Por Redacción
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El presidente Joe Biden ha mantenido un perfil bajo desde que los demócratas sufrieron una contundente derrota en las elecciones de 2024.
Tras años advirtiendo que un triunfo de Donald Trump representaría una amenaza para la democracia estadounidense, Biden ha evitado discutir públicamente sus preocupaciones sobre el futuro del país o reflexionar a fondo sobre las razones detrás de la derrota de su partido.
Dos días después de los comicios, Biden ofreció una breve declaración en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, en la que instó a los estadounidenses a verse “no como adversarios, sino como compatriotas” y a “rebajar la temperatura”. Sin embargo, desde entonces, ha permanecido mayormente en silencio, incluso durante su visita de seis días a Sudamérica, donde apenas realizó comentarios públicos.
Un vacío en el liderazgo
El mutismo de Biden en un momento delicado para Estados Unidos y el mundo ha dejado un vacío de liderazgo, lo que refuerza una nueva realidad: el país y la comunidad internacional ya están avanzando sin él.
“Su carrera ha terminado. Su tiempo ha pasado”, afirmó David Axelrod, exasesor del gobierno de Obama. “Es hora de que una nueva generación de líderes trace el camino a seguir”.
Edward Frantz, historiador de la Universidad de Indianápolis, considera comprensible el silencio del presidente tras el triunfo republicano. No obstante, advirtió que Biden corre el riesgo de quedar irrelevante si no actúa rápidamente para dar forma al relato de sus últimos meses en el cargo.
“La última vez que un presidente dejó el cargo tan rechazado por la población fue Jimmy Carter”, recordó Frantz, en referencia al único demócrata de un solo mandato antes de Biden. “Carter rehabilitó su imagen en parte gracias a su labor post-presidencial. A los 82 años, Biden no tiene ese lujo. Mientras más espere, más difícil será definir su legado en el corto plazo”.
Procesar la derrota
Aliados de Biden aseguran que el presidente y los demócratas todavía están asimilando los resultados electorales. Según sus asistentes, Biden está enfocado en garantizar una transición ordenada, como gesto simbólico después de que Trump intentara deslegitimar los resultados de las elecciones que perdió en 2020.
“El presidente considera fundamental respetar la voluntad de los votantes y asegurar un traspaso de poder pacífico”, declaró Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca.
Biden, en su discurso postelectoral, subrayó: “Las campañas son concursos de visiones en competencia. El país elige una de ellas. Aceptamos la decisión que tomó el país. He dicho muchas veces que no se puede amar a la nación solo cuando se gana”.
No obstante, tras bambalinas, el mandatario estaría enfrentando la frustración por los resultados.
Distancia mediática
Durante su visita a Sudamérica, que incluyó reuniones con líderes globales en Perú y Brasil, Biden evitó realizar conferencias de prensa, una práctica habitual para presidentes estadounidenses en viajes internacionales. Aunque su equipo suele señalar que Biden responde preguntas de forma espontánea, esta vez no se ha pronunciado ni siquiera en intercambios improvisados con reporteros.
Incluso, dejó que líderes como Emmanuel Macron de Francia y Justin Trudeau de Canadá explicaran públicamente su decisión de flexibilizar restricciones al uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania. Esta medida, que podría escalar el conflicto con Rusia, ha sido un tema sensible para Biden, quien ha sido cauteloso en su enfoque hacia Moscú y consciente del impacto de Trump en el debate sobre Ucrania.
“Cada reunión internacional a la que asisto, líderes me dicen: ‘Joe, él no puede ganar. Mi democracia está en juego’”, dijo Biden en septiembre, refiriéndose a Trump. Sin embargo, tras los comicios, no ha reiterado ese mensaje.