Por Sergio Naveda y Carlos Hernández
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California con sus maravillosas playas y su clima, con sus famosos y su glamour. Hollywood y Beverly Hills, su bello Golden Gate en San Francisco y su riqueza basada en su extraordinaria naturaleza y tecnología de Silicon Valley.
Google, Facebook y todos los grandes conglomerados de éxito se encuentran en California: San Francisco, San Diego, Los Ángeles, etc. mueven mucho dinero a través de su exitosa economía (la sexta del mundo) y sin embargo; irónicamente la pobreza y la falta de vivienda también existen.
En todo el corredor Californiano, en el 2018 hay una escasez de vivienda enorme y significativa, sus precios los más altos de Estados Unidos.
Según un reporte que realizó la firma de consejería financiera ¨Bankrate¨, de la oferta inmobiliaria en todos los Estados Unidos, misma que se realizó en cada estado y basada en cinco categorías:
La lista se elaboró con base a la evaluación que se hizo en cinco categorías:
• Vivienda asequible
• Bolsa de trabajo para adultos jóvenes
• Mercado inmobiliario
• Disponibilidad de crédito
• Propiedad de vivienda entre menores de 35 años
En el estudio California obtuvo la peor calificación posible.
La tabla otorgaba de 10 puntos por categoría para un total máximo de 50, California termino con apenas 13.7 puntos, muy detrás del último y antepenúltimo puesto, Hawai (20.2) y Nueva York (23.1).
Si el “Estado Dorado” fue el último los mejores para vivir fueron Iowa, Utah y Minnesota.
El estudio indica que por regla general un comprador de casa deberá destinar el 28% de los ingresos para el pago de hipoteca, pero en California esto asciende al 35% mientras que en el resto de los estados el promedio es del 19.4%.
Pero que pasa ahora con las rentas en California, estas han aumentado en los últimos tiempos más que en cualquier otro estado.
Un ejemplo clarísimo es una casa ubicada en Silicon Valley que terminó vendiéndose por $800 mil dólares más del precio original que pedían sus dueños, la razón: inversionistas llenos de egos que se metieron en una “guerra” de ofertas por la propiedad.
«A medida que la asequibilidad se vuelve más problemática, la gente ‘paga en exceso’ por vivienda, ‘transita’ manejando largas distancias entre el hogar y el trabajo, y hay ‘sobrepoblación’ compartiendo espacio hasta el punto de que la calidad de vida se ve severamente afectada, advirtió Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitario de California, en su evaluación de vivienda más reciente emitida en febrero.
Así, la crisis amenaza con cortar el auge económico del estado.
La escasez de vivienda le cuesta a California $140 mil millones al año, el equivalente al 6% del producto bruto estatal, según un cálculo de 2016 de McKinsey & Co.
De acuerdo al Departamento del Censo, hasta el año pasado en Santa Bárbara el 65% de la población renta vivienda.
CRISIS EN AUGE
Sin embargo, la realidad en el 2018, se muestra ascendente y sin topes en algunos lugares especiales de California, pero hay que tomar en cuenta que existen 2 fenómenos que sorprenden: el primero que muchos trabajadores profesionales vienen de otros estados, así como gente rica que se muda por razones del clima y esto hace que aumenten las rentas y los precios de las casas en venta constantemente.
Es decir uno de los principios económicos: a mayor demanda, precios más altos.
El segundo fenómeno que produce la crisis inmobiliaria es que mucha gente con niveles bajos de ingresos entre $30,000 y $50,000 dólares al año, emigran hacía otros lugares como el caso de Arizona o Nevada
Y es que sólo así se puede sobrevivir a los altos costos de la renta, prácticamente en Las Vegas en donde se pueden encontrar casas de tres recamaras con patio y jardín por un promedio de $1,300 dólares al mes, pero el caso de California se ha desarrollado una particularidad que deja ver la locura inmobiliaria.
Por ejemplo: según reporta un reciente artículo del periódico New York Times en San Francisco hoy en día un departamento de escasos 550 pies cuadrados de una sola recamara se renta hasta por $3,000 dólares mensuales, algo similar pasa en Santa Bárbara.
La razón es por la cercanía a la playa, el buen clima y el supuesto bajo nivel criminal y buen estilo de vida que se ofrece.
Cabe recordar que Santa Bárbara requiere de trabajadores, tanto para el gobierno como para las pequeñas y grandes empresas, así como para el sector de los servicios: hoteles, restaurantes, el que barre, las personas que hacen el que hacer de las casas, etc.
Sin embargo la realidad es otra, ya que los trabajadores de servicios no tiene una vivienda digna y sobre todo a un precio razonable.
Para Mario Pineda, padre de familia que trabaja en el rubro de la construcción, y dice tener un ingreso de $3,000 dólares mensuales, asegura que con los actuales costos de la renta, vivir en Santa Bárbara para una familia en un apartamento es casi imposible.
“Con los gastos de comida, gasolina, ropa, cosas que de repente quieren los niños, pagar $2,000 o $2,500 al mes por donde vivir es imposible. Por eso uno tiene que hacer el sacrificio y no toca de otra que compartir casa o apartamento con otros, porque sino es así no le alcanzaría el dinero a nadie, por lo menos a la mayoría de latinos que conozco”, comparte Pineda.
Y es que en California prácticamente se invierte más del 38% de ganancia a la renta y eso desequilibra cualquier relación humana con su trabajo.
En Santa Bárbara el promedio es mucho más alto, donde muchos residentes destinan hasta el 60% de su ingreso mensual para la renta de su vivienda, y sino les toca vivir en hacinamiento con otros 2 o 3 familias más en una apartamento de 2 dormitorios.
MINA DE ORO SIN LIMITE
Santa Bárbara es uno de los lugares que tampoco tiene límites en el aumento constante de la renta.
Así, en un lugar bautizado como “La Riviera Americana” por su belleza entre las montañas y la playa con una calidad visual única, con casas de estilo español y su atractivo turístico, la realidad para cientos de familias de los trabajadores que son el motor de la economía local, esto es una falacia.
Las rentas de los departamentos varían al igual que en San Francisco, la diferencia radica en que el Concilio de SB prohíbe “técnicamente” que una familia de tres pueda vivir en un departamento de una sola recámara.
Sin embargo, sucede lo mismo que en San Francisco nada más que clandestinamente, ya que hay casas en donde se renta la recamara, la sala, o cualquier área de la casa que puede servir como dormitorio y así ayudarse entre todos a pagar una costosa renta.
“Decidí irme a las Vegas para mejorar mi vida…Santa Barbara es un lugar maravilloso, y sí hacíamos para que se pagara la renta, pero nada más”, indica Ailit quien es una ama de casa.
Y es que ahora que Ailit se muda, ha encontrado que el costo de vida de Las Vegas, sus sueño de tener una vivienda digna y quizá algún día ser propietaria de vivienda, es mucho más real que nunca.
“En Santa Bárbara rentó un apartamento de 750 pies cuadrados por $2215 mientras que en Las Vegas voy a rentar uno de 1300 pies por $1,700”, asegura la ama de casa que el próximo mes termina su ciclo en Santa Bárbara.
Para Oscar Gutiérrez, candidato al puesto de Concejal del Distrito 3, el cual abarca el área del Westside, una de las soluciones al problema de vivienda en SB, es la construcción de nuevas viviendas.
“Desafortunadamente uno de los problemas serios en el Condado es en relación a esto. Mucha gente que trabaja en el área tiene que vivir en ciudades aledañas como Oxnard, Ventura, Lompoc ó Santa María, pues no pueden pagar los precios tan altos de rentas, esto deriva un problema adicional, ya que impacta directamente a los negocios de SB, pues estas personas al salir de trabajar regresan a sus casas en donde prefieren invertir lo ganado, en lugar de que estos recursos se queden aquí en el área”, asegura.
El candidato demócrata comenta que aunque se han realizado y se están haciendo nuevas construcciones, su costo de renta es aún muy elevado, pues el costo de la mayoría de nuevas unidades es de alrededor de los $3,000 dólares y aunque al ver que no se rentan las bajan a $2,500m, este sigue siendo un precio muy alto.
Para muchos las autoridades son cómplices que la crisis, al aprobar a compañías inmobiliarias la construcción de complejos lujosos, dejando de lado proyectos de vivienda accesible o a precio justo.
Por ejemplo, el último complejo habitacional ubicado en el área de la Cumbre, sobre la calle State y al lado donde se construye el nuevo Target, los apartamentos de 1 dormitorio oscilan entre $2,800 a $3,200 dólares mensuales, mientras que los de 2 dormitorios, entre $3,600 y $3,900, para que los de tres habitaciones entre $3,800 y $4,500.
Para sufragar pagos de esta magnitud una persona o familia debería tener un ingreso de al menos $85 mil dólares anuales.
Gutiérrez comenta que otro de los grandes problemas es no tener un control de renta.
Y es que en Santa Bárbara los propietarios de vivienda pueden aumentar los costos al precio y al momento que les plazca, ya que no hay ninguna ley que les detenga o controle.
Así mismo, pueden desplazar a los inquilinos con tan sólo notificarles 60 días antes, esto gracias a las leyes locales actuales.
“Para resolver este problema si no lo hace el Condado llegaran nuevas directrices por parte de Sacramento, en donde podría afectar la estructura arquitectónica de SB, construyendo edificios sin respetar el concepto de esta ciudad”, indica Gutiérrez.
Por su parte Michael Vidal, también candidato demócrata al Distrito 3, comentó que él esta a favor de oír nuevas propuestas en relación al problema de la vivienda, ya que considera conveniente observar modelos y soluciones probadas en otras ciudades para encontrar las mejores respuestas.
Por ejemplo ayudar a la gente que renta una casa con nuevas leyes que favorezcan en cuestiones de los depósitos de renta, así como la flexibilidad de los contratos y la regulación para los dueños que tienen más departamentos o casas.
“El signo más visible de la crisis es la escasez de vivienda. En una sola muestra de la noche de enero de 2015, California tenía casi 116,000 personas sin hogar, el 21% del total nacional, a pesar de tener solo el 12% de la población”.
DIVISION EN UN PROBLEMA COMPLEJO
Para Frank Rodríguez, de la organización sin fines de lucro CAUSA, ellos han estado peleando por solucionar esta crisis inmobiliaria, sin embargo muy poco se ha hecho y esto se debe a los poderosas organizaciones y grupos de asociaciones de propiedades de apartamentos y dueños de propiedades.
“Ellos controlan lo que tiene que ver con un límite de costo de renta, en el estado y en Santa Bárbara. Por años se ha luchado por tratar de proteger a los inquilinos y evitar rentas descontroladas como las actuales”.
Para Rodríguez el problema radica en que las autoridades de la Alcaldía y los Concejales han dejado que esto pase.
“La verdad es que no les gusta hablar sobre el límite de renta o poner en marcha ordenanzas que límite el poder de los dueños de propiedades. Los funcionarios tienen al final la última palabra en cuanto a las leyes locales y sino ha pasado nada es porque ellos son influenciados por los dueños e inversionistas”, indicó Rodríguez.
Aún así, Rodríguez dice que se ha hecho cierto progreso en el tema inmobiliario, ya que CAUSA es parte de un Comité de la Alcaldía para discutir y estudiar como mitigar la escasez de viviendas accesibles.
“Cathy Murillo es la única que está dispuesta a hablar sobre el tema de control de renta, es una pena que luego de tanto tiempo el Concilio no ha hecho nada y ahora se vive una crisis alarmante”, indicó el líder comunitario.
Precisamente para la Alcalde de SB, Cathy Murillo, hablar del tema es bueno para todas las partes involucradas a la hora de buscar una solución.
“Sabemos del problema de escasez y lo caro que resulta rentar en la ciudad, por eso creo que hablando se puede encontrar un punto en común, porque es un tema complejo que requiere la participación masiva de la comunidad”.
Para la funcionaria, quien tomó su puesto en enero de este año, el control de renta es algo que en el pasado se trató de solucionar pero que por el poder de los grupos y asociaciones de propietarios de viviendas no se aprobó.
“En los años 70 y 80s se puso a votación, pero entonces los propietarios y empresas inmobiliarias iniciaron una campaña muy fuerte y terminaron convenciendo a la gente que no era necesario y era mal para la ciudad, para que al final no se lograran los votos requeridos”, explica Murillo.
El problema del control de renta está en números récords, por ejemplo más de una docena de ciudades en California ya han aprobado o estudian pasar leyes que establezcan un límite en el precio de renta.
Así, Rodríguez asegura que la solución es compleja como la problemática misma, ya que hay muchos factores y actores en escena como son los inquilinos, los propietarios, los gobiernos estatales y locales, y en Santa Bárbara otro muy deprimente con tintes malévolos.
“Santa Bárbara en cuestiones del medio ambiente es muy progresistas pero en cuestiones de vivienda hay mucha división y hasta egoísmo de muchos residentes, quienes piensan que tener vivienda no es para todos, en especial para los latinos”, aduce Rodríguez.
Al mismo tiempo, el líder comunitario asegura que poner el control de renta en referéndum público en una boleta, no asegura la aprobación de la misma.
“En los años 80 se intentó dos veces y fue derrotada, había un sector grande de inquilinos que también se oponían a esto. Ahora la población ha cambiado pero aún se siente y se puede ver esta división por lo toca seguir luchando”, indica.
Sin embargo, para Pineda, las cosas han cambiado, pues la población es mucho más grande y diversa, la ciudad se ha desarrollado y la situación de vivienda es insostenible.
“Creo que si se pusiera a votación esta vez pasaría, aunque las organizaciones son muy fuertes y poderosas, la realidad es que la mayoría de la población es afectada por la falta de casas a precios justos. Yo votaría a favor, digan lo que digan los demás, porque me afecta directamente”, finaliza Pineda.
Para mayor información sobre CA– USE visite el sitio virtual, www.causenow.org