Por Agencias
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Qatar estará eliminada matemáticamente del Mundial que organiza si Países Bajos y Ecuador empatan hoy o si ganan los de Van Gaal.
La Selección de Qatar tiene todas las papeletas para convertirse esta misma tarde en la peor anfitriona en toda la historia de la Copa del Mundo.
Cierto es que Sudáfrica, en 2010, cayó eliminada en la fase de grupos del torneo que albergaba, de inolvidable recuerdo para España, pero lo hizo llegando con opciones de pasar a octavos de final hasta la última jornada.
Algo que no ocurrirá al conjunto qatarí tras caer esta tarde por 1-3 frente a Senegal en el Estadio Al Thumama de Doha si en el siguiente partido del torneo, que enfrenta a Países Bajos y Ecuador desde las 17.00 horas (horario peninsular español), hay un empate o un triunfo de los Van Gaal.
Las tablas entre neerlandeses y ecuatorianos situarían a ambos combinados con cuatro puntos en el Grupo A, inalcanzables ya para el equipo que dirige el español Félix Sánchez.
Y un triunfo ‘oranje’, colocándose con seis puntos como líder en solitario, también sería definitivo para Qatar, que hiciera lo que hiciera ante los holandeses en la última jornada tampoco podría igualar a Ecuador o a Senegal (o a las dos), ambas con tres puntos, que se enfrentan entre sí el próximo martes.
Sólo una victoria de Ecuador libraría a la anfitriona de quedarse fuera hoy de manera matemática, aunque lo estaría casi virtualmente.
Para pasar, necesitaría que Ecuador se impusiera esta tarde a Países Bajos, golear a los holandeses el martes por el ‘goal average’ con el que se resuelven los empates… y que Ecuador superara también a Senegal, provocando así un triple empate a tres puntos. Una quimera no sólo por lo que dice la estadística, sino por lo que se ha visto desde que arrancó este Mundial en el terreno de juego.
En el partido inaugural ya dio muestras de estar muy por debajo del nivel necesario para competir en una cita de este tipo, pero el partido de hoy ha sido definitivo: Qatar, salvo en un arreón de 10 minutos cuando se veía con los dos pies fuera de su torneo, no ha podido en ningún momento con el equipo de Aliou Cissé, superior pese a no brillar como de costumbre.
Una jugada polémica, Mateu, y un gol ‘regalado’
Sarr ya avisó antes de los cinco minutos marchándose con facilidad y rematando fuera por poco.
Y aunque Afif, el mejor futbolista de largo del combinado qatarí, respondió con una volea desde la frontal en una segunda jugada tras un balón parado, las facilidades que daba la zaga local, en especial su portero, Meshaal Barsham, que sustituía al titular en el partido inaugural Saad Al Sheeb, y que dio muestras de una inseguridad manifiesta.
Una horrible salida suya por arriba a punto estuvo de convertirla en gol Diédhiou.
Gueye lo intentó con un potente disparo lejano. Y Sabaly, sin dejar botar la pelota, buscó sorprender tras otro despeje fallido con los puños del guardameta.
Y sólo la suerte le salvó de que Sarr se plantara solo después de otra esperpéntica salida completamente a destiempo.
El partido pudo dar un giro inesperado en la única transición rápida de los anfitriones, encontrando a Afif en ventaja para entrar en el área con el balón controlado.
Pero el atacante local, en vez de buscar el remate, se movió hacia dentro para cruzarse en la trayectoria de un defensa senegalés intentando provocar el penalti.
Mateu Lahoz, colegiado español del encuentro, tuvo claro que Akram intentaba engañarle y no señaló nada. Tampoco desde el VAR le insistieron en que fuera a revisar la jugada.
Así que el sueño del penalti se fue al limbo para los de Félix Sánchez, que casi de inmediato se vieron por debajo en el marcador… por otro error propio.
Un balón frontal sin aparente peligro, ya en el tiempo añadido del primer acto, lo convirtió Khoukhi con un horrible despeje en una asistencia de gol para Dia.
Y el exdelantero del Villarreal no perdonó, con un remate raso y potente con el que Senegal abrió la ‘lata’.
Y nada más arrancar la segunda mitad, casi sin tiempo para reaccionar, el combinado africano sentenció con un córner desde la parte derecha de su ataque que Diédhiou, anticipándose a los defensas, convirtió en gol con un testarazo cruzado al segundo palo imposible para el portero.
Un tanto que parecía dejar sentenciado el partido.
El sueño de Qatar duró cinco minutos
Pero Qatar tiró de orgullo ante su gente con diez minutos de auténtica ‘furia’ hasta que logró volver a meterse en el partido.
Abdelkarim, con un ‘misil’ desde fuera del área que se fue rozando la escuadra, arrancó las hostilidades.
Almoez estuvo a punto de recortar distancias en el marcador con un sutil remate con la zurda desde dentro del área que obligó a Mendy a estirarse para mandar el balón a córner con la punta de los dedos.
Y acto seguido, el portero del Chelsea se lució con un paradón a bocajarro a Mohamad, que logró sorprender a la zaga senegalesa entrando desde segunda línea. Hasta que en el 78′, los anfitriones encontraron el camino…
Balón cruzado desde atrás, desaplicación defensiva por el carril izquierdo senegalés, centro preciso al corazón del área de Mohamad y Muntari, que había entrado desde el banquillo, marca el primer gol de Qatar en la historia de los Mundiales para hacer soñar al país organizador con la gesta.
Aunque las esperanzas no duraron ni cinco minutos… Iliman Ndiaye, con una mezcla de talento y suerte, fue capaz de sortear a tres rivales en campo rival, pidió el balón en profundidad por la derecha y la puso atrás para que Dieng, a placer, sentenciara el partido y dejara a la anfitriona al borde del abismo.
