Por Agencias
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Por cuarto día consecutivo bomberos y especialistas cubanos y extranjeros buscan apagar un incendio de grandes proporciones en un complejo de almacenamiento de crudo en la provincia cubana de Matanzas que ha dejado al menos un muerto y 125 heridos.
Las autoridades informaron el martes que el cuarto y último tanque colindante al que recibió el impacto de un rayo el viernes por la noche, lo que desató el incendio, está ardiendo. A diferencia de las jornadas anteriores, en el lugar se observa un humo menos denso y más claro.
La pérdida de combustible es dramática para la isla, que atraviesa una seria crisis económica y energética agravada por un duro verano.
Aún no se han cuantificado los daños materiales, pero la Base de Supertanqueros de Matanzas, a unos 100 kilómetros de La Habana, es la más importante infraestructura de Cuba en el sector petrolero y es vital para surtir hidrocarburos a las termoeléctricas.
En las calles de Matanzas, a unos 100 kilómetros al este de La Habana, los pobladores se mostraron preocupados.
“Hay problemas con la electricidad, con el medio ambiente, con las personas que están viviendo aquí”, dijo a The Associated Press Adneris Díaz, dueña de una cafetería en Matanzas.
Tahimí Sanchez, de 48 años y quien trabaja en una cafetería en Matanzas, hizo hincapié en las afectaciones económicas. “Las notaremos y las veremos, pero confiamos y vamos a salir bien de todo esto”.
La víspera la Unión Eléctrica informó que por falta de agua salió de funcionamiento la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, por lo que La Habana sufrió apagones fuera de los que estaban programados.
Medios de prensa oficiales indicaron que los bomberos -asesorados por expertos mexicanos y venezolanos- comenzaron a aplicar espuma a los contenedores, un procedimiento que no había podido realizarse debido a la falta de condiciones, incluidas las altas temperaturas.
Unos 14 bomberos permanecen desaparecidos luego de que se informara de la aparición del cuerpo de uno de ellos el sábado.
La base cuenta con ocho tanques de unos 50.000 metros cúbicos de almacenamiento distribuidos en dos baterías de a cuatro. Una sola estaría comprometida en el siniestro.
México y Venezuela enviaron aeronaves, helicópteros, barcos de apoyo logístico e insumos químicos para ayudar a extinguir las llamas.
Funcionarios de la cancillería informaron que Estados Unidos ofreció asesoría técnica consistente en contactos telefónicos con los especialistas cubanos, que fue aceptada.