Por Redacción
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El presidente electo Donald Trump ha prometido llevar a cabo el mayor programa de deportaciones en la historia de Estados Unidos, con la expulsión de millones de indocumentados.
Sin embargo, Wall Street no cree que estas medidas alcancen la magnitud anunciada durante su campaña electoral.
Si bien los inversores anticipan una desaceleración significativa en la inmigración durante la administración de Trump, solo el 6% de ellos espera que la inmigración neta—la diferencia entre quienes llegan y quienes se van del país—se torne negativa, según una encuesta publicada por Goldman Sachs el domingo.
Esto implica que, incluso bajo las políticas estrictas que Trump ha prometido, se espera que más personas entren al país de las que serán deportadas. Esta perspectiva es un alivio para empresarios, quienes advierten que las deportaciones masivas podrían generar una escasez de trabajadores, aumentar los costos para los consumidores y dañar sectores clave como la agricultura y la construcción.
Obstáculos legales y logísticos
Los resultados de la encuesta reflejan una realidad compleja: la implementación de las deportaciones enfrentará importantes desafíos legales y logísticos. Según Goldman Sachs, casi la mitad de los inversores prevén que la inmigración anual bajo el mandato de Trump oscile entre 500,000 y un millón de personas, una cifra menor al promedio anual reciente de 1.75 millones y muy por debajo del pico de 3 millones del año pasado.
Más del 20% de los encuestados estima que la inmigración durante la presidencia de Trump se mantendrá por encima del ritmo previo a la pandemia, que era de 1 millón de personas por año. “Nuestro pronóstico está moderadamente por debajo de la tendencia prepandémica debido a los límites legales y logísticos de los decretos presidenciales”, afirmaron economistas de Goldman Sachs en el informe, liderados por Jan Hatzius.
Aunque Trump tiene cierto poder para regular la inmigración mediante decretos, estas órdenes suelen ser menos permanentes que las leyes. A pesar de que el Congreso estará bajo control republicano el próximo año, la ajustada mayoría podría complicar la aprobación de legislación en un tema tan polarizador como la inmigración.
Escepticismo hacia los recortes de Musk
El escepticismo también rodea la capacidad de Elon Musk para cumplir su promesa de recortar drásticamente el gasto público. Trump ha seleccionado al magnate tecnológico para liderar el nuevo “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE), una entidad no gubernamental encargada de reducir la burocracia y el gasto innecesario.
Según Goldman Sachs, solo el 10% de los inversores cree que DOGE logrará recortar más de $400,000 millones anuales del presupuesto federal. Otro 10% espera recortes entre $200,000 y $400,000 millones, cifras muy inferiores al ambicioso objetivo de Musk.
En un mitin en Nueva York, Musk aseguró que su equipo podría recortar al menos $2 billones del presupuesto de $6.5 billones del gobierno. Sin embargo, expertos como Larry Summers, exsecretario del Tesoro, calificaron esta meta de “matemáticamente imposible”, mientras que Glenn Hubbard, exasesor de George W. Bush, opinó que Musk tendría suerte si logra reducir $200,000 millones.
Temores sobre aranceles
La política comercial de Trump también preocupa a los inversores, particularmente sus amenazas de imponer nuevos aranceles masivos a países como China, Rusia y otros miembros de los BRICS.
En una encuesta, el 60% de los participantes señaló que el impacto de los aranceles en la inflación, el crecimiento económico y los mercados bursátiles es su mayor inquietud para 2025. En menor medida, mencionaron los riesgos asociados a la sostenibilidad fiscal y las posibles repercusiones inflacionarias de las deportaciones.
Pese a estas preocupaciones, el mercado ha mantenido la calma. El lunes, tanto el S&P 500 como el Nasdaq cerraron en máximos históricos, incluso después de las nuevas amenazas arancelarias de Trump.
Aunque persisten las dudas sobre la viabilidad de las políticas propuestas por Trump y Musk, líderes empresariales como Marc Benioff, CEO de Salesforce, expresaron optimismo: “Elon Musk, el Edison de nuestra era, podría revolucionar el gobierno con DOGE. Imaginen $2 billones en ahorros y una nación más eficiente y preparada para el futuro”.