Por Carlos Hernández
Por medio del que es mi primer editorial como editor de una manera oficial, primero que nada quiero dar las gracias a todos y cada uno de los que de un modo u otro me han dado su apoyo por esta nueva etapa laboral.
Desde que inicie mi aventura en la rama de las comunicaciones allá por el año 1999, y aún en mi último año de formación universitaria, me di cuenta que el periodismo es una profesión con vocación, dedicación, esfuerzo y sobre todo perseverancia y honor.
Quienes estamos en este medio no sólo tenemos esa formación profesional, sino que contamos con un amor y dedicación para una carrera donde podemos hacer diferencias positivas en la sociedad donde vivimos.
Esto conlleva un sinnúmero de esfuerzos y sacrificios, así como una serie de obstáculos donde en algunas veces ponemos en riesgo la integridad física no sólo de nosotros sino de nuestras familias.
Precisamente la defensa de esos objetivos, ideales y filosofías, y hasta cierto punto un poco utópicas que rozan el surrealismo, son la motivación del “ser o no ser”.
“Ser” el transportador de la voz de los más necesitados, los olvidados, las injusticias y exponer procesos de carácter público que muchas veces se encuentran en la sombra y por ello son usados por un grupo minoritario en detrimento del beneficio comunitario, son sin duda la satisfacción más grande de esta bella y gratificante profesión.
El “no ser” nos convertiría en monigotes y títeres de terceros, de grupos de intereses, donde el periodista no sólo pierde su credibilidad y alma, sino algo aún peor: su razón de ser.
Es por ello, que desde ahora que tengo la incomparable oportunidad de ser un servidor de la laboriosa comunidad latina local, les pongo este espacio a sus ordenes para que sea un punto de encuentro de ideas, opiniones y demás, que lleven a un enriquecimiento intelectual y social total.
Por diverso y variado que sea un tópico, si es de interés de la comunidad latina tengan por seguro que lo estaremos discutiendo.
Recuerden estimados lectores, que la búsqueda incesante de esa transparencia y una sociedad en justicia son para un periodista la razón de ser, de la misma manera que lo son ustedes mismos.
Sin lectores nosotros no existiríamos, ustedes son tan importante como la tinta es a la pluma, como la imagen es a la fotografía, como la información es a la investigación…
Así, una vez mil gracias por dejarme ser parte de esta comunidad que es Santa Bárbara y que tengo el gusto de llamar “hogar” y que me ha dado muchas satisfacciones, alegrías… y porque no decirlo, hasta algunos dolores de cabeza, pero claro esos son parte del oficio periodístico y lo que nos lleva a buscar una mejora continua.
Tengan por seguro que la labor que todo el equipo que conformamos el Santa Bárbara Latino, hemos venido haciendo seguirá la misma línea: continuar creciendo para brindarles la mejor información en la Costa Central.
Así, luego de casi nueve años de ser parte de este proyecto, donde tuve la oportunidad de trabajar con excelentes personas, comenzado por el antiguo editor, Alejandro Parra, agradezco el “ser” el guía de un excelente equipo de trabajo donde que como siempre seguirá esforzándose con el mismo objetivo: “el ser” un medio objetivo, serio y de calidad.