Por Agencias
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A casi dos años y medio de un estado de excepción que ha suspendido las libertades civiles clave en El Salvador, el presidente Nayib Bukele dice que los avances en materia de seguridad logrados son sostenibles, sin lo que se suponía que era una medida temporal.
Cada mes, el congreso de El Salvador, que está cómodamente controlado por el partido Nuevas Ideas de Bukele y sus aliad@s, aprueba otra extensión del estado de excepción.
La justificación de l@s funcionari@s es que se necesita hacer más para eliminar las pandillas callejeras, que alguna vez fueron poderosas, del país.
“En un futuro cercano, esperamos levantar el estado de excepción, volver a los procesos constitucionales normales, y mantener la paz que hemos logrado a través de actividades judiciales y de aplicación de la ley regulares”, explicó Bukele a la revista Times en una entrevista publicada el jueves.
Más de 81,000 individuos han sido arrestad@s y encarcelad@s sin el debido proceso, de acuerdo a los críticos del gobierno.
Las organizaciones de derechos humanos han denunciado muertes bajo custodia de personas y muchas detenciones de personas sin vínculos con pandillas, pero la mejora de la seguridad ha cambiado la vida de las personas en El Salvador después de años de vivir bajo el yugo de las pandillas.
En la entrevista, Bukele puso algunas cifras sobre el camino para levantar la suspensión de algunas libertades civiles, incluido el acceso a un abogado, poder reunirse y ser informado de los propios derechos.
El Presidente indicó que su administración estimaba que quedaban entre 8,000 y 9,000 pandillero@, y señaló que algunos de ell@s podrían haber huido del país.
Una vez que solo quedaran 3,000 o 4,000, Bukele afirmó que las maras no podrían reunir a suficiente gente para volver a formarse.
Bukele es muy activo en las plataformas sociales y cuenta con un amplio equipo de comunicaciones para difundir su mensaje, pero rara vez concede entrevistas.
Bukele también aseguró que no buscaría la reelección para un tercer mandato consecutivo.
La Constitución de El Salvador prohíbe la reelección, pero Bukele recibió una interpretación favorable de la Corte Suprema en 2021 que despejó el camino para su reelección en febrero.
“Tenemos un acuerdo con mi esposa de que este es mi último mandato”, dijo en la entrevista.
MÉXICO
Luego de que manifestantes bloquearan el martes la entrada al Congreso de México en un intento de detener una controvertida reforma judicial, l@s legisladores dieron los primeros pasos para aprobar la propuesta en un gimnasio cercano.
El plan obligaría a los jueces a presentarse a las elecciones, algo que los críticos dicen que sería un duro golpe a la independencia del poder judicial y al sistema de pesos y contrapesos.
La reforma ha alimentado una ola de protestas de jueces, empleados judiciales y estudiantes en todo México en las últimas semanas, y alcanzó otro punto de inflexión el martes cuando l@s manifestantes colocaron cuerdas en las entradas de la cámara baja del Congreso para impedir la entrada de los legisladores.
Eso ocurrió mientras la Suprema Corte del país votó 8-3 a favor de sumarse a las huelgas, lo que agregó más peso a las protestas.
“El partido con la mayoría podría tomar el control del poder judicial, y eso prácticamente sería el fin de la democracia”, dijo el manifestante Javier Reyes, un trabajador judicial federal de 37 años.
“Quieren ser dueños de México”.
A pesar de ello, los legisladores del partido gobernante de México, Morena, y sus aliados parecían decididos a aprobar rápidamente la reforma.
Al no poder reunirse en el edificio del Congreso, se reunieron en un gimnasio sofocante a unos 5 kilómetros de distancia para comenzar el proceso de votación.
La sólida mayoría del partido en un Congreso recientemente inaugurado está allanando el camino para que la reforma avance con relativa facilidad.