Por Redacción
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El enviado especial del presidente Donald Trump para asuntos relacionados con Ucrania y Rusia se reunió este lunes en Kiev con el mandatario ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en un momento de crecientes expectativas sobre un posible viraje en la política de Estados Unidos frente a la invasión rusa.
La visita del teniente general retirado Keith Kellogg se produjo días antes de que Trump anunciara que emitirá una “declaración importante” sobre Rusia. La misma semana, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, tenía previsto reunirse en Washington con altos funcionarios estadounidenses, incluidos el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio y miembros del Congreso.
Trump, que asumió la presidencia en enero tras vencer a Joe Biden en las elecciones de 2024, ha prometido detener rápidamente la guerra en Ucrania. Sin embargo, también ha mostrado frustración ante la postura intransigente del presidente ruso, Vladímir Putin, en los esfuerzos de paz impulsados por Washington.
El mandatario estadounidense ha presumido durante años de su cercanía con Putin. Tras su regreso al poder, afirmó que Moscú estaba más dispuesto que Kiev a negociar un acuerdo. Incluso acusó a Zelenskyy de alargar el conflicto, tildándolo de “dictador sin elecciones”.
No obstante, los intensos ataques rusos contra áreas civiles parecen haber agotado la paciencia de Trump. En abril, pidió públicamente a Putin que “¡detenga!” los bombardeos sobre Kiev. Un mes después, calificó al presidente ruso de “absolutamente LOCO” en redes sociales.
“El presidente Putin me ha decepcionado profundamente”, dijo Trump el domingo. “Habla con mucha elegancia y luego lanza bombas por la noche. Eso no es lo que queremos”.
Defensa aérea y cooperación militar
Durante su encuentro con Kellogg, Zelenskyy indicó que discutieron el fortalecimiento del sistema antiaéreo de Ucrania, la producción conjunta de armamento y la compra de armas estadounidenses en colaboración con naciones europeas. También abordaron nuevas sanciones contra el Kremlin.
“Esperamos el liderazgo de Estados Unidos, porque Moscú no se detendrá a menos que sus ambiciones sean frenadas por la fuerza”, afirmó Zelenskyy en su canal de Telegram.
Las declaraciones surgen tras el mes más letal para civiles desde el inicio de la guerra. Según la misión de derechos humanos de la ONU en Ucrania, junio dejó 232 muertos y 1.343 heridos, con un número de ataques diez veces mayor al del mismo mes de 2023.
Ante esta situación, Trump confirmó que Estados Unidos enviará más sistemas de defensa antiaérea Patriot a Ucrania. Estos misiles, fabricados en EE.UU., son clave para repeler los ataques rusos. Además, indicó que la Unión Europea cubrirá parte de los costos por las “piezas de armamento sofisticado”.
Aunque la UE no puede adquirir armas como bloque por tratado, los países miembros sí lo hacen individualmente. Alemania ya ha entregado tres sistemas Patriot a Ucrania y ha ofrecido financiar otros dos, según el portavoz del gobierno Stefan Kornelius. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, viajó el lunes a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense.
Cambio de tono en Washington
En un giro respecto a su postura inicial, Trump ha autorizado el envío masivo de armas. Según el senador republicano Lindsey Graham, aliado cercano del presidente, el conflicto está en un “punto de inflexión”.
“En los próximos días verán fluir armas a un nivel récord para ayudar a Ucrania a defenderse”, dijo Graham en el programa “Face the Nation” de CBS. “Putin cometió un grave error al subestimar a Trump. Observen: habrá un esfuerzo masivo por llevarlo a la mesa de negociaciones”.
Mientras tanto, en Moscú, el enviado ruso para inversiones internacionales, Kirill Dmitriev, minimizó los esfuerzos por generar tensiones entre Estados Unidos y Rusia. “El diálogo constructivo entre Rusia y Estados Unidos es más efectivo que los intentos de ejercer presión”, escribió en Telegram. “Este diálogo continuará, pese a los intentos por sabotearlo”.
La presencia del enviado estadounidense en Kiev y el inminente anuncio de Trump auguran una posible redefinición del papel de Washington en el conflicto, mientras el gobierno ucraniano insiste en que solo la presión militar podrá frenar las ambiciones del Kremlin.
