencia de prensa no relacionada, el director del FBI, Christopher Wray, dijo que, aunque no podía discutir ninguna investigación específica en curso, “hemos tenido durante bastantes años una gran cantidad de investigaciones por mal manejo. Desafortunadamente, esa es una parte regular del trabajo de nuestra división de contrainteligencia y del programa de contrainteligencia”.
Agregó que era necesario que las personas fueran conscientes de las leyes y normas que rigen el manejo de información clasificada. “Esas reglas están ahí por una razón”, agregó.