Por Agencias
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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, juró por cuarto mandato consecutivo el lunes luego de ganar unas elecciones consideradas amañadas por la crítica extranjera, y en un día marcado por las sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea contra miembros de su gobierno.
Junto a él estaba la primera dama Rosario Murillo, juramentada también para su segundo mandato como su vicepresidenta.
“Vamos a seguir luchando para defender al pueblo para que tenga salud, educación y vivienda”, explicó el excomandante sandinista en la capitalina Plaza de la Revolución repleta de las banderas ondeantes de su partido.
Ortega, de 76 años, y Murillo, de 70, supervisaron el encarcelamiento de líderes de la oposición, incluidos siete posibles aspirantes a la presidencia, meses antes de las elecciones de noviembre, y ambos se han mantenido desafiantes a la presión extranjera.
El lunes por la noche, Ortega pidió el levantamiento de las sanciones contra Venezuela y Cuba, cuyos líderes asistieron al evento, y expresó que el presidente estadounidense “tiene más de 700 presos políticos” en referencia a los encarcelados en relación con la toma del capitolio estadounidense de hace un año.
Ortega sostiene que las grandes protestas callejeras contra su gobierno en abril de 2018 fueron un intento de derrocar a su gobierno con respaldo extranjero.
El día de la toma, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso sanciones a más funcionarios nicaragüenses.
El Departamento del Tesoro anunció que congelará los activos estadounidenses del ministro de defensa y otros cinco funcionarios en los sectores del ejército, las telecomunicaciones y la minería.
El régimen de Ortega ha sido golpeado por rondas de condena y sanciones desde la votación del 7 de noviembre pasado.
El gobierno de Nicaragua anunció en noviembre que se retiraba de la Organización de Estados Americanos (OEA), luego de que el organismo regional acusara al gobierno de Ortega de actos de represión y manipulación de las elecciones.
La Asamblea General de la OEA votó a favor de condenar las elecciones, diciendo que “no fueron libres, justas ni transparentes, y carecieron de legitimidad democrática”.
Un total de 25 países de América votaron a favor de la resolución, mientras que 7, incluido México, se abstuvieron, solo Nicaragua votó en contra.
La lista de asistentes al evento de toma de posesión incluía representantes de China, Corea del Norte, Irán, Rusia y Siria.
CHILE
Chile está implementando una cuarta dosis de vacunación para algunos ciudadanos a medida que aumenta la cantidad de infecciones diarias por coronavirus.
El presidente Sebastián Piñera estuvo presente cuando dos adultos con problemas de inmunosupresión recibieron la cuarta vacuna contra el COVID-19 en un hospital de Santiago.
La nación sudamericana está aplicando una cuarta dosis de manera anticipada porque la actual tasa diaria de contagios de 4,000 casos de coronavirus podría aumentar a 10,000 o más, dijo Piñera.
La vacunación con una cuarta dosis para los inmunodeprimidos terminará el 7 de febrero, luego el programa se volcará a las personas mayores de 55 años que tuvieron una tercera dosis hace al menos seis meses.
Chile, que tiene 19 millones de habitantes, tenía previsto comenzar con la cuarta dosis en febrero, pero el rápido aumento de contagios en los vecinos Argentina, Bolivia y Perú contribuyó a su decisión de avanzar en el proceso.
HONDURAS
Un líder local del grupo indígena lenca de Honduras fue asesinado a tiros el domingo, dijo la policía.
Pablo Isabel Hernández fue asesinado en un camino de tierra cerca del pueblo de San Marcos de Caiquín cuando se dirigía a una iglesia local con su padre y hermanos, explicó el vocero de la policía Cristian Manuel Nolasco.
Nolasco reveló que la emboscada pudo haber estado relacionada con disputas personales o políticas.
Hernández se desempeñó como director de una estación de radio conocida como “Radio Tenan, la Voz Indígena de los Lencas”.
También participó activamente en proyectos ambientales y de educación indígena.
La Asociación de Medios Comunitarios de Honduras dijo en un comunicado que “consideraba el asesinato como un ataque más a la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos”.
Hernández fue el segundo líder lenca asesinado en menos de un año.
En marzo de 2020, el activista lenca Juan Carlos Cerros Escalante fue asesinado a balazos en la localidad de Nueva Granada, en la costa caribeña provincia de Cortés.
Cáceres fue cofundador del Consejo Nacional de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, y ayudó a organizar la oposición al proyecto de la presa Agua Zarca, que se iba a construir en el río Galcarque.
El río tiene una importancia espiritual para el pueblo lenca, además de ser una fuente fundamental de agua.
El proyecto de la presa sigue congelado.
Tanto Hernández como Cerros Escalante pertenecían a la misma comunidad indígena que Berta Cáceres, una galardonada defensora ambiental y de los derechos indígenas asesinada en 2016.
Según grupos de derechos, más de tres docenas de activistas ambientales han sido acribillados en Honduras desde la muerte de Cáceres.
COREA DEL NORTE
Corea del Norte disparó el martes lo que parecía ser un misil balístico en su mar oriental, su segundo lanzamiento en una semana, luego de los llamados del líder Kim Jong Un, para expandir su programa de armas nucleares desafiando a la oposición internacional.
Los lanzamientos siguen a una serie de pruebas de armas en 2021 que subrayaron cómo Corea del Norte, continúa expandiendo sus capacidades militares durante un bloqueo pandémico autoimpuesto y conversaciones nucleares estancadas con los Estados Unidos.
El Departamento de Defensa de Corea del Sur, indicó que Corea del Norte disparó lo que probablemente fue un misil balístico desde el área de su provincia norteña de Jagang.
Corea del Sur añadió que el cohete voló 700 kilómetros (434 millas) a una velocidad máxima de alrededor de Mach 10 antes de aterrizar en aguas frente a su costa este, demostrando una capacidad más avanzada que el lanzamiento de Corea del Norte la semana pasada.
Los medios estatales de Corea del Norte describieron el lanzamiento anterior como una prueba exitosa de un misil hipersónico, un tipo de armamento que afirmó haber probado por primera vez en septiembre.
Los funcionarios de Corea del Sur no proporcionaron una evaluación específica del tipo de misil, pero algunos expertos dijeron que sus vecinos comunistas, podrían haber probado su misil hipersónico nuevamente, en respuesta a que el ejército de Corea del Sur restó importancia a su prueba anterior.
El Ministerio de Defensa de Japón reveló que el presunto misil balístico aterrizó fuera de la zona económica exclusiva del país.
El primer ministro Fumio Kishida indicó que los funcionarios estaban verificando la seguridad de los barcos y aviones en Japón, pero no hubo informes inmediatos de interrupciones o daños.
“Es extremadamente lamentable que Corea del Norte haya continuado disparando” misiles tan pronto después de que el Consejo de Seguridad de la ONU discutiera su respuesta al lanzamiento anterior del Norte, dijo Kishida.
El Consejo de Seguridad celebró consultas a puerta cerrada el lunes sobre el lanzamiento de la semana pasada, pero no tomó ninguna medida.
Antes de las conversaciones, Estados Unidos y cinco aliados emitieron un comunicado instando a Corea del Norte a abandonar sus programas nucleares y de misiles balísticos.
La oficina presidencial de Corea del Sur dijo que el lanzamiento de ayer se discutió en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional, cuyos miembros instaron a Corea del Norte a volver a las conversaciones.
El presidente Moon Jae-in expresó su preocupación de que Pyongyang estaba aumentando su actividad de prueba antes de las elecciones presidenciales del Sur en marzo.
El Comando del Indo-Pacífico de EE. UU. dijo que el lanzamiento no representaba una “amenaza inmediata para el personal o el territorio de EE. UU., o para nuestros aliados”.
Aún así, el lanzamiento se correspondía con una orden emitida para dejar en tierra algunos vuelos en la costa oeste de Estados Unidos.